"Falling for you"

#O3

Mientras calentábamos la comida las chicas aprovecharon para hablar de lo ocurrido y tontear un poco con respecto a los chicos.

-La cabeza está a punto de estallarme...-decía Dannie recargando su rostro sobre la mesa.

-Quién iba a imaginar que Livier conoce a los chicos de oro...-casi suspira Sol.

-¿Chicos de o...? esperen ¿Cómo es que ustedes los conocen?

-Como ya te lo explicó D.O. cada zona de la ciudad tiene a su grupo de talento artístico, cada vez que se hace alguna feria todos esos grupos se presentan durante el día como parte del entretenimiento....

-¿Algo así como lo que se hace en Japón?

-Sí, justo así. Ellos al parecer están en una academia de baile y canto, pero muchas veces se reúnen a bailar en el parque donde nos encontramos ayer.- Me explicaba Dannie.

-¿Y cómo es que saben sus nombres?

-Pues...

-Tú sabes- intervino Sol –Con los chicos populares siempre es así... tienen seguidoras y ellas investigan todo. Un día estaban unas chicas admirándolos como de costumbre y escuchamos que hablaban de ellos por sus nombres, entonces les preguntamos...

-Vaya... me parece chocante que en todos lados sean tan populares- dije mientras ponía la comida sobre la mesa.

-¿Por qué lo dices?

-En la universidad también lo eran, de hecho a Eriol no le agradaban pero de pronto todo cambió, ni supe cómo. Me resulta increíble que ahora sean tan amigos.

Justo en ese momento llegó mi hermano, mis amigas se levantaron de inmediato y caminaron junto conmigo a la sala; está de más mencionar que estaban muy nerviosas.

-Livier ya lle... Hey, hola chicas, qué agradable sorpresa volver a verlas ¿vinieron a ver a Livier?- saludaba con una enorme sonrisa.

-Hermano, te dije que saldría con ellas hoy...

-Oh es verdad, lo olvidé por un momento. ¿Cómo han estado? Debí suponer que estarían en Seúl dado que sus padres están aquí.

-¿Los has visto?- preguntó Dannie

-Sí, hace algunas semanas atrás...

-¿A mis padres también?- preguntó Sol.

-Sí de hecho estaban reunidos los cuatro- contestó amablemente.

-Come con nosotras, trajimos comida para los cuatro. También hemos traído unos obsequios: estos son para mamá y papá, y estos tres son para ti.- señalé.

-¿Tantos? ¿Y eso?

-Bueno... quería agradecerte por las atenciones que has tenido conmigo, además ellas me ayudaron a escoger los regalos, como no logramos decidirnos por uno, te trajimos los tres. Así que podría decirse que son de nosotras para ti- sonreí.

Mi hermano las observó con bastante ternura y ellas estaban hasta el tope con el sonrojo, pero para mala suerte de ellas, mi hermano las veía de la misma manera que a mí debido a que crecimos juntos y, como eran de mi edad, encontraba mucha relación conmigo y sólo tenía un cariño fraternal.

-Muchas gracias, no debieron molestarse... yo no tengo nada para ustedes.- decía avergonzado.

-No hace falta que nos regales nada...- se adelantó Dannie.

-Sí, con el hecho de recibirnos en tu casa con tal amabilidad es suficiente- apenas podía decir Sol. Yo quería reírme, pero no podía delatarlas frente a mi hermano.