Capítulo 7.

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-Y luego ella enloqueció, creo que fue mí culpa por alterarla de esa forma.

-No, mi vida –se acerco abrazar la nana al cabizbajo chico- no es tú culpa, es solo que tu mamá esta obsesionada con tenerte encerrado aquí.

-Pero creo que había reconsiderado la idea de dejarme salir, luego no se porqué se enfadó.

-Porque primero le dijiste que querías salir para poder visitar los lugares de tus libros.

-Sigo sin entender.

-Espera aún no acabo, pero al decirle que también querías salir para encontrar el amor, estoy segura de que desechó la idea de dejarte salir.

-Ahora entiendo porque se molestó.

-No, creo que no entendiste.

-Si lo hice, verás al ser las otras mujeres personas tan interesadas sólo quiere evitar que me rompan el corazón como dicen.

-Y no has entendido, no todas las mujeres son así...

-Lo se, tú, mi mamá y mí abuela no lo son.

-Me refiero a que como siempre lo que dice tu madre es una exageración, todo en este mundo tiene su lado bueno y malo, o es que ¿tú crees que lo hombres son unos santos? No señor, ellos son hasta diez mil veces peor que las mujeres.

-Pero yo no soy así.

-Porque todo depende de la educación que reciban.

-Entonces ¿las cosas no son tan malas?

-Por supuesto, pero ya te dije Justin, en cualquier momento esa chica cruzará la puerta.

-Me voy, que tengan un buen día.

-Hasta la tarde papá.

-Hoy llego más tarde tengo pasantes.

-Bueno hasta la noche.

-Adiós Jeremy.

-Nos vemos mamá Jan –se despidió el hombre antes de salir.

****

-Buenos días chicos.

-Buenos días señor Bieber –saludaron con entusiasmo los chicos.

-Por favor llámenme Jeremy, ahora sin demorarnos mucho vamos a la sala de reuniones para que reciban una breve explicación de lo que haremos hoy –todos los pasantes obedientemente siguieron en fila al jefe de aquella gran empresa.

-Estoy tan emocionada.

-Vanessa tu te emocionas por todo –le dijo la chica riendo a su amiga.

-Eso no es cierto –entre broma y broma caminaron hacia la sala de reuniones, donde empezó lo que sería una semana llena de aprendizaje.

****

-5 minutos más señorita Levin.

-¡Pero señor McCurdy! –Protestó la jóven siguiendo a su profesor devuelta al salón.

-Se quedaría menos si no hubiera intentado escaparse.

Pequeño Inocente.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora