Bitácora 31/12/2019

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Jessica, ¿Cómo algo perfecto puede salirse de control? Todo estaba bien, o al menos fingía estarlo y luego un disparo en mi brazo, dos policías muertos y un niño herido. No ha sido mi culpa, esos policías no tuvieron ningún respeto por los civiles y abrieron fuego.

¡Yo no les hice nada!

Cómo sea, es fin de año y estoy sentado en... la orilla del edificio donde te tiraste. Mi padre tardará en darse cuenta de que no estoy y la nota que le he dejado es muy clara, le he jugado una broma diciéndole que voy a morirme ahogado en el lago cerca de la salida de la ciudad.

Morir ahogado debe ser muy doloroso, morir quemado también, morir por intoxicación debe ser aún peor y no soy capaz de cortarme las venas así que he decidido hace lo que tú.

¡Voy a saltar de este edificio!

A menos que tu vuelvas, si vuelves prometo ser buen novio y comprarte flores cada aniversario, si vuelves nos iremos de este lugar tal como querías, compraremos una casa, viviremos y envejeceremos juntos...

~~~

— ¡Tienes que volver Jessica!, Recibiría una bala por ti, y mira que no lo digo por decir, de hecho estoy entrando ahora mismo.

Dijo mientras se ponía de pie. Era casi media noche, su teléfono marcaba las 11:50pm. Miro hacia abajo y suspiro, las lágrimas resbalaban por sus mejillas mientras que el sostenía una pluma, la pluma que ella le había dado aquella vez por qué él había olvidado la suya.

— ¡Juro que te amare y respetaré por el resto de mi vida, prometo llevarte el desayuno a la cama y mimarte cuando te sientas mal! ¡Haré lo que sea para que vuelvas y me salves! Sé que es egoísta de mi parte pedirte esto... sé que debería entregarme a la policía por matar a 15 personas ¡Pero en mi defensa todas ellas eran malas! ¡Tú lo sabes!

Sujeto su brazo derecho, le dolía más de lo que admitiría. Pero aun así el dolor era escaso comparado al dolor que tenía en su pecho, respirar se hacía difícil ya que la mucosidad en su nariz se lo impedía.

— Eres... la mujer más hermosa que he visto, ¡Eres mi ángel! Así que por favor, te lo suplico... sálvame.

— ¡William!

Grito alguien detrás de él. El joven se giró para ver quién era, sus ojos estaban llorosos pero podría jurar que quien había gritado era su padre.

— William por el amor de Dios baja de ahí. No vas a hacer esto. No quieres.

— No te acerques. No he sido más que una carga para ti y lo sabes. Déjame hacer esto. No pude salvarla a ella... así que... no merezco ser salvado ¿Cierto Jess?

Dio un paso hacia atrás pero antes de que pudiera saltar fuerte viento logro desequilibrarlo, su pie se resbaló y termino cayendo en el suelo de la azotea. Inconsciente con sangre brotando de su brazo derecho y su cabeza.

[[Todo estaba en negro, no había nada, no sentía que estuviera en algún lugar. El limbo. Fue lo primero que pensó pero una voz lo interrumpió de cualquier cosa que estuviera por pensar.

— Eres un idiota

"¿Qué?"

— ¡Dije que eres un idiota, inmaduro y llorón!

Una luz hizo que todo estuviera iluminado, parecía un foco. Miro a su alrededor. La cama, el closet, aquel escritorio, el espejo cubierto por la manta azul. El cuarto de Jessica.

"¿Qué es lo que...?"

— ¿Pensabas saltar?

— ¿Dónde estás?

Cartas de Will (Segunda parte de "Los ángeles se convierten en demonios")Donde viven las historias. Descúbrelo ahora