Espada maldita.

"Maldición o bendición".

Volvió a suspirar dejando de lado los documentos en sus manos.

Hace media hora que había hablado con Jamileth y no se podía sacar de la cabeza esos ojos tan vacíos y llenos de decepción y tristeza.

Aunque de seguro estaba con Felix y él la animaría, podía ser el caballero escarlata pero era una persona muy débil con los niños. Digamos que eran su debilidad.

...quién demonios le dio ese nombre estupido a uno de sus caballeros más importantes?.

Sin poder ignorar su inquietud salió de su despacho caminando hacia el jardín.
Su instinto le decía que debía de ir hacia ese lugar.

Por qué.

Ese dichoso jardín le traía varios recuerdos.

Recuerdos lejanos e inocentes pero que le daban dolor de cabeza por lo confusos que eran.

-tch.

Frunció el ceño molesto al darse cuenta que estaba en el último lugar donde podía afirmar que tenía un buen recuerdo con su enemigo.
El enemigo que le hizo la vida imposible desde ese momento.
Su hermano.

Sus ojos brillaron por leves segundos mientras apreto sus puños.
Ellos alguna vez fueron en verdad hermanos?.

Sus recuerdos estaban algo borrosos y pensamiento estupidos le decían que alguna vez se llevó bien con quien se decía ser su hermano, pero él negaba dichos pensamientos.

Vio una cabellera marrón de lejos y detuvo su caminar.

-Jami..!!

Se sorprendido al ver el estado de la menor.
Era...era igual a esa vez.

Ese extraño aura oscura que rodeaba a ese ser inocente.

Su mirada ida y cautivada por algo que desconocía.