24. ¿Me harías el honor?

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—¿Cómo que se pasaron con algo importante? —cuestionó Jin, su voz sonaba enojada. —¡Dígame!

La omega se sobresaltó por la pequeña feromona de enojo que soltó el alfa, respirando con dificultad y guardar la calma como buena profesional que era. La reacción de la doctora hizo que el rubio abrazara y llamara la atención a su pareja.

Cariño, despertarás a Jungkookie.

—Lo siento, bebé —se disculpó, rascándose su nuca de la incomodidad. —. Pero sigo sin entender que pasa aquí.

—Deja que la doctora nos explique, por favor —pidió con voz dulce y suave. —. Fíjate que tu hermano quiere saber también. —ronroneo, recostándose sobre su torso y mirando a la doctora. —¿Sí, mi amor?

El alfa suspiró, asintiendo y dejando a la especialista seguir con su trabajo.

—Lamento mi actuar, doctora, puede continuar.

—Bien. Al ser predestinados, sus lobos se reconocen al instante, pero en la parte humana es un poco más complicado —habló Haneul, mirando a los dos alfas. —. Por lo que veo aquí, tanto la parte humana y lobuna se corresponden mutuamente sus sentimientos, su lazo se vuelve más firme y a la vez inestable por estar incompleto. Ante ese inconveniente, tienden a tener de nuevo el celo como objetivo de completar el lazo.

—No puede ser... —musitó Jimin, sorprendido ante sus sospechas.

—¿Eso quiere decir que...? —dijo Taehyung, mirando a su omega y empezando a entender poco a poco la situación.

—Tienes que marcar a tu pareja, Taehyung. Si no lo haces, tanto como tú y el omega en los trascursos de los días podrían sufrir muchos daños físicos y psicológicos —continuó informando la omega. —. La situación en la que están es muy especial y no es como las otras uniones.

—Lo iba a hacer en el primer día, pero me preocupé y tenía miedo en lastimarlo con mi estado —confesó. —. Mi lobo me avisó que no le haríamos daño, ¿hice mal?

—No, hiciste bien. Aún no estabas preparado —respondió con una sonrisa. —. Nuestros lobos nos guían, alerta y avisa que es lo correcto en el momento. Si en aquella situación no lo hiciste, es por lo anterior dicho. Aunque puede ocurrir que no era un ambiente cómodo y seguro para hacerlo, o bien, tu pareja no llegó a comunicarse con tu lobo sobre sus necesidades.

Taehyung recordó la primera vez que estaban juntos, había escuchado un llamado lastimero un poco lejos a distancia. Tanto así que, fue tras el aullido que soltaba el lobo de su omega. Al encontrarlo, verlo y tenerlo en sus brazos, sentía las ganas inmensas de cuidarlo, protegerlo y amarlo sin importar las circunstancias.

Ese mismo día, podía sentir una fuerte conexión con el lobo de su omega. Como, por ejemplo, cuando este lo llamaba en cualquier situación de inseguridad, peligro o quería su atención y cariño.

—Los primeros días, solo me pedía mimos, no quería que me separara ningún segundo de él. Pero, para tener... —se sonrojo, al recordar que Jungkook había dicho que quería tener cachorros.

—¿Pueden llegar a morir los dos, sin esa marca? —preguntó su hermano de repente. —¿O solo tendrán ese inconveniente que has mencionado con anterioridad?

—No específicamente morir, pero si sufrir mucho si no están juntos. El omega cuando entra en celo, es más sensible que un alfa, se vuelven más agresivos, vulnerables, inclusive pueden llegar a desesperarse si no encuentran a su pareja en el nido o en cualquier parte de la casa.

—¿Ves? —habló Jimin, estaba demasiado molesto. —Te dije que no le podíamos separar en ese estado, pero tú insistías en llevártelo.

—Ya pedí perdón por eso, cariño.

—¿Cómo que tuvieron una separación? —alzó una ceja.

—Solo los separe ese día, ya después le iba a despertar para que pueda estar con su omega, pero con el pasar de las horas, empezó a ser más agresivo, inestable y territorial.

Mientras la pareja debatía sobre ese tema, la doctora no podía creer lo que había escuchado, dado que, ya tenía una de las otras razones por el cual el lazo no se completó como se debe. Puesto que, al realizar esa acción accidental del hermano mayor, la pareja estando alejada físicamente, sus lobos reaccionaron a ello estando inestables, agresivos y necesidad de aliviar sus necesidades básicas.

—Bueno, respecto a lo que me dijiste hace rato —dijo Haneul, mirando y acercándose a Taehyung.  —. Tales comportamientos varían mucho de omega a omega, si tienes alguna preocupación por los cachorros...

—Creo que ese tema, deberíamos de consultar a Jungkook —le interrumpió Jimin, moviendo de lado a lado al azabache. —. ¿No es así, pequeño?

El omega soltó un gruñido bajo. Acomodándose, entreabrió sus ojos y miró al rubio fijamente con enojo. No le gustaba que le interrumpieran su sueño de belleza, más aún si era su mejor amigo por querer joderlo o decirle algo importante. No obstante, por la forma que lo movía de lado a lado su cuerpo, supuso que solo estaba molestando y siguió con su descanso con dificultad, ya que sentía a su lobo inquieto, feliz y ronroneando a su alfa.

—Amor, ven aquí. —llamó Jin a su omega. —Deja a Jungkook dormir tranquilo.

Jimin le miró, hizo un puchero y caminando a pasos lentos hacia su pareja. Al llegar a él, este le dio un cálido abrazo y apretón a su pequeña cintura.

—Lamento esto, doctora.

La pelinegra asintió. Se sentó en una silla para verificar y anotar los síntomas, reacciones y dar el diagnóstico de su paciente.

—No le hagas eso a mi omega —gruñó Taehyung. Se levantó de la camilla sin cuidado, caminando hacia el sofá y se acostó a lado de su novio. Este empezó a ronronear por la cercanía de su alfa. —. Aww, también te extrañé, amor.

El omega rodó los ojos, acercándose más a su alfa por cariños y soltar algunas feromonas celosas. Aunque no podía mentir que, aquel par de tontos se veían muy adorables juntos, el lado romántico, territorial, posesivo y un poco agresivo del alfa tampoco se quedaba atrás y solo por querer proteger a su omega.

Mirando el panorama, la especialista sugirió en dejar a la pareja estar a solas, dado que podría ser muy peligroso permanecer en el mismo lugar con un alfa en celo, más aún si este tenía a su pareja presente o en este caso, a lado suyo.

—Volveremos dentro de unas horas, Taehyung.

—Está bien, Jinie.

Poco después, su hermano, el omega y la doctora se retiraron del cuarto. Al tener varios olores, el alfa expandió el suyo en todo el lugar para mayor comodidad y seguridad para su pareja.

—Tan hermoso...

El menor se despertó en los brazos de su alfa, miró y pidió explicación del por qué estaban en un cuarto de hospital, a lo que Taehyung empezó a comentarle con todo detalle lo sucedido. Luego de haber hablado sobre la situación en la que estaban, el omega sonrió, ronroneo y recostó más en el torso del castaño. Amaba tanto sentir aquel confort, calidez y protección de él.

—Tae. —gimoteó, entreabriendo sus piernas.

El alfa acató la invitación, se levantó y escabulló entre ellas, mientras besaba sus manos, brazos y mejillas de su rostro.

—Hm, ¿me harías el honor de marcarte, mi dulce omega? —preguntó, rodeando ambas piernas del menor en su cintura.

—Sí, amor —afirmó, besando su nariz. —. Pero ¿quieres hacerlo aquí?

—Si no te sientes cómodo en este lugar —musitó, acariciando su mejilla. El omega colocó su rostro en su mano. —. Podemos irnos y hacerlo en otro lado, lindo.

Los ojos del omega brillaron, asintió y siguieron besándose con mucho cariño.

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