Capítulo 8
Bonnie se veía bastante molesta pero demasiado seductora con ese cabello alborotado a causa del viento y el casco, comenzó a alejarse pero pronto regreso cerca de mi cuando vio a su alrededor. Adorable.
— ¿POR QUE NO TE DETENIAS Y QUE HACEMOS AQUI?
—Te lo dije.
—No, no lo hiciste.
Rayos.
Cuando ella me había preguntado a donde nos dirigíamos y le respondí, había olvidado por completo que ella no podía escucharme. Me patee mentalmente y la observe sintiendo la necesidad de soltar de nuevo la jodida palabra que no había pardo de decir el día de hoy.
—Lo siento, muñeca. Necesito recoger algo del departamento. Nos iremos en un minuto.
Su rostro palideció y observo el lugar a su espalda. — ¿Vives aquí?
—Así es.
Baje de la motocicleta y camine por el camino de grava hacia el departamento. Mire hacia atrás y Bonnie seguía donde mismo abrazándose a sí misma. Esta vez me asegure que su mirada estaba sobre mis labios antes de hablar.
—Muñeca, no creo que sea seguro que te quedes ahí.
—No creo que sea seguro entrar contigo tampoco.
Me reí con ganas y me gire a abrir la puerta. Entre en el lugar y cerré tras de mí. Agradecí que no tuviera un desorden visible por ahora. Me acerque hacia la ventana y observe a Bonnie. Ella continuaba en el mismo lugar abrazándose y mirando en todas las direcciones. Algo debió asustarla porque pego un salto y comenzó a caminar hacia el departamento. Me pare frente a la puerta y espere a que entrara.
—Creo que tienes un record muñeca, nadie había durado tanto ahí afuera solo, menos una chica.
Me dio una clara mirada de molestia y despues observo a su alrededor.
—Quiero irme ya.
Liberé un suspiro y asentí, el día de hoy ambos habíamos tenido suficiente. Observe alrededor esperando no encontrar nada comprometedor.
—Solo tomo lo que necesito y nos vamos.
Una mano pequeña y cálida me sujeto de la mandíbula y me obligo a girar mi rostro. Bonnie fruncía el ceño mientras me observaba.
—Te lo dije Adam, tienes que mirarme cuando hables.
Asentí negándome a disculparme de nuevo. —Solo espera aquí, nos iremos enseguida.
Di un paso hacia atrás alejándome de ella. Aquella acción me había puesto incomodo de alguna manera. Estaba acostumbrado a tocar a las chicas e incluso intimidarlas con eso pero no estaba acostumbrado a que una chica me tocara o al menos no de esa forma. Bonnie seguía observándome con su ceño fruncido. Aclare mi garganta y di media vuelta para dirigirme hacia mi habitación. Entre y me quede ahí de pie en el centro de la habitación con la vista perdida en la nada, ¿Qué estaba sucediendo conmigo? Ella es solo una chica, por dios. Puedo con eso. Tome unas respiraciones y comencé a buscar la mercancía. Más tarde tendría que ir a una fiesta y entregar varios paquetes, realmente no tenía ánimos de ir a ningún jodido lugar solo quería tirarme en el sofá y emborracharme hasta el culo y olvidar las ultimas 24 horas o al menos olvidar todo menos el rostro de Bonnie cuando la bese; sus mejillas se habían vuelto de un color rojo tan intenso que creí que estaba sufriendo un golpe de calor. Mis pensamientos viajaron hacia otra parte y recordé lo suaves que eran sus labios, había sido el beso más soso y patético que había dado en mi vida pero por alguna razón era diferente. NO. Nada es diferente Adam, olvídate de eso. Tome algunas cosas extra, era demasiado como para guardarlo en mis bolcillos. Vacié mis bolcillos sobre mi cama y busque por el lugar mi maleta de lona y comencé a guardar todo de nuevo. Si me harían ir a esa jodida fiesta intentaría vender tanto como me fuera posible. Me quite la cazadora y busque una camiseta limpia. Tenía que hacer una colada esa misma noche si es que tenía tiempo. Me coloque la camiseta negra sin mangas y tome mi chaqueta y la maleta de lona antes de abandonar la habitación. Bonnie se encontraba donde mismo mordiendo la uña de su pulgar mientras miraba a su alrededor con verdadera angustia. A pesar de que no podía escucharme me acerque a ella de manera sigilosa hasta estar justo detrás de ella. El aroma de su cabello me aturdió cuando me incline a besar su mejilla. Ella giro de inmediato y se alejó observándome pero yo aún me encontraba descifrando si su shampo era de manzana verde o alguna jodida fragancia floral que tanto les gustan a las chicas. ¿Qué mierda importa su shampo? Me incorpore de nuevo y sonreí como si nada fuera de lo normal sucediera. Mostré la maleta de lona y ella me dio una mirada bastante acusatoria. Sabía que en la universidad corrían un montón de chismes sobre mí, no sabía que tanto sabía Bonnie pero a juzgar por la mirada que me daba sabía más de lo que me gustaría.
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Listen to your Heart.
RomanceDios del sexo, problemático sin remedio, arrestado más veces de las que puede recordar, tatuajes y perforaciones interesantes en zonas... Interesantes y posible traficante de drogas. Se hablan muchas cosas sobre Adam Keillor pero nadie sabe cuáles...