La vida no tiene precio

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Mientras estaban ocultos el saludable le dijo al enfermo. -Sacrifiquese usted, de cualquier manera morirá dentro de poco.- El enfermo lo miró con desolación pero creyó que tenía razón, no era justo quitarle la oportunidad de vivir al saludable. 

Salió para distraer al enemigo, recibiendo una cantidad de balas incalculable como respuesta.

Al día siguiente el saludable sufrió un accidente de coche donde murió y la familia del enfermo recibió los estudios resultantes donde se declaraba como Curado.

-Satya M. Larsson-

El blog de un molesto escritorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora