EL DINERO NO LO ES TODO

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Irene llegó a su casa, hizo la cena y luego llegó Dilan, la abrazo por detrás y le empezó a besar el cuello, Irene se tenso, Dilan dió un beso más y le dijo.

Dilan: ¿Aún no se quita esa marca? Recuerdo haberla visto con menos color.

Irene: la cubría con maquillaje amor, por eso.

Se voltea y pone sus brazos alrededor del cuello de Dilan.

Irene: es por eso que no me gustan las marcas.

Dilan: lo siento amor, pero cuando estoy contigo me siento exitado, toda tu hace que me sienta así.

La besa.

Dilan: ¿ya está la cena?

Irene: si.

Ambos están sentados, ya han terminado de comer solo están tomando una copa de vino.

Dilan se levanta y saca dos papeles de su saco, los deja a la vista de Irene.

Irene: amor dime que no es una broma.

Dilan: sabes que no bromeó con eso y menos contigo.

Irene se levanta y lo besa.

Irene: me haces tan feliz, pensé que no lo recordabas.

Dilan: sabes que me gusta consentirte, ya hablé en tu trabajo y solo vas mañana, nos vamos pasado mañana, así que prepárate, que esto amor es como otra luna de miel.

La besa y hace que enrede sus piernas a su cadera, llegan a su habitación y la deja sobre la cama, se quita la ropa y luego se la quita a ella, le besa los pechos, la besa y empieza a penetrarla, ella jadea y el suelta suspiros, ambos llegan a su orgasmo.

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Dilan e Irene ya están en su hotel cinco estrellas, suite presidencial.

Dilan: el vuelo estuvo cansado, pero tenerte aquí conmigo me sube la energía y en verdad quiero hacerte mía, pero se que quieres ir a pasear por Quebec.

Irene: gracias por traerme a Canadá y a Quebec, en verdad quiero pasear por esta hermosa ciudad.

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Paso una semana
Dilan está en su trabajo mientras que Irene iriá hasta mañana, el viaje y tener intimidad con su esposo al llegar la han dejado agotada.

Tocan la puerta, Irene va a abrir, pero se pregunta quién puede ser, aviso en su trabajo que iría mañana, su esposo está trabajando.

Al ver quién es, trata de cerrar pero es obvio que no tiene tanta fuerza, Javier entra y cierra la puerta.

Javier: ¿Porqué no fuiste a trabajar? Se que llegaste ayer.

Irene: eso no tiene que importarte, hazme el favor y sal de mi casa, mi esposo puede levantarse en cualquier instante.

Javier: se que Dilan está trabajando, como lo sé, pues llame para preguntar por un abogado y el fue quien me contestó.

Javier la agarra de la cintura, pone su frente en el hombro de ella y le dice.

Javier: una semana, me volví loco al saber que te fuiste con él, que pasó con la marca que te deje? Hee, acaso no le importo.

Irene: no hagas esto más difícil y vete, no tienes orgullo, cuántas veces te voy diciendo que te vayas.

Javier: lo tengo si, pero te quiero a ti , entiende lo.

Levantó la cabeza y la besó, beso que fue interrumpido por el celular de Irene, quien se soltó del agarre y fue a la mesa y contesto.

Llamada
Dilan: amor, llegó en 10 minutos, no cocines llevo spaghetti a la bolognesa.

Irene: pensé que trabajarias todo el día amor.

Dilan: y dejarte sola en casa, tendría que estar loco, me faltan como 4 semáforos, te veo en un rato amor, te quiero.

Irene: está bien, acá te espero, también te quiero amor.

Irene colgó.

Irene: tienes que irte ahora, mi esposo está a nada de llegar y no quiero malos entendidos.

Javier: no me importa que me vea.

Irene: por favor no tengo tiempo para tu terquedad.

Irene empezó a empujar a Javier hacia la puerta, logró que estuviera afuera pero no podía cerrar, él no la dejaba.

Irene: dime rápido que quieres para que te vayas.

Javier: un beso.

Antes de que Irene lo besara él agrega.

Javier: pero uno profundo y no intentes morderme o entraré y te haré mía, y no estoy jugando.

El término acercándola, pero Irene lo jalo hacia adentro, no la podían ver besando a otro, enfrente de su casa.

Se besaron, había pasado medio minuto, Irene estaba por retirarse pero Javier mordió su labio inferior así introduciendo su lengua, luego lamía los labios y mordía de vez en cuando.

2 minutos fue lo que duró ese beso, Javier estaba satisfecho, ella lo miraba que lo mataba.
Y antes de que ella le dijera algo, el se fué.

Que suerte la que tuvo Irene, pues Dilan tuvo que esperar a que un camión diera vuelta.

Paso 1 semana
Dilan le había regalado un par de zapatos, un reloj de oro, dos carteras Gucci y ahora se encontraba dándole un collar de perlas.

Andaban paseando y como Irene dijo, amor, mira ese collar me encanta, entro y se lo compro, pues el recordaba que cuando empezaron a ser novios ella le decía eso y el se lo daba, no es que fuera consentida, él solo quería darle todo, bueno hubo un tiempo en el que ya no le daba tan seguido lo que ella quería, no habían tenido tiempo debido a su trabajo, ser abogado lo consumía mucho, además Irene también podía comprarse lo que ella quisiera, también tenía dinero, pero que mejor si el se lo compraba.

Se me olvidó decir que estaban en la hora de almuerzo de Irene, así que ahora ya estaban en el frente del edificio, de nuevo Dilan sonteniendola de la cintura.

Irene: andas muy consentidor últimamente amor, a que se debe.

Dilan: eres mi esposa y si puedo dártelo sabes que lo hago.

Le dió un beso, el cual se estaba profundizando, Irene se separó.

Irene: no aquí.

Le dió otro beso.

Dilan: si aquí.

Y le dió otro beso profundo, pero más corto.

Irene: hablo en serio, no aquí.

Dilan: amor, somos esp....

No pudo terminar de hablar, ya que fue interrumpido.

Javier: si son esposos pero, entiende que deben respetar el trabajó.

Dilan: otra vez tú.

Javier: trabajo en el mismo edificio, solo vete, me estresa que vengas todos los días.

Dilan: jajaja, solo cuando me veas con mi esposa, pasa directo y listo, no eres nadie para hablarme así, la otra vez lo deje pasar, no pienses que no puedo romperte aquí mismo.

Javier: tampoco pienses que no me puedo defender, no te tengo miedo, aquí estoy cuando quieras.

Dilan soltó a Irene y fue hacia Javier, le agarro la corbata.
Javier con una sonrisa le dijo.

Javier: no querrás que Irene sufra las consecuencias o si.

Dilan aún estando furioso lo soltó.

Dilan: no quiero que MI esposa salga perjudicada, no juegues con fuego porque te puedes quemar.

Javier: no le temo al fuego, como tampoco a tí.

13/05/2020