-Bueno Justin para terminar con tus clases, podemos hacer un ejercicio de practica para tu próxima evaluación – explico Max Gwen, profesor privado, a su alumno.
-Eso estaría muy bien señor Gwen.
-Aquí lo tienes- dijo el hombre entregándole el ejercicio al muchacho, quien en un minuto había acabado- siempre me sorprendes Justin.
-Gracias señor.
-Y como siempre está todo muy bien, te felicito- dijo el profesor levantándose- es todo por hoy me despido.
-permítame acompa…
-¡Justin Bieber! –Grito reprendiéndole su madre- te he dicho millones de veces lo peligrosa que es tu cortesía.
-Lo siento madre.
-¡Mama Jan! –Llamo a la nana levantando una vez más la voz.
-¿Si señora? –Atendió enseguida la mujer de unos 50 años.
-Acompañe al señor Gwen a la puerta.
-Como usted diga.
-Justin –le miro su madre una vez que la nana y el profesor se habían retirado- ¿acaso no te he advertido ya lo peligroso que es salir afuera?
-No iba a salir madre, solo lo acompañaba a la puerta, lo siento –se disculpó una vez más el joven- de todas formas no me iba acercar a la puerta.
-Es casi lo mismo, pero está bien –le beso la frente al objeto de su adoración- ya es tarde, deberías ir ya a la cama.
-Eso haré –dijo el devolviéndole el gesto a su madre- dale las buenas noches a papá cuando vuelva de su reunión.
-Por su puesto tesoro- se despidió de el para caminar hacia la sala.
-¿Acercarse a la puerta? ¿En serio?
-Sabes que solo quiero protegerlo, si se acerca a la puerta y ve la luz querrá salir.
-Que horror –dijo la nana fingiendo terror- querrá salir a la calle como una persona normal.
-Ya déjame tranquila, además es mi hijo y yo lo criaré como quiera –miro despectivamente a la nana- y no necesito que la nana venga a decirme como hacerlo…
-¡Patricia! –Levanto la voz Jeremy Bieber llamando la atención de ambas mujeres- ¿no pueden dejar de discutir? ¿Es muy necesario?-
-Esta mujer no deja de meterse donde no la llaman.
-Patricia ya basta –le advirtió el hombre ya cansado de las constantes discusiones- Mama Jan, puedes ir a tu habitación a descansar.
-Buenas noches señor- sin más nada que decir se giró y caminó rumbo a las escaleras.
-Es una maleducada –expreso ofendida Patricia- ni las buenas noches me dió.
-Y le doy la razón.
-¡Jeremy!
-Si una persona, cualquiera se acerca a mí prácticamente todos los días con ánimos de discutir, yo también lo hago.
-La mujer esta empeñada en decirme como criar a mi hijo.
-Nuestro hijo –recalcó- y también tiene razón en eso.
-¡Jeremy!
-¡No! Nada de Jeremy, hasta los presos tienen más libertad que Justin.
-Solo quiero protegerlo –se cruzo de brazos disgustada.
-¿De que? ¿De conocer a una mujer, casarse y tener hijos? ¡Wow! Tienes razón es horrible.
-Ponte de su lado si quieres.
-Que mujer más obstinada –exclamo mientras subía las escaleras tras ella- estoy del lado, del que tiene la razón.
-¿Y yo nunca la tengo? –Se detuvo para mirarlo- y no te molestes en subir puedes dormir en el cuarto de huéspedes ésta noche –retomó su caminar con paso orgulloso.
-Algún día se va a ir de aquí y tu no vas a poder evitarlo.
-Sobre mi cadáver compartiré el amor de mi hijo con otra mujer, nadie lo va amar tanto como yo.
-Eres su madre, es lógico.
-Ya basta te digo ahora yo a ti, esta discusión de acabó –cerró la puerta de su habitación sin darle tiempo al fastidiado y algo enojado hombre a responder.
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Pequeño Inocente.
Teen Fiction¿Inocente? ¿Un hombre? Jamás se ha visto en la historia de la humanidad… Timidez, inseguridad y sobre todo inocencia, eran los perfectos aspectos para describir a Justin Bieber. 20 años. 1. 78 de estatura. Cuerpo formido. Inteligencia asombrosa. Tam...