Capítulo 9.

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-Debo advertirle que mi esposa, Patricia, es muy sobre protectora con mí hijo -Le advirtió el hombre a la chica antes de entrar en la gran casa.

-Muchas madres suelen ser así con sus únicos hijos.

-Créame no tiene ni idea de cuán exagerada es –le continuó advirtiendo el hombre mientras abría la puerta de la casa.

-Wow –soltó asombrada la chica al entrar- Parece un museo.

-Mi esposa se encargo de toda la decoración –le respondió mientras la guiaba através de la gran casa- Ya llegué Mamá Jan.

-Buenas No… -repentinamente calló observando con incredulidad a la chica junto al hombre.

-_____ –la llamó atrayendo su atención- Ella es nuestra ama de llaves y nana Jan Karther.

-Es un gusto cariño –le sonrío la mujer con tal vez demasiada emoción- Puedes decirme Mamá Jan.

-El gusto es mío Mamá Jan –le sonrío de vuelta amablemente la chica, haciendo que la nana ampliara su sonrisa.

-Mamá Jan , _____ se quedar con nosotros ésta noche, por favor mientras voy a cambiarme, hazla sentirse cómoda –antes de subir a su habitación, el hombre se giró de vuelta hacia la nana- ¿Patricia ya llegó?

-Aún no –le sonrío burlonamente- pero ahora si que se va a armar y una bien grande.

-Oh déjame tranquilo, ¿donde está Justin?

-Se está dando una ducha.

-¿A ésta hora?

-Se ofreció a ayudarme a limpiar.

-bueno voy cambiarme, nos vemos en un rato _____.

-¿Quieres de comer cariño? –le preguntó la mujer una vez que se quedaron solas.

-Si no es molestia –le respondió tímida la chica mientras seguía a la nana hacia la cocina.

-Por supuesto que no linda, ¿se te apetece algo en particular?

-Lo que prepare para mi estará bien.

-Como será que llevo casi toda mi vida escuchando esa frase –sonrió la mujer mientras le preparaba un emparedado a la chica.

-Gracias –le dijo la jóven una vez que le habían entregado su cena- ¿Sucede algo? –Pregunto la chica a la nana que no dejaba de observarla con furiosa emoción.

-Es solo que no puedo creerlo –sonrío aún más- mi petición fue escuchada.

-¿Petición? De que esta...

-Mamá Jan que hay de ce… -el chico enmudeció sin poder creer lo que veían sus ojos.

-¡Justin! –dijo en un casi grito de emoción la mujer levantándose para jalar al chico más cerca de la joven- _____ linda, él es Justin.

-Es un gusto –le sonrío la chica acercándose a el, pero para sorpresa de todos el chico retrocedió aún en estado de shock.

-¡Justin! –Le dijo al chico pero esta vez en tono de regaño- vamos dale la mano, sabes las normas de cortesía, además estoy segura de que no muerde –la mujer juguetona miró a la chica.

-Lo confirmo, 100% libre de mordeduras.

-Lo ves Just… -antes de terminar la frase el chico ya no se encontraba en la habitación- Lo siento no está acostumbrado a ver chicas –se disculpó la nana yendo detrás del chico- Justin, cariño ¿Qué paso?

-Yo… yo –intentó hablar el joven- no lo sé.

-Sé que esto fue muy rápido, pero vamos es muy linda.

-Ese es el problema, es más que linda es… hermosa, la criatura más hermosa sobre la faz de la tierra.

-Esto es culpa de tu madre –expresó molesta la mujer- si no fuera por ella y sus cosas, tú nunca hubieras escapado despavorido.

-No es su culpa...

-Claro que sí, pero bueno lo hecho, hecho está, ahora vamos.

-¿A dónde?

-Pues para que conozcas a _____.

-No puedo hacerlo –se avergonzó el chico.

-Claro que puedes –lo tomó del brazo y lo llevó de vuelta a la cocina- _____ como dije antes el es Justin, Justin ella es _____.

-Hola –dijo esta vez cautelosamente la chica.

-Ho… hola –se sonrojó el chico- bienvenida.

-Justin, _____ se va a queda por esta noche –le informó su nana.

-A mamá no le va a gustar mucho esa idea.

-¿Cómo puedes pensar en tu madre cuando tienes a tan linda chica en frente de ti?

-¡Mamá Jan! –protestaron los dos jóvenes al mismo tiempo sonrojados.

-¿Qué? ¿Acaso no es verdad Justin?

-¿Yo que voy a saber? –Se sonrojo más el chico.

-Eres tan dulce –se le escapó a la chica, quien avergonzada miró hacia otro lado.

-¿Verdad que sí?

-¡Mamá Jan!

-Me vas a gastar el nombre Justin cariño –le sonrió burlonamente- porque no la llevas a la sala y así pueden estar más cómodos.

-No creo que sea...

-Ya llegué -los asustó el padre del chico.

-Jeremy –le reprendió la nana- casi me das un infarto, se la estaba, en este preciso instante presentando a Justin.

-¿Presentando a quien a Just…? –le mujer de porte elegante se paró en seco fijando su mirada en la jóven- ¿¡Quién es ella!? Y ¿¡Que está haciendo aquí en mi casa!?

-Patricia, primero cálmate y después puedo...

-¿Calmarme? –Le respondió amenazadoramente la mujer a su esposo- ¿Cómo quieres que me calme cuando esta mujercita está en mi casa?

-Me va a disculpar señora, pero como persona exijo respeto.

-Respeto nada, ¡Jeremy!

-Quiero que te calmes y le pidas disculpas a mí invitada.

-¿Así que esto es tú culpa? Pues no la quiero aquí, Justin sube a tu habitación.

-Pero...

-¿Cómo te atreves a cuestionarme? Yo soy...

-¡Ya basta! –Grito furioso el hombre- Justin ya es un adulto y puede tomar sus propias decisiones, y _____ es mi invitada y se queda aquí ¡porque yo lo digo! No se hable más del tema.

Pequeño Inocente.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora