Aunque estés con el. (lutteo)

Sorpresa?.

Matteo.

Luna se estaba volviendo loca, había pasado dos días desde que fuimos a que revisaran a nuestros bebés, sin embargo de la noche a la mañana comenzó a tener miedo por decirles a sus padres sobre el embarazo, según ella no la aceptarían y la abandonarían. Incluso ella no había querido ir a la mansión, su hogar.

- Lu.- dije en voz baja mientras ella estaba teniendo un episodio de llanto.- Amor.

- Es que no lo entiendes Matteo.- sus lagrimas se deslizaban por sus hermosas mejillas.- Ellos no lo van aceptar, fue como cuando lo de Benicio y no se...

Me acerque a ella y deje un beso en sus labios callándola.

- Necesito que te calmes Lu.- susurre.- Tus padres ya cambiaron, todos tienen errores cariño, te prometo que van amar a nuestros bebés.

El llanto de Luna cesó un poco y sus ojos chocaron con los míos, sus preciosos ojos, que seguían cristalizados.

- Estas seguro?.- su voz apenas salió en un pequeño susurro.

- Totalmente, vamos, que ya es tarde.- le extendí la mano y ella la tomo ahora ya con su preciosa sonrisa en su rostro.

- De acuerdo.

Ambos salimos de la casa tomados de la mano, le abrí la puerta del auto y entro en el dejando su delicioso perfume de fresas que siempre usaba.

Maneje hasta la mansión Benson y ambos veníamos en total silencio, Luna jugaba con sus manos de forma ansiosa y sabía perfectamente lo nerviosa que se encontraba, la entendía completamente, la última vez que ella quiso hacer lo que quiso con su vida sus padres (al menos los adoptivos) no reaccionaron de la mejor forma.

Pero ahora no estaba sola, me tenía a mi y a nuestros dos preciosos hijos, dos pequeños bebés fruto de nuestro amor y lucharía por ellos tres a como diera lugar, pero tengo fe de que no va a ser necesario.

Me estacione frente a la mansión antes de entrar en ella para calmar a Luna y evitar que salga corriendo.

- Luna.- llame su atención y ella giro a verme con una pequeña sonrisa.- Amore.- susurre para darle calma.- Que te amo y pase lo que pase no estás sola, nunca mas vas a estar sola, estoy contigo y con mis pequeños, de acuerdo?.

Suspiro fuerte y cerró sus ojos, estaba calmándose a ella misma.

- Lo sé.- dijo por fin.- Si te tengo a ti lo tengo todo, gracias Matteo.

- Te amo hermosa.- me acerque a dejar un beso en sus labios, lo profundizamos un poco mas pero debíamos parar si no seguramente tendría que manejar de vuelta a la casa para hacerle el amor.

Ella comenzó a reír cuando me separe y suspire intentando tener auto control.

Bajamos del auto y volví a tomar su mano en lo que caminábamos a la entrada, Lu saco un pequeño control y apretó un botón y entramos a la gran mansión.

- Matt, por que últimamente tomas mi mano?.- pregunto observando nuestra unión.

- Por que durante dos meses fue lo que quería hacer, tomar tu mano, caminar por las calles sin escondernos mas, de poder besarte donde sea y siempre tenerte a  mi lado, esto me da un poco de seguridad, seguridad de que no te volverás a ir.- confesé mi secreto.

Ambos nos habíamos detenido en lo que yo confesaba mis miedos ante ella. Su mirada era cálida y preocupada, se que aun se sentía culpable por haberse ido por tanto tiempo, para mi lo fue pero ya estaba de vuelta y sabía que era para siempre.