11 - Comienza La Fiesta

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Dos semanas después del asesinato
11 de julio de 1914
Londres, 10:30 AM

(Flashback)

En 1914, la mayoría de mis viejos amigos de Colchester cumplían los 23 años de edad (incluyéndome)

No teníamos dinero y yo ya me había emancipado de mis padres, pero los veía tres veces por semana.

Mi padre solía decirme que:
El violín es un buen pasatiempo pero no es una profesión.

En las noches tocaba en pequeños bares del distrito Eeast End, el mas inseguro de toda la ciudad de Londres. Ganaba una 20 libras por noche

Por suerte, los cuatro pudimos conseguir trabajo en el mismo lugar: Royal Mail Sender, el correo real o como los súbditos del rey  la llamaban: "División de mensajeros reales de su majestad, el rey Jorge V"

Utilizábamos bicicletas para repartir el correo londinense. Utilizábamos también uniformes azules y quepis del mismo color.

Había algo que nos preocupaba; deudas. Lloyds Bank me notificaba cada mes que debía cierta cantidad de dinero. Era agobiante.

(Fin del Flashback)

Estábamos repartiendo el correo en el Eeast End. Estaba andando en mi bicicleta cuando pude ver que Clifford se cruzaba frente a mi.

Me miró y se detuvo.

Oye Matt, espera. ¿podrías entregar este sobre a la señora McCoy en el 33 de Trafalgar Square?

¿Por que yo?

Es mi primera vuelta y no puedo volver.

No me gustó la idea.

¡Dámelo! - dije con disgusto.

Eres un buen hombre, Matt - respondió y fue rumbo al sur.

Fui a la casa de la tal señora McCoy en Trafalgar Square. Observé la carta que Cliff me había dado. Decía:

De: Su majestad Jorge V, Buckingham Palace, 358, Londres.

Para: Jacqueline McCoy, 33 Trafalgar Square.

!No podía ser! ¡La carta era del mismísimo rey! Aunque era sabido que sus súbditos escribían por él.

¿por que Clifford me la dio si era del rey Jorge V?

A lo mejor no lo había leído.

Es una regla básica y lógica leer los nombres del Emisor y del receptor respectivamente. ¿por que no lo hizo?

Aveces, el solía confundir nombres y entregaba las cartas completamente mal. Nuestro jefe lo destetaba y casi todo el tiempo yo lo salvaba de algún lío en que se había metido.

Llegué a Trafalgar Square. Busqué la casa numero 33 por unos momentos hasta que finalmente la encontré.

Golpeé la puerta y una mujer de aproximadamente 35 años acudió al llamado.

Disculpe, ¿es usted la señora McCoy? - pregunté.

Si. ¿que se le ofrece joven? - preguntó.

No se por que preguntó eso, siendo que en la solapa mi uniforme había una insignia bordada con hilos amarillos que decía: RMS.

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