Papá, por favor.

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- Tony, ¡que sorpresa tenerte por aquí!.- su bella y dulce tía Peggy le toca la mejilla, besa su frente y continúa subiendo las escaleras.- Yo ya he terminado, pero Howard sigue trabajando.

Besa la mano de su tía y acaba con los tres escalones de un salto. Es bueno saber que su papá está solo, tiene que convencerle que el sábado reciba al alfa.

Ha bajado al taller, que era el sótano, pero su papá y su tía se encargaron en llenarlo de luz y poner infinitas mesas, mesas que siempre tenían herramientas, piezas metálicas y cientos de planos regados.

Había comprado dos cajas de galletas dulces, que casualmente son las favoritas de su papá, pero le debía a Steve una después de apostar que: Peter no aceptaría los "meses" que Tony le propondría para seguir conociéndose y que la cena sería el sábado sí o sí. Ese oxigenado con aires de profeta.

Así que sostiene entre sus manos sudorosas, la única caja que le ha quedado. Es su idea para iniciar la conversación que no quiere tener con su papá.

- Te he traído esto. Llevas mucho aquí adentro y supongo que mueres de hambre.- coloca la caja en la mesa donde Howard trabaja, en un lugar donde no estorbe.- ¿Te parece si preparo café?

- Tony, ¿qué necesitas ahora?.- diablos, le conoce más de lo que quisiera.- Y sí, algo de café acompañaría muy bien a estas galletas.- la caja está siendo abierta por el alfa.

- Papá...- no, no se anima. Enciende la cafetera que se esconde entre unas piezas metálicas y alista dos de las negras tazas que cuelgan de la pared.- Papá, del uno al diez.- va de nuevo.- ¿qué tanto es posible que Peter pueda venir el sábado?

- ¿Se valen números negativos?.- la cafetera comienza con su típico ruido al hervir y él está por comerse sus uñas.- ¿Tan pronto te quieres ir?

La pregunta hace que se ahogue con su propia saliva. Es repentina y no la esperaba. Controla su ataque de tos y sirve el café.

- ¿Irme? ¿A dónde?.- a lo mejor puede fingir demencia.

- Si Parker viene a dar la cara, supongo que también es para llevarte con él.- Howard estira la mano y le quita la taza cargada del amargo líquido.- Es lo que sigue después que encuentras a tu omega.

- No, no me iré.- lo dicen sin asomo de duda, es algo que tiene seguro.- No aún, es solo, para ya sabes, ¿presentarse?

- ¿A no? ¿Entonces qué esperas?.- Howard lo dice con mucha naturalidad, tanta, que le molesta a Tony.

- ¿Ya no me quieres en casa?.- sabe que no fue el modo correcto de hacer la pregunta. Pero esta dicha.

- No era a lo que me refería.- Howard también lo dice en mal modo. Tiene que tranquilizarse o va a generar un problema.- Va de nuevo, ¿entonces para qué es?

- Para tener tu consentimiento.- es demasiado mucho muy tarde, toma un poco de café y su mirada pasea por todo el taller.

- ¡Ja! Como si eso te hubiera detenido antes.- suspira resignado y rasca detrás de su oreja.- Ahora quieren hacer las cosas bien, ¿no?

- Sí, papá, lo siento.- ya ni sabe porque se disculpa, pero lo hace.- Es importante para mí, para nosotros, que estés al tanto de el avance de nuestro noviazgo y así.

- ¿Noviazgo? Hijo, tu estás marcado, no ennoviado.- casi puede oír el humor en las palabras.- No prometo nada, no tengo ganas de ver a Parker, y creo que nunca tendré ganas.

- Papá, por favor.- junta sus manos, como si rezara, y suplica al único alfa que la ha suplicado en toda su vida.- Es importante para mí, por favor.

- Las galletas están deliciosas, pero no logran convencerme.- Tony puede ver como Howard lleva dos galletas de una sola vez a su boca, sonríe con la boca llena y espanta las migajas que quedan en sus dedos.

- ¿Hubiera funcionado mejor un ron?.- dice derrotado. Se hunde en la silla y lanza una última mirada suplicante.-

- A lo mejor si Parker aparece con un respetable whisky, me ponga de humor.- sigue bebiendo de su café y regresa la mirada al plano que tenía en manos.- A lo mejor.- da por terminada la conversación y Tony toma el paquete casi vacío de galletas.

- Gracias papá, eres de lo que ya no hay.- ese "a lo mejor" es toda una victoria para el, se arriesga a que Peter llegue y aún así no sea recibido por el alfa. Pero ya tiene un "a lo mejor", y algo a nada es bastante.

- No te dije que te llevaras las galletas.- la coloca de nuevo en su sitio y sale casi corriendo. Steve ha perdido la apuesta y le debe una caja de chocolates con licor, su padre cedió un poco con la caja de las galletas de la victoria.

¿Tenías que ser tú?  [STARKER]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora