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-¿Co-Como sabes eso?- Pregunto Rubius

Estaba paralizado. ¿Como era posible que aquel hombre supiera esa parte privada de su vida? Se quiso alejar. Irse. No sabia a donde, solo sabia que quería salir corriendo. Pero sus piernas no reaccionaban. Logro dar un pequeño paso haca atrás. Para su mala suerte, había una piedra en aquella blanca habitación en la que estaban. El lobo, reacciono de inmediato. Antes de que cayera al suelo, rodeo el cuerpo del menor con sus fornidos brazos, dejando sus rostros bastante cerca. Sus respiraciones se volvieron una sola. Se miraron a los ojos. Sentían que el tiempo se había detenido. 

-¿Estas bien?- El mayor fue el que rompió el silencio que se había formado. No era un silencio incomodo. De echo, a ambos parecían cómodos. 

-S-Si. Estoy bien- Respondió el menor. El lobo dejo parado a Rubius antes de soltarlo. 

Se volvió a sembrar el silencio en aquella pálida habitación. Rubius tomo el rostro del contrario entre sus manos y lo acerco a el, plantandole un tierno beso en sus labios. No supo la razón de su acto. Solo supo que le gusto. Y mucho. Se notaba el leve sonrojo en el contrario. Cuando estuvo a punto de volver a besarlo, el de mascara, se volvió humo, desapareciendo. No dejo rastro. El de ojos verdes, miro para todos lados, buscándolo. No lo encontraba. Lo único que veía, era todo blanco. Ni siquiera estaba la roca con la que se había tropezado y había echo que el mayor y el quedaran tan pegados. 

Corrió por todo el lugar, buscando una salida. Buscando una señal de vida. Buscando.. algo. Un objeto, una persona, una puerta, un algo. Cualquier cosa lo conformaba. No quería que todo fuese blanco. Seguía corriendo. Las esperanzas que tenia de que iba a encontrar algo, iban desapareciendo poco a poco. Como un hielo sometido a altas temperaturas. Sentía que no iba a encontrar nada, que jamas saldría de ese horrible y pálido lugar. Hasta que vio una puerta que decía "Exit". 

Fue corriendo hacia ella, muy feliz. Por fin lograría salir de aquel lugar que lo estrenaba tanto. Abrió la puerta y salio. 

Al abrir sus ojos, lo primero que vio, fue el techo de su amada casa. Se sentó en la misma y agarro su celular que marcaban las 11AM. Empezó a revisar algunos mensajes que le habia mandado el alcalde de karmaland. Eran 5. 

-Hey Rabis. En un rato estaré en tu casa con Willy, Fargan, Alex, Auron y Vegetta.- 9AM

-¿Estas dormido aun, chaval?- 9:23AM 

-Mami Luzu se preocupa demasiado. Recién me doy cuenta que es muy temprano para ti. Perdón ser tan pesado- 10:03AM

-Estaremos 11:10 en tu casa.- 10:43 

-Este mensaje fue eliminado- 10:50 

Rubius se levanto de su cama apurado. Se vistió, peino y desayuno alguna fruta que estuviese por ahí. Se fijo la hora y vio que eran las 11:07. Ya casi llegarían sus amigos. Antes de poder sentarse en su sofá, escucho el timbre. Abrió la puerta y allí estaban. Sus amigos. Tres Alfas y un Omega. 

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------Dije que seria mas picante, pero es que hoy estoy deprimida. Así que no pude hacerlo mas picante. 

Intentare que el de mañana sea picante. Adiós perras 

Pense que seria un Omega mas en tu vida (Rubegetta <3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora