Ocultando el embarazo [MILO X CAMUS]

Insomio 😴

[Camus]

Era sincero, me gustaba la idea de tener un bebé... pero! No pude dormir por tres noches seguidas y eso no era lo peor... en la mañana también estuve soportando los dolores del bebé moviéndose. Así que no estaba de humor para seguir despierto.

[...]

Era un gran castillo, donde pude caminar libre por todo el lugar. El motivo, no lo sabía pero estaba buscando algo.

-Mira! Mira...- habló una voz -
-Que?! Que paso?- me estaba asustando
-Sigueme~-
-Seguir? A quien?...-
-A mi!- detras de una gran puerta.
Era Milo! Pero... que hacía con una cola y orejas de gato?
-Camus~- se acercó y empezó con sus ronroneos -Puedes darme amor?- se le veía muy tierno...
-Milo... pero...-
-Alto ahí!- grito alguien detras mío -Si decides adoptarlo... tendrás que asumir las consecuencias!-
-De que?!...-
-CAMUS!- Milo empezó a transformarse en un gran monstruo -CAMUS!!-

-Camus...-
-No... MILO!- lo empuje cuando vi su rostro -Aléjate!
-Que pasa?-
Mire mejor el ambiente donde estaba, y me di cuenta de lo que pasaba.
-Perdón... estaba soñando-
-Pero si te estabas pasando el día entre sueños, hasta tuve que sostenerte cuando casi te caes-
-Ah... en serio?-
-Si, y me asuste mucho-
-Ah...- estaba dormitando de nuevo
-Camus?-
-...-
-Ya se quedo dormido-

[Milo]

Debe estar cansado, lo lleve cargando y lo deje dormido en su cama. Lo bueno era que no me hizo mucho daño al empujar de tal manera mi precioso cuerpo, y todo por que estaba con mi armadura.

Salí afuera para estas mirando como van las cosas, no me gustaba estar así y decidí visitar a Louis que no lo vi desde ayer.

[...]

-Estas aquí pequeño?- pregunté por si se había ido al lado del patriarca, uy! Estos dos se volvieron amigos desde aquél día.
-Si señor Milo, puede pasar- abrió la puerta. Quise entrar pero Louis se quedo ahí parado sin decir nada mirándome, como si estuviera congelado o algo así.
Y de un repente me cerró la puerta el la cara ¿Que le pasaba?
Volvió a abrir la puerta, me miró de arriba hacía abajo y cerró nuevamente la puerta. Y yo como estúpido, seguía esparando.

-Louis? Que pasa?- pregunté de nuevo
Esta vez, el abrió la puerta con mucho cuidado y a metros de distancia se podía ver el brillo de emoción en sus ojos e incluso su ánimo estaba tan desbordante que me podía contagiar de felicidad. -Pasa algo?- Entré cuando el me dio pasada
-N-no... digo... si... pero... no y-y si... si-
Creí que estaba mal, que algo le había pasado. Estaba por acercarme a él cuando se lanzó con los brazos abiertos hacía mi.
-Por que no lo dijo-
-Decir que?- trate de separarme para verlo mejor pero él no quiso
-Que usted era el caballero de Escorpio!- habló con emoción
Había olvidado por completo que tenía puesta la armadura, normalmente me la sacaba para ver a Louis.
-Eh... esto... bueno...- quise explicar mejor. Pero pensando mejor, ahora que su padre Daniel no estaba con él, no le podía ocultar algo así -Pues, ahora lo sabes- sonreí
-Usted es el mejor!
-Lo se... pero... déjame respirar- reí
-Si!- me soltó -Mire!- fue corriendo hacía la cama y trajo ante un cuaderno bien cuidado y con varias pegatinas -Aquí tengo a mi caballeros dorados favoritos- abrió el cuaderno -He visto a algunos y pude dibujar sus caras pero de algunos... como usted, estan con las caras vacías- enseñó. Era hermoso, tenía a varios caballeros dibujados en las hojas... no era un dibujo profesional pero ante mis ojos era un dibujo hermoso.
No puedo creer que antes pensaba cosas tan diferentes de los niños y bebés.
-Ahora me vas a dibujar?-
-Si! Ahora lo haré... siempre quise conocerlo... y...- bajo su mirada -Y... poder presentarte ante mi familia-
-Tranquilo, después de todo... eso paso-
-Si, pero yo no quise que pasé esto-
Nunca había tenido un niño así que no sabía exactamente que hacer, seguro Camus si sabría... pero por que yo no?
Ya se!
-Puedo hacer algo... para que te sientas bien?-
-Bueno... podría... abrazarme- me miró
Cierto! un abrazo ¿como no lo pensé antes?
-Bien- lo abracé con todo el cuidado posible

[...]

-Estas escuchando?-
-...-
-Camus-
Se dormía cada cinco minutos! Y luego no entendía lo que decía ni del tema que hablamos -No dormiste ya?-
-Si... pero lo que no sabes es que yo no puedo volar-
-Que?-
-Nada...- se acercó hacía mí -Quiero dormir... y tu eres muy cómodo... déjame dormir aquí- se tiró a mi lado en la cama y puso su cabeza encima mío
Era hermoso verlo de esa manera.