How Dare You?

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Caminaba enojada por los pasillos del colegio, con la túnica volviéndose cada vez mas incómoda, todo me molestaba.

Repetía ese momento cada vez que cerraba los ojos. Estúpida. Estúpido.

-¡Es increíble que me hayas dejado plantada por irte con éste!- dije señalando a Draco.

-¡Perdón por tener una vida!

-¡Pudiste haberme avisado que no ibas a aparecer, no te habría dicho nada!

-¿Qué pasa Hardy? ¿Tu noviecita te dice que hacer?

-Cállate Malfoy, nadie te estaba hablando.

-No le hables así, es mi amigo.

-Claro... tu amigo, cómo no, por supuesto. El que siempre me trató como porquería es tu amigo, ¿Y yo qué? ¿Estoy pintada?

-¡Solo se me pasó avisarte que no podía ir! ¿Por qué tanto drama?

-Porque no me dejaste plantada por algo importante, ¡Te fuiste con el que me trata mal por mi familia y mi casa desde primer año!

-¡Eso te lo buscaste por ser una maldita sangre sucia!- no era por el insulto en sí, era porque lo había dicho él. El maldito del que había estado enamorada desde que lo vi el año anterior.

-Benjamin...- me dolió y bastante. Él pareció arrepentirse al instante.

-No, no no no no no no quise decir eso.

-Me dijiste...

-¡Perdón perdón perdón!

-No me vuelvas a hablar.

Había pasado casi una semana y seguía igual de enojada.

Llegué a la sala común, los gemelos estaban planeando una nueva y fabulosa broma, y al estar enojada los convencí de dirigir la broma a Benjamin Jones Hardy.

Todos estaban concentrados en el Torneo y en el baile de Navidad, así que no estaban tan al pendiente de lo que hicieran Fred y George, ya no habían entrado al torneo, ¿Qué mas podrían hacer?

[...]

Ben había estado juntándose con Malfoy, ahora parecían pareja. Era el momento perfecto para hacerlo. Tenía que pasar por un pequeño momento incómodo, pero valdría la pena.

-¡_____!- me gritó acercándose a mi.

-Hola...

-¿Cómo estuviste?

-¿Por qué le hablas? ¡Fuera! Sangre sucia- dijo Draco llegando a su lado.

-Ya me voy, y estuve bien Benjamin. De hecho, me inspiré y me puse a hornear- dije sacando del bolsillo de la túnica una bolsita con galletas de chocolate-, no quedaron tan mal como esperaba, ¿Quieren?

-¿Con quienes te crees que hablas?

-Con unos estúpidos, son solo unas galletitas, ¿Ven?- les acerqué la bolsita- Algunas tienen relleno, no me alcanzó para rellenarlas a todas- agarré la única con relleno, la que no tenía nada, y la empecé a comer-, pero son las mismas.

-No nos importa. Fuera.

-Como quieran, malagradecidos...- dije guardando la bolsa.

-Hey hey, yo si quiero- dijo nervioso Benjamin.

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