15. Deseo mutuo

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Cuando terminó de hablar con su omega, Taehyung fue encerrado en su habitación. El alfa intentaba calmarlo a lo lejos, pero en un descuido, su hermano se abalanzó sobre él, intentando morderlo. Para su suerte, por su intenso dolor abdominal no lo consiguió.

Poco después de dejar la comida, comenzó a oler el fuerte aroma que desprendía su hermano. Era su celo. Con el pasar de los minutos, se había intensificado más en el ambiente. Con precaución, cerró la puerta, colocó el seguro y se fue a su cuarto.

Lejos de estar molesto con la elección del alfa mayor, Taehyung volvió a sentir una punzada dolorosa y excitante. No era su abdomen, sino su erección.

—N-no... otra vez...

El castaño trataba de calmarse. En su mente, se repetía varias veces que ya pasaría. Pero su lobo interior no opinaba lo mismo. Este comenzó a rasgar sus paredes, llamó a su omega, aulló y pidió atención. Ansiaba ser aliviado de inmediato.

El alfa soltó un gemido ahogado al tratar de acomodarse en la cama. Respirando con irregularidad, intentó posicionarse boca arriba y ver el proceso de hacerlo por el gran bulto rozar tortuosamente las sábanas. Parecía una tarea imposible que quería hacer. Una vez hecho lo que esperaba, su miembro comenzó a palpitar en su pantalón negro.

—Mierda...

Soltó. Cerró sus ojos, siguiendo su respiración y concentrándose en relajarse. En un momento, sintió su cuerpo caliente. Su piel morena desnuda de sus brazos musculosos rozaba sutilmente las sábanas frías. Un breve escalofrío recorrió por todo su cuerpo al sentirlo.

Con apuro, quitó las sábanas de su cama, se deshizo de su remera y pantalón, quedando solo en bóxer. No le bastaba.

Omega.

Mío.

Su lobo interior llamaba con sensualidad y desesperación a su pareja. Recordando como él se apegaba, ronroneaba y soltaba pequeños quejidos. Él sabía que lo necesitaba como nunca antes.

¿Te das cuenta como me pones, bebé?, preguntó para sí mismo. Sonriendo, acarició el colchón y se sentó en la cama.

Esta vez, le haría caso a su lobo. Sin perder el tiempo, se volvió a acostar, acarició su torso y siguió deslizando su mano hacia su erección desatendida. Lo acarició y apretó con lentitud sobre su ropa.

—Como quisiera que sea tu mano que me acariciara y no yo. —susurró, entre dientes.

En el proceso, cerró los ojos. Imaginó, pasó varias veces hacia su abdomen y trató de disfrutar de las pequeñas caricias que se daba en ello. Al querer masturbarse, sintió la tela de su bóxer estorbar su trabajo.

De la pequeña frustración, soltó un gruñido.

—No quisiera ser yo quien me quite esto.

Dicho aquello, se deshizo enseguida de su ropa restante. Miró como la longitud de su miembro dio un salto hacia su abdomen. Al acariciarlo, salía pequeñas gotas preseminales. Con su mano derecha, empezó a masturbarse. Se sentía sensible ante el tacto, presión y vaivén rápido.

—C-como quisiera volver atrás, estar encima tuyo, escabullirme entre tus piernas y tu rodeándome con fuerza con tus sexys piernas en mi cintura. —dijo, entre gemidos.

Gruñó al sentir sus colmillos pinchar en su labio inferior. Estaba listo para marcar a un omega. Preferiblemente al suyo. Ansiaba tanto marcarlo, reclamarlo como suyo y ver aquella hermosa marca en el blanquecino cuello de su omega.

—Ah~ como quisiera oler tu dulce aroma a flores, combinando con mi fuerte olor. Con tan solo pensarlo, se siente tan bien. —susurró, masajeando más rápido su miembro.

Finalmente, con un gemido ronco, se corrió en su mano.

—Ahh~, mierda. Cuanto te deseo y necesito, mi precioso omega.

Jungkook se despertó por la pequeña subida de voz que hizo el mayor

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Jungkook se despertó por la pequeña subida de voz que hizo el mayor. Se enderezó, acomodó y alzó una ceja en confusión.

—¿Con quién estará hablando Jimin Hyung? —preguntó, con extrañeza.

Se movió un poco en la cama, agarrando su celular y ver la hora, este marcaba las diez de la mañana.

Al levantarse, soltó un pequeño jadeo al sentir como su parte baja estaba húmeda. No le dio tanta importancia, pero al caminar un poco, sus piernas empezaron a flaquear. Fue entonces que lo sintió por completo. Su lubricante natural comenzaba a mojar más su ropa y deslizarse por sus muslos.

—N-no, todavía no, por favor. —pidió, entre suspiros.

Con preocupación, caminó con rapidez hacia la puerta. Cerró, colocó el seguro y volvió a la cama. La situación le ponía incómodo.

Se sentó en la punta de la cama, sintiendo su cuerpo calentarse más. Respiró hondo e intento seguir el ritmo de su corazón. Sin embargo, sus intentos de hallar la calma, no llegaba.

Alfa.

Su lobo interior comenzó a llamar con desespero a su otra mitad. Ansioso, feliz y necesitado de él. Al poco tiempo, el omega inhaló su propio aroma. Este siendo más dulce de lo normal. Su celo se había intensificado por completo en su habitación.

Sin perder el tiempo, el azabache se quitó la ropa. Sin tener nada, dejaba su desnudez al aire libre. Estaba cómodo. Sin vergüenza, gateo un poco y se posicionó en medio de la cama. En el proceso, se acostó y acarició con delicadeza cada parte de su cuerpo.

—Ahh~ ¿cómo se sentiría tus grandes manos acariciar mi cuerpo, alfa? —gimoteó, deslizando su mano hacia su apretada, caliente y húmeda entrada.

Siguió con su trabajo, pero no duró por mucho debido a su piel caliente y sensible. Por lo que optó por colocarse boca abajo, meneó de lado a lado sus glúteos y gimió al rozar sus dedos en su entrada.

—M-me encanta... —jadeo, al meter dos dedos en su entrada.

Con su mano libre, comenzó a apretar las puntas de sus pezones. Imaginando que fueron las grandes manos de su alfa hacer aquello, arqueó su espalda y gimió de satisfacción.

—Ahh~, ¿p-por qué no le pedí que me tomara en ese momento? —prosiguió, estirando sus pezones erectos.

Con tan solo mencionarlo, abrió más las piernas. Soltó un fuerte gemido al mover sus dedos con más intensidad en su entrada apretada y llegar a tocar varias veces su punto dulce.

—Ahh, Tae~

—¿Jungkook? —habló el mayor. Estaba intentando abrir la puerta, pero estaba cerrada. El omega escuchó y calló sus gemidos mordiendo su labio inferior. —¿Qué mierda? ¿Por qué te encerraste?

—Q-quiero estar solo, Jimin Hyung, ¿puedes irte, por favor?

—Está bien. —dijo, alejándose de su cuarto.

Jungkook se molestó. Estando a solas, agarró su erección y se masturbo, era demasiado en una sola vez. Poco después, se corrió con un fuerte gemido, dejándolo sin huesos, seguido sintió su entrada apretar sus dedos.

—Te necesito, amor. —jadeo, moviendo con lentitud sus dedos en su interior. —Te necesito y deseo tanto, que quiero que estés dentro mío cada maldito segundo.

Esa sincronización jskfxjdj.
Lloro JSKDJDJDJSJS.

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