Capítulo 01: Invierno

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𝙿𝙰́𝙶𝙸𝙽𝙰 𝟷


Hace mucho tiempo vivió un hombre dichoso, con una vida plena y una historia de amor que muchos envidiarían. Un hombre que había seguido su propio camino, alcanzado sus metas y conseguido un trabajo admirable. Pero, por encima de todo lo que había logrado, poseía algo que para él lo era todo.

Lo tenía a él.

A su encantadora estrella.

Este hombre poseía una estrella que significaba el mundo entero para él. Era su mayor riqueza, su fuente de felicidad, su regocijo y la pieza que completaba su existencia. No había tesoro material que pudiera compararse con el simple acto de abrazar a su hermosa estrella. En esos momentos, sentía que nada más importaba, que su vida estaba completa.

Su estrella tenía la sonrisa más radiante que jamás había visto, una sonrisa capaz de iluminar la más oscura de las noches. Sus ojos, dos brillantes cristales azules, se curvaban en medias lunas cada vez que sonreía, y esa imagen se grababa profundamente en su alma. Esta estrella fue quien resguardó su corazón y lo amó con devoción durante muchos años.

A los ojos del mundo, aquel hombre afortunado y su estrella parecían destinados el uno para el otro, como si el cielo mismo hubiera conspirado para unirlos. Por eso, cualquiera habría pensado que la vida de Jeon Jungkook era perfecta, una vida sacada de un cuento de hadas.

Y muchas personas, de hecho, comparaban su historia con esas leyendas románticas que siempre terminan en finales felices. Decían que cada amanecer traía consigo un toque de magia, porque en cada nuevo día estaba el joven de sus sueños. Pero… ¿cómo es que todo terminó por desmoronarse?

Tal vez su cuento de hadas estaba condenado desde el principio, como esas trágicas historias que su estrella solía leerle cada viernes por la tarde, a la hora del té. Siempre había un clímax, sí, pero en esas historias el final era siempre dichoso. Sin embargo, esta vez el clímax no trajo el alivio de un arcoíris tras la tormenta, ni el beso de amor verdadero que curaba todo mal. Lo único que quedó fue una rosa marchita sobre un altar vacío.

Era inevitable.

Aquello que Jeon Jungkook más valoraba no estaba destinado a durar para siempre, aunque lo deseó con todas sus fuerzas. Aprendió esta dura lección de la manera más cruel.

En algún momento, él fue el hombre que lo tenía todo. Y, un día, simplemente... dejó de tenerlo.

En lo más profundo de su ser, Jungkook todavía anhelaba despertar de aquella pesadilla, abrir los ojos y ver a su estrella sonriéndole como siempre, asegurándole que todo estaba bien, que solo fue un mal sueño. Intentaba convencerse de que todo aquello había sucedido por alguna razón, pero el destino le fue demasiado implacable.

𝙽𝙴𝚅𝙴𝚁 𝙶𝙾𝙾𝙳𝙱𝚈𝙴  | ᴋᴏᴏᴋᴍɪɴ!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora