T1E4: 三, no vayas al doctor

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: "tres" en japonés

- Tenía mucha hambre -dijo la tokiota atragantándose con la comida-.

- Yo también -dijeron al mismo tiempo el resto y rieron por la coincidencia-.

- Chiloé.

- ¿Si?

- Te ves linda así -la nombrada sonrió ante lo dicho por Tokio-.

- Gracias, tú también eres linda -dijo dándole un cumplido de amiga-.

- Te quiero.

- Yo también, por algo somos amigas.

- Ah, sí...

- ¿No les pareció raro lo del señor NIH? -preguntó Kiev y Yucatán asintió rápido-

- ¡Estaba pensando lo mismo!

- Tal vez se llevan mal -dijo Damasco-.

- Сол, sé qué trata de ver el lado bueno de las cosas, pero no creo que sea por eso -dijo Kiev mirando con una mueca a Damasco- (Sol)

- ¿Estás bien, Minsk? -pregunto la chilota a su amigo, quién estaba distraído-

- Ahí viene.

- ¿Quién?

- CDMX, necesito que vengas conmigo -el científico miró al nombrado-.

- ¿Por qué?

- Ven.

- Vamos -dijo Yucatán-.

- Él solo.

- ¿Por qué? -preguntó esta vez Minsk- ¿No podemos acompañarlo?

- No, necesito hacerle un chequeo y otros exámenes, no pueden estar ahí porque pueden desconcentrarme.

- El señor CIA dijo que estábamos bien.

- Él no es médico.

- Pero sabe medicina.

- Miren, yo estoy a cargo del área médica y si le pido que venga él solo conmigo, viene. ¿Entendieron? -preguntó bruscamente-

- ¿Y qué va a hacer? ¿Echarnos?

- Sí.

- Mire viejo, hago una puta llamada a nuestro tío ONU y usted se va de acá. Si CDMX va a tener un chequeo será con nosotros a su lado o bajo la supervisión del señor CIA, ¿entendió? -preguntó la yucateca de la misma manera que el doctor-

- Lo siento, creo que fui algo brusco. Me disculpo y me voy.

- Eso creí, gracias.

Cuando el doctor se fue, Yucatán soltó a su hermano.

- Definitivamente algo está pasando.

- ¿Vamos a averiguarlo?

- Deberíamos esperar unos días -dijo Yucatán-. Sacar permiso en armería por si tenemos que irnos y así estar armados. Hay que estar atentos. Los chequeos son semanales por lo que debemos pedir que los nuestros sean custodiados por CIA.

- Es un buen plan.

- Por supuesto, es mi plan.

- Estoy cansada -dijo Tokio-.

- Yo también -concordó Chiloé-. Iré a la habitación, ¿quién viene?

Todos se levantaron.

Las habitaciones eran de cuatro, por lo que estaban divididos en dos. Aunque entraron todos a la habitación de Tokio, Yucatán, Chiloé y Berlín.

Hasta El Fin Del Mundo [cH/sH]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora