Epílogo.

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Steve casi lo mata cuando llegó a su nueva casa. El rubio vocifera y maldice un rato. Tony le escucha pacientemente.

- Era ese día o nunca.- es toda la respuesta que da cuando el rubio termina.- Además, ¿qué te quejas? Venirme a visitar puede ser una excusa para salir e irte con James.

Entonces ahora Steve está gritando de felicidad, le exigue que brinden, cuando no, con suficiente tequila. Tony cede, esa mañana Peter le hizo el amor el amor en la tina y lo ha dejado de muy buen humor.

Han transcurrido más de quince días desde que se mudó con su alfa, pero es la primera que Steve llega y lo encuentra solo, sin Peter, sin el personal que mantiene la casa, así que es ahí que el rubio despotrica contra él y contra Peter, que tuvo el atrevimiento de llevarse a su primo.

Están a dos días de volver a la universidad, se preparan para el último el año y los nuevos rumbos que la vida les ha preparado. Peter le ha obsequiado un Ferrari última generación color negro. Pero Tony fue más feliz cuando le regalo una bicicleta.

El matrimonio Parker se mudó al apartamento y les dejó la casa, para ellos solitos, dijieron que sería más fácil para Tony, así tendría a su familia cerca y podría estar con ellos cuando Peter estuviera afuera. Así que la bicicleta se había vuelto su mejor amiga, la idea de Steve resultó fabulosa. Se iba por las tardes y el aire que golpeaba su cara le encantaba.

Había cumplido su promesa para con su mamá, la visitaba y desayunaba juntos, pero se sentía nostálgico cuando cerca de las cuatro de la tarde, se despedía. Peter llegaba cerca de las cinco y su omega era mucho muy feliz esperándole en la entrada.

Sentía como cada día se convencía más de que había hecho lo correcto, era vicioso despertar con los besos del mayor y que sea su cara lo último que vea al finalizar el día. También le encantaba los desayunos que el alfa le preparaba y como terminaba Tony siendo el desayuno de Peter.

- ¿Ya han hablado de hijos?.- le sorprende que Steve no haya servido la segunda ronda, se ve algo más pálido de lo normal y más despeinado que descomtumbre.

- Sí, la segunda noche.- lo habían conversado metidos en la bañera, Tony masajeaba los amplios hombros de Peter cuando este lanzó la pregunta.

Fue un mutuo acuerdo, si bien a Peter le agradaban los niños, no era muy devoto. Fue suerte para Tony, a él si le desagradan los niños. Pero tienen que dejar descendencia, su segundo instinto biológico, así que esperarán unos diez años tal vez, no hay prisa.

- Steve, ¿estás bien?.- se recompone en el sofá, su primo se mira algo perdido.

- Estoy en cinta. De James.- lo dice muy rápido, Tony le ha entendido con dificultad.- Obviamente de él, ¿de quién más?.

La carcajada es fuerte y rompe el silencio, Tony no lo cree, no puede ser cierto, ¿o si? Steve sigue en su lugar y tiene la mirada acuosa.

- Ay rubio. Te van a matar.- sabe cómo se siente su primo. Él se sintió así hace más de cuatro meses. Pero estará bien, aprendió que todo va pasar cuando tiene qué pasar, no cuando uno quiera que pase.

Le reitera su apoyo incondicional al rubio, lo despide en la puerta ya entrada la noche, y le ve partir con los hombros caídos. Pobre Steve, está pagando todas sus travesuras.

Peter llega cerca de las ocho de la noche, se ve estresado y aún así le regala una brillante sonrisa al omega. Tony le invita a acostarse en su pecho, estaba recostado en el sofá viendo una antigua película. Los dedos de Tony se hunden el cabello del alfa y masajean, el gesto relaja a Peter y el omega le cuenta la nueva noticia.

- Oh pobre James, es su turno de sufrir.- la voz de Peter suena algo ahogada por la risa.- ¿Qué quieres cenar?

- He pedido pizza.- no ha pedido nada, pero Peter se mira muy cansado, aún así está dispuesto a preparar la cena, Tony besa su cabello.

Después de una rápida pizza, se ven envueltos en la calidez que regala su cama, en su habitación, al lado de su alfa. Tony está sonriendo, se siente ridículo.

- ¿Tuviste un buen día?.- Peter es un caballero de punta a punta. Tony asiente, quiere que su alfa descanse, se nota que fue un largo día en la oficina.- Bien, feliz noche Tony. Te amo.

Lo ha dicho casi dormido, pero Tony le ha oído claro, levanta su cabeza y puede ver como el sueño ha vencido a Peter. Mejor, así no puede ver como las últimas dos palabras le han llenado de agua sus ojos y le duelen las mejillas por la inmensa sonrisa.

Se recuesta en pecho de su alfa, se prepara para dormir y amanecer al lado de Peter, entre sus fuertes brazos y su delicioso aroma.

- Te amo Pet.- musita. Sí lo hace, él y su omega. Fue un amor rápido pero valiente. Tenaz y persistente.

- Te he oído- la voz de Peter se oye lejana, pero esta llena de emoción. ¿Qué más da si le oyó? Está listo para lo que viene, no deja de tener miedo, pero ha decidido a usar el miedo como impulso y no como freno.

El sueño le atrapa, le lleva a lugares lejanos y muy coloridos, está vez es un jardín, esta casi seguro que ha estado ahí, Peter está en el centro y está sonriendo. ¿Es posible enamorarse en los sueños? Porque lo está haciendo.

Consciente o no, Peter es todo lo que quiere. Y está bien, porque Tony es todo lo que Peter quiere.

¿Tenías que ser tú?  [STARKER]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora