El blog de un molesto escritor

Tras las redes de Avelina

Desde mi ventana lo vi parado,con su ropa vieja y maltratada, llena de sangre, y mientras mi mirada lo analizaba detenidamente cada vez era más inquietante. Al llegar a su rostro no pude evitar soltar un grito pues su cara o más bien esa mascara que tenia puesta era la de una persona que durante años yo había visto, una persona que me cuidó desde que nací. Era el rostro de mi madre.

Sus puños estaba llenos de sangre y aunque no alcanzaba a ver sus ojos, podía sentir su mirada llena de sed de sangre, me encontraba paralizada, mi mente me decía que tenía que huir lo más rápido posible, pero mi cuerpo simplemente no reaccionaba.

Tal vez fuera mi imaginación pero sentía como si la temperatura del ambiente bajara drásticamente, las nubes se juntaban y parecían formar calaveras por todo el cielo y parecía que el sol tenía mucho menos brillo del normal.

Dió un paso y justo en ese momento sentí una descarga eléctrica que recorrió todo mi cuerpo. Bajé corriendo para intentar salir por la puerta trasera de mi casa, yo era muy rápida por lo que las probabilidad de lograrlo eran altas, pero...no pude pasar de la cocina.

En cuanto me acerque corriendo a la sala vi un gran camino de sangre que se dirigía hacía la cocina, donde tenía que cruzar para mi escape. Cuando llegué ahí mi cuerpo se desconectó.

La sangre se esparcía por toda la habitación, en el centro se encontraba un cuerpo tirado boca abajo, su ropa estaba totalmente desgarrada, tenía múltiples moretones y cortadas como si se hubiera peleado con una bestia salvaje, su cabeza solo era una bola roja de carne, sangre y hueso, y eso me hizo recordar lo que vi en mi ventana, la razón por la que estaba huyendo, la persona tirada, era mi mamá.

Me voltee rápidamente y ahí estaba parado a tan solo unos metros de mi, armado con un cuchillo ensangrentado. Solo tenía una oportunidad, tendría que esperar a que me atacara, esquivarlo, e intentar huir de la casa por la puerta principal. No tendría la oportunidad de intentarlo.

Se quitó el rostro de mi madre, dejando al aire su verdadera cara, una que era conocida, con una sonrisa enorme, la ausencia de la oreja derecha, los cachetes llenos de cortadas profundas y lo más destacado, eran la cuencas donde deberían estar sus ojos, eso vacíos que parecían intentar atraparme y torturarme para el resto de mi vida, ese interesante perfil era el de una persona que por primera vez la veía en persona, era la figura de Ringu, mi mejor amigo.

Ringu, era un chico que conocí navegando por el internet, se portaba como un adolescente tranquilo, amable y un poco tímido, al principio obvio no le tenía confianza pues conozco los peligros del internet, pero Ringu fue muy atento en demostrarme que no era una persona falsa. Me mandaba fotos, audios, videos por lo que al no mucho tiempo le empecé a agarrar algo de cariño y confianza.

Descubrí que Ringu era de Londres, lo cual me pareció fascinante ya que yo nunca había salido de Dublín y me emocionaba la idea de que me contara el cómo era vivir allá, fuera o no diferente de aquí.

Tras el pasar de los meses Ringu comenzó a portarse de una manera muy extraña, se comportaba muy seco y siempre se iba temprano, me empecé a preocupar y le pregunté sobre lo que pasaba. Me dijo que su familia estaba sufriendo mucho económicamente porque su padre había perdido su trabajo y su madre ganaba muy poco, por lo que él estaba intentando conseguir trabajo.Un día me preguntó si podíamos hacer una videollamada, nuestra primera videollamada. Al comenzar lo noté muy nervioso o como desesperado por algo. Me contó que ya no podía más con su situación, que por casualidad se encontró con un ritual por internet, pero se necesitaban mínimo dos personas para que funcionara. Era un ritual para atraer el dinero.

Acepté a realizar el ritual, me dijo que era muy simple, tenía que meter en un sobre una moneda, recitar las palabras "traeme la fortuna bajo cualquier costo, llévame fuera de la desgracia, te doy una moneda como primer agradecimiento oh gran señor de las virtudes" 3 veces, y finalmente tenía que provocar me una pequeña cortada y dejar mi huella de sangre en el sobre.

Confiaba mucho en Ringu, así que pese a todas mis dudas hice el ritual junto con él al pie de la letra. Al final me dijo.-Gracias Avelina, muchísimas gracias y lo siento mucho.-

Después de esas palabras sentí como si hubiera alguien detrás mío, voltee rápidamente y tras no ver a nadie regrese mi mirada a la pantalla donde solo se visualicé el vacío y oscuro cuarto de Ringu. De la nada sentí que alguien me agarra del pelo y me puso un cuchillo en la garganta, mi pantalla de la computadora se apagó abruptamente y por el reflejo lo logré ver, sin lugar a dudas a Ringu pero uno muchisimo mas demacrado y tenebroso.

Desperté sobresaltada al día siguiente sin saber muy bien si lo que pasó fue real o no, pero ya no podía contactar a Ringu por ningún medio, hasta que lo vi delante de mi casa con el rostro de mi madre puesto.Comprendí que todo esto fue por el ritual, Ringu me había vendido al demonio y yo como idiota había aceptado que lo hiciera.

Rápidamente agarré un plato que estaba muy cerca de mi y me dispuse a realizar mi única opción, atacar.

Corrí sin freno, le lancé el plato directo a su cara rompiéndose en mil pedazos al chocar, lo tlaquee haciendo que ambos cayéramos al suelo, sentí como me clavó el cuchillo en la espalda mientras esboza un horrible sonrisa, agarré un pedazo de plato y lo empecé a apuñar rápida y fuertemente.

Sentí una segunda puñalada, pero no podía parar tenía que vencerlo, por mi mamá, por mi papá y sobre todo, por mi misma.

Con un último esfuerzo le clavé el trozo de plato en el negro agujero que tenía de ojo. Percibí una tercera punzada en la espalda.Ya no pude hacer nada, intenté arrastrarme fuera de la casa, dejando un camino de sangre en el proceso, ví hacía atrás y Ringu seguía tirado, tal vez mi plan había funcionado. Mi ojos se empezaron a nublar... mi cuerpo lo sentí pesado...una cuarta puñalada entró a mi cuerpo.

-Satya M. Larsson-