🍃Introducción🍃

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Sin notarlo, la vista de la joven estaba perdida en el cielo, después de haber hecho un gran berrinche, con los ojos entrecerrados y una mueca de tristeza. Su cabello estaba alborotado y esponjoso con lápices de colores dentro. Había sangre que brotaba en sus brazos, rodillas y mejilla izquierda. Sintiendo que el alma la dejaba un tarareó salio de sus labios en forma de puchero, más no lloraba.

El viento golpeaba fuerte las ventanas, esperaba a que llegara el atardecer dejando su cabeza tirada en el escritorio, moviendo sus pies al no alcanzar el suelo. los papeles e cuadernos estaban regados por el suelo junto a sus útiles escolares, ella era todo un desastre en esos momentos.

Podrá haber alguien que tal vez... se preguntaría ¿qué es lo que pasa dentro de la cabeza de un maestro?.

Un ejemplo podría ser del por que dejan mucho trabajo, ¿lo harán para joder?, dicen entender al alumno, ya que en un punto de sus vidas fueron uno. ¿Por qué hay gente que esta interesada en dar su cuerpo por una buena calificación?, ¿simplemente no pueden esforzarse para sacar un buen promedió?. ¿Es verdad que todos los profesores prestan más atención a los de buena calificación y olvidan a los que tienen problemas de aprendizaje?.

¿Realmente podemos culpar a un maestro? o ¿Somos nosotros los que estropeamos la educación?

Preguntas sin fin y pocas respuestas venían a la cabeza de un adolescente "problemática". Kamado Nezuko de tercer año de preparatoria, estaba por rendirse y trabajar en el negoció familiar sin cumplir su sueño: llegar a la universidad. Realmente sentía que era trágico lo que ocurría desde que su hermano mayor se graduó. Podía sentir un vacío al estar en la escuela, incluso aun que estuviera su hermano menor en la parte de la secundaría.

Pasos se escuchaban hasta llegar a ella, tapando la luz que le golpeaba una voz grabé pronunció su nombre. Alzo la mirada encorvándose en su asiento dijo con suavidad -: Buenas tardes Shinazugawa-sensei.

Colocando su mano derecha en el escritorio, y con la izquierda toco su mentón para alzar su rostro y verse ambos a los ojos -. ¿Por qué estas aquí? - miró desafiante.

- Makomo y Sabito tienen club hoy, así que pensaba hacer la limpieza y la tarea esperándolos.

- ¿No crees que ya es muy tarde? - preguntó sabiendo perfectamente que ella solo hizo la limpieza, la menor asintió con un quejido -. Pero más importante ¿Qué demonios te ocurrió? - haciendo esa pregunta Nezuko solo frunció el ceño, haciendo un puchero. Su maestro de matemáticas Shinazugawa Sanemi negó con la cabeza soltando un bufido, cuidadoso de evitar alterar a la menor retiro los colores del cabello de Nezuko.

- No es necesario que haga eso Sensei - comentó mirando como el adulto dejo de tocar su cabello a recoger su útiles escolares -. Tampoco haga eso.

Sintiendo algo de enojo volteo a verla con una cara poco amigable -. Entonces déjame llevarte a la enfermería o se te infectarán esas horrendas heridas.

Asintió levemente, pero, antes de que se fuera, recogería todo lo que hizo por su rabieta y antes de que llegara su profesor; eso provoco que el mayor tronara su dedos por el disimulado enojo que tenía. Terminando de arreglar sus cosas extendió su mano para que el albino la agarrara, algo dudoso le sujeto la mano, de manera desprevenida le retiro los colores faltantes. Y de esa forma sujetados de la mano fueron a la enfermería. Puede que llegando ahí Sanemi arreglara el cabello de su estudiante.

Limite De Tiempo || SaneNezuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora