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Irene entra a su casa, deja sus cosas en la sala y va hacia la cocina donde encuentra a Dilan terminando de acomodar los trastes que uso.

Se hacerca a el y lo abraza por detrás, Dilan pone sus manos con las de ella y luego se voltea.

Dilan: ¿estás cansada amor?

Irene: no mucho, ¿Qué cenaste?

Dilan: como no ibas a cenar conmigo pedí un filete y una ensalada verde, no iba a cocinar solo para mí.

Irene: lo bueno es que cenaste amor, vamos a dormir.

Dilan: ¿aún te queda mucho trabajo en la oficina?

Irene se siente mal al recordar que le mintió sobre el trabajo.
Dilan ve que ella tarda en responder y le dice...

Dilan: ¿pasá algo amor?, te siento distraída.

Irene: no pasa nada lo siento, solo estoy cansada.

Irene se sale del abrazo y solo lo sostiene de la mano empieza a caminar rumbo a su dormitorio pero Dilan la jala y la besa, luego de un rato Irene se recuerda de Javier, rápidamente se separa del beso dejando a Dilan sorprendido, ella nunca se separaba.

Dilan: ¿Sucede algo, tu nunca te separas de nuestros besos?

Irene: lo siento solo estoy cansada.

Ambos se van a dormir pero está vez Irene no le da un beso de buenas noches, Dilan siente que tiene que ver con el trabajo pero no precisamente el trabajo, si no alguien del trabajo.

Al siguiente día Irene estaba en su oficina, tiene que ir a dejarle unos documentos a su jefe va por el pasillo y ve que alguien sale de la oficina, tiene que ser una broma se dice a si misma.

Javier deja que ella avance pero luego la jala del brazo y la sostiene de la cintura.

Javier: ¿Porqué me ignoras, acaso no te gusto mi beso?

Irene: suéltame, alguien puede venir y nos verá.

Javier: no importa, que nos miren así se van enterando de quién eres.

Irene: entiende de una buena vez que tengo esposo, estuvo mal lo que hicimos ayer, yo no debí aceptar la cena y tú no debiste besarme, suéltame.

Javier: si estubo mal que te besara ¿porqué me respondiste?

Irene: no te respondí, lo hice solo para poder morderte y así me dejarás.

Javier: si es así, entonces, estoy dispuesto a recibir tus mordidas.

La termino de acercar y la beso, ahora fue él quien paso su lengua por los labios de Irene pidiendo permiso de introducir su lengua y así fue, ella le dió ese permiso, ella al sentir que sus lenguas jugaban entre si, reaccionó y lo empujo.

Javier: si estuviera mal no me hubieras correspondido, te hubieras alejado de inmediato, se que me quieres y eso me basta para seguir tras de ti.

Javier se fue a su oficina, Irene regreso a su oficina no podía ir con el jefe estando agitada, pero lo que más le giraba en su cabeza era...

Porque no me aleje de inmediato, pero su beso me hizo sentir cosas que no siento con Dilan, que sucede conmigo.

Casi al salir de su trabajo Irene fue a dejar los documentos con el jefe, él le pregunto porqué los traía hasta ahora y ella solo le dijo que había tenido un asunto, salió y se dirigió al elevador y de nuevo Javier subió antes de que se cerrarán las puertas, ninguno decía nada, pero Javier no iba a perder la oportunidad y de nuevo la topo a la pared y la beso, ese beso tenía amor, no era uno loco, sintieron que el elevador paraba y se separaron rápidamente, piso 3, subió un empleado más, que quedó entre ellos dos, llegaron al sótano, los tres bajan y quedan Irene y Javier de frente con una distancia de por medio, cuando Irene iba a decir algo siente que alguien la abraza por detrás y le dan un beso en el cuello, le llega un olor familiar.

Dilan la voltea y aún en el abrazo le da un beso apasionado, se separan y le pregunta si ya se van, ella le dice que si, al voltearse para dirigirse a su auto ve a Javier y solo se ven a los ojos, Dilan decide romper el silenció, extiende su mano y saluda.

Dilan: mucho gusto me llamo Dilan.

Javier: el gusto es mío, Javier.

Se dan un apretón de manos, el ambiente se siente incómodo, Dilan siente que ese nombre ya lo ha escuchado y si, era a quién su esposa asesoraba.

Dilan: claro, tu eres el nuevo, mi esposa me contó que te asesoraba, ella es muy buena en su trabajo.

Javier: si que es buena, gracias a ella estoy en línea alta.
¿Irene es su esposa?.

Dirige su vista a Irene y le dice..

Javier: no me habías hablado de tu esposo.

Irene: estoy segura que si lo hice.

Javier: no importa, que tengan feliz noche, te veo mañana Irene, adiós....

Hace como que se le olvidó el nombre y solo lo mirá.

Dilan: Dilan, su esposo.

Javier: adiós Dilan.

Javier antes de irse le dirige la mirada a Irene y le da una sonrisa, luego se va.

Irene solo agarra a Dilan de la mano y lo lleva al auto, ya adentro ella está en el copiloto y Dilan de piloto, no tenía ganas de manejar.

Dilan siente que ella está ida, así que le pregunta...

Dilan: ¿estás bien? Desde ayer te siento distante.

Irene: estoy bien amor, mejor vámonos a la casa te haré ensalada César tu favorita.

Dilan: está bien.

Dilan le agarra el mentón y cuado sus narices rozan la ve a los ojos y luego a sus labios, se termina de acercar y la besa, también es un beso de amor, pero Irene no lo siente igual al de Javier, lo saca de su mente y corresponde como debe de ser, se separan y Dilan enciende el auto y se van.

Javier ha visto todo desde su auto y le duele saber que ella le corresponde el beso, sabe que tiene las de perder pero no le importa el seguirá tras su amor.

Porque si, el sabía desde un principio que ella tenía esposo y no solo eso, sabía muchas cosas de ellos dos, no iba dejar que Dilan la apartará mas de él.

24/04/20

EL DINERO NO LO ES TODODonde viven las historias. Descúbrelo ahora