~Self Esteem~

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[Supongo que esta es una "segunda parte" del capítulo I Hate Everything.

WARNING se mencionan desordenes alimenticios, así que si les molesta o incomoda, no lean.

Un abrazo]

💐

Pasaron ya varias semanas desde que me fui del departamento. Ese que alquilaba él solo. Nunca me dejó pagar nada, según él por ser buen novio, qué sé yo... si hubiera trabajado antes, ahora no estaría en la casa de mamá, tratando de ahorrar algo para poder vivir sola.

—¿No tenías que trabajar?— me preguntó entrando en la cocina.

—No me sentía bien...

—¿Así te vas a mudar sola? ¿Haciendo nada todo el día?— no le dije nada, realmente no tenía fuerzas—... siempre fuiste así, y nunca me gustó— siguió, mientras yo trataba de terminar mi taza de café—. Seguro por eso ahora estas así. Sin trabajo, sin dinero, sin casa, sin pareja. Sin nada más que sobrepeso.

Asentí, me bebí lo que quedaba en la taza, y comencé a lavar los platos.

Nunca tuve la mejor relación con ella, siempre prefirió a otras chicas, a varias de mi amigas. Un comentario que tengo grabado es "deberías ser como...", eso me hizo llorar demasiado, me hacía sentir insuficiente.

Fui con un psicólogo en mi adolescencia, pero solo me provocaba mas problemas de los que ya tenía con mamá. La lastimaba que su única hija hablara mal de ella.

Al poco tiempo lo conocí, y entonces, todo fue diferente. Me hizo sentir la chica mas hermosa del mundo, como si nadie pudiera ocupar mi lugar. Reemplazó por completo la idea que tenía de mí misma. Me hizo sentir amada, especial.

Cuando comenzamos a salir, él estaba comenzando a tener éxito en su carrera, y yo comencé a sentirme insuficiente otra vez. Aunque me dijera todos los días lo mucho que me amaba, no podía creerlo.

Me obsesioné con ser perfecta para él, si podía llegar a un buen estado físico, lo demás se arreglaría solo.

Saqué cuentas de absolutamente todo, consulté con un nutricionista, y comencé con la dieta y el ejercicio. Según yo, lo tenía todo bajo control. Compré una báscula, debía controlar mi peso todas las semanas, pero de un momento a otro, lo controlaba varias veces al día.

Controlé mi peso todo lo que pude, siempre tratando de comer lo menos posible, lo que no tuviera grasa, lo que fuera bueno. Y todo eso, mas el ejercicio que hacía cada vez que podía, me llevaron a una gran pérdida de peso.

Ben se dio cuenta, trató de detener lo que estuviera pasando, pero ni él ni yo entendíamos bien qué me pasaba. A mi entender, yo estaba bajando de peso de manera sana, con dieta y ejercicio como me habían dicho.

Fue para su cumpleaños, que todo me cayó encima como un balde de agua helada. Le había preparado una pequeña fiesta, algunos amigos suyos me habían ayudado a decorar todo, a preparar la comida, y a recibir a los invitados.
Casi no comí durante toda la fiesta, sostuve el mismo vaso de gaseosa por varias horas, así —según yo— nadie notaría que no estaba comiendo. Entonces llegó el momento de cantar el Feliz Cumpleaños, de cortar el pastel... de comer...

¿No vas a comer?— me había preguntado, preocupado— No te vi comer en toda la noche.

Estuve comiendo, no te preocupes le aseguré, le mentí.

¿Podrías comer aunque sea un pedacito? Esta delicioso.

Solo un pedacito...

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⏰ Última actualización: May 24, 2020 ⏰

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