~Sr. Hartright (2/?)~

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Me dirigí hacia la cocina para buscar algo para merendar, había estado todo el día evitando salir porque no quería tocar ese maldito piano y fingí estar enferma para no hacer nada, pero eso significó comer sopas sin sabor que no me llenaban ni un poco y jarabes asquerosamente amargos, tuve que estar acostada frotandome la cara para que pareciera que tenía fiebre, hacer una voz ronca, todo para fingir una enfermedad inventada para no tocar el piano.

En la cocina estaban Sally y Alfred hablando con cara de preocupación, en cuanto me vieron corrieron a abrazarme.

—Señorita, ¿Se encuentra bien?

—Emm si, ¿Pasó algo?

—Estabamos preocupados, la señora nos dijo que estaba muy delicada.

—No pasó nada— hice señas para que se acercaran y les susurré—, solo no quería ir a la clase de piano— se vieron aliviados para después verme totalmente enojados.

—¿Tiene alguna idea del susto que nos hizo pasar?

—Pensamos que ya estaba tocando el arpa con una mano_ dijo Alfred.

—PERDÓN, pero odio esas clases, es solo un fracaso tras otro en la misma tecla y ya estoy harta de que esa mujer me grite.

—No debería mentir así.

—¿Hace cuanto tiempo está ahí atrás?— C A R A J O ¿Hace cuanto está ahí? Y yo que estoy vestida así.. Que vergüenza.

—Eso no importa.

—¿Se le ofrece algo Señor Hartright?— preguntó amablemente Sally.

—Solo buscaba algo de comer.

—Por favor no le diga nada a nadie ¿Si? Me van a matar si se enteran.

—No le voy a decir nada a nadie, no se preocupe. Pero espero que no se repita.

—No lo voy a volver a hacer. Fingir una enfermedad es demasiado difícil— Sally me sirvió un poco de té de hierbas, me alcanzó unas tostadas con mermelada, agradecí todo y volví a mi habitación.

Me puse otro camisón, uno que se viera mas decente y me puse a leer unos viejos libros que Sally había encontrado hace unos meses, eran muchas cosas de medicina y biología, me interesaba todo eso, pero no podía estudiarlo. 

Después de estar un buen rato sobre algunas enfermedades y epidemias tuve hambre otra vez, el té con las tostadas no habían sido suficientes; bajé descalza tratando de no hacer ruido puesto que ya era de madrugada y todos dormían. Me preparé unas tostadas con manteca y me hice un poco de jugo de naranja, acomodé todo en un plato y me senté a comer sobre la mesada.

—¿Señorita Lengher?— Que que que que que que que que.

—¿Señor Hartright?

—Ya le dije que no me diga así, ¿Qué hace despierta a esta hora?— ¿No es obvio?

—¿Y usted?

—Solo vine a buscar un poco de agua... Y no podía dormir.

—Yo me quedé leyendo unos libros que encontró Sally y me dio hambre... ¿Por qué no podía dormir?

—No se si deba hablar de eso con usted— Ay solo dígalo.

—No le voy a decir a nadie...— no respondió, miraba al piso como buscando alguna respuesta; debe ser por la tal Laura— ¿Es por Laura?

Soltó un largo y dolorosa suspiro— Si... Seguro que ya se casó y está de luna de miel con ese infeliz—dijo apretando los puños enojado. Me bajé de la mesada y dejé las cosas para lavar; mi vista se posó en las damajuanas de vino de mi padre.

—¿Quiere una copa de vino?— me miró extrañado y sorprendido—, papá siempre bebe una copa o dos cuando no puede dormir.

—No estaría bien que beba de su vino Señorita Lensgher.

—No pasa nada, yo lo bebo tooodo el tiempo, a nadie le importa— dije encogiéndome de hombros.

—Solo va a ser una copa.

No fue solo una copa, fueron varias, y Walter se veía cansado, triste, y borracho. Lo alejé de la damajuana con la excusa de que se había acabado el vino y lo acompañé a su habitación, lo cual fue mas dificil de lo que esperaba; no paraba de hablar, de hacer ruidos raros, cada tanto soltaba una carcajada de la nada, no se mantenía en pie mucho tiempo, se me había caído unas dos veces, se quejaba y me decía que hiciera silencio, ¿Enserio? ¿YO tengo que hacer silencio Walter? ¿Yo?

Lo dejé sobre su cama lo mejor que pude, maldiciendo el momento en el que se me ocurrió darle vino y no una vaso de leche o una taza de té; lo admiré unos momentos, se veía tan cansado, tan triste, Andrea decía que nunca se debía dejar a alguien triste solo, no quería dejarlo solo. Me senté junto a él preguntándome que era lo que hacía tan especial a Laura para dejarlo así. Le acaricié el pelo con delicadeza para no despertarlo, su rostro se iba relajando de a poco, se estaba quedando profundamente dormido. 

O eso pensé.

Me quise levantar para irme a dormir pero él me detuvo.

—Nno te vayas... P-por favor— dijo arrastrando un poco las palabras.

No dije nada, me quedé ahí sentada, me miraba con los ojos rojos y ajados, tenían un brillo triste. No sabía que decirle, que preguntarle, que hacer. Él rompió ese incómodo silencio.

—Disculpe...

—No hay problema... ¿Como se siente?

—La extraño..

—Si... Me di cuenta.. ¿Como es?

—No hay palabras para describirla, es la mujer mas hermosa del mundo— pude ver un brillo nostálgico en sus ojos—, nos entendíamos a la perfección.

—Y ¿Qué pasó?

—Su tío la obligó a casarse con un desgraciado...

—Mi papá trató de hacer eso, y el hombre con el que me iba a casar no me soportaba y canceló el acuerdo.

—Jajaja... Ella era demasiado bella como para dejarla ir.

—¿Y por qué se fue?

—Su tío me echó por haberme enamorado de ella, dijo que solo estaba ahí para trabajar y que no estaba haciéndolo... Tuve que irme de un momento a otro y ni siquiera pude despedirme— dijo a punto de llorar.

—Hey hey hey, no llore, ya la va a volver a ver, y se van a reencontrar, y todo va a estar bien, ¿Si?

Asintió no muy convencido y se limpió las lágrimas antes de que salgan. No hablamos por un rato, fueron unos minutos bastante incómodos, después me despedí y volví a mi habitación sintiéndome extraña.

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Wee re tarde subía el cap y era una verga xd, perrrdooonnnnnnnn pero anduve medio fallecida, ¿Qué les pareció?

¿¿Les dieron algo por san valentin?? yo tuve que ir al hospital :'v

Todos lo hacían, yo solo quería ser popular ~ Bender

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