★Capítulo O7★

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El rizado abrió el sobre &' miró atento el resultado.

- ¿Qué dice, Tahi? - Preguntó ansioso.

- Bonito, el resultado es... Negativo - Suspiró frustrado. - Eres una persona infértil. Lo siento - Lo abrazó con cuidado.

El castaño al escuchar eso, lo invadió una profunda tristeza. Sus ojos se cristalizaron &' un punzante dolor en su cabeza se hizo presente.

- Bonito, será mejor que descanses. Sé que noticias como esta no te hacen bien. Pero no te preocupes, en el futuro podremos adoptar &' formar esa familia que tanto anhelamos - Dijo tratando de calmar un poco al castaño.

- Tahi, por favor déjame solo. Quiero dormir un poco - Intentaba esconder sus lágrimas.

- Está bien, amor. Descansa. Te amo - Le dió un besito en la frente &' se retiró. Cerró la puerta &' cuando estaba a punto de irse, logró escuchar unos sollozos.

Quiso entrar, pero sabía que el castaño quería estar solo para tratar de asimilar lo ocurrido. El ver así a su bonito lo lastimaba. Quería protegerlo de todo. No soportaba verlo sufrir.

Días después...

El castaño aún se estaba recuperando. Pero no quería pasar más tiempo en cama, eso lo aburría. Además necesitaba distraerse en algo para no pensar más en los resultados de su exámen. Eso aún lo tenía triste. Así que decidió llamar al señor Ubaldo &' pedirle que por favor lo dejara trabajar cuanto antes.

Cuando el rizado se enteró, no le pareció una muy buena idea. Su novio aún estaba convaleciente &' el esforzarse podría hacerle daño. Intentó persuadirlo, pero no lo logró.

- Temo, por favor. Aún no estás del todo bien - Dijo preocupado, tomando la mano del castaño. - Primero deja que hablemos con el médico para saber si ya puedes o no trabajar. Es sólo para estar más tranquilos, por favor -

- ¡No! - Soltándose del agarre del contrario. - Ya estoy bien, perfectamente bien. No necesito que un médico me diga lo que tengo que hacer - Suspiró molesto.

El castaño se levantó de la cama pero un fuerte dolor en el costado de su abdomen lo hizo sentarse de nuevo.

- ¿Ves, bonito? ¡Aún no estás bien! Pero eres muy necio. ¡Entiende que me preocupas! - Gritó.

- Fue sólo un pequeño dolorcito. Nada grave - Dijo quejándose un poco &' llevando su mano a la zona donde sentía el dolor. - Además ya hablé con el señor Ubaldo &' me dijo que mañana mismo puedo empezar a trabajar -

El rizado suspiró - Está bien, pero prométeme que te cuidarás - Acarició su mejilla.

- Te lo prometo, Tahi - Sonrió.

Ambos chicos unieron sus labios en un cálido beso pero fueron sorprendidos por un grito.

- ¡Chicos, vengan a comer! - Gritó Diego.

- Uy, mejor vamos antes de que se enoje con nosotros por no ayudarlo con la comida, bueno, conmigo. Porque contigo nunca se enoja - Rodó los ojos.

- Ya, Tahi. Diego no es malo, es sólo un poquito especial - Rió.

- ¿Especial? Es un fastidioso, por no decir idiota - Soltó una carcajada, la cual fue silenciada rápidamente por un pequeño golpe en su cabeza. - ¡Auch! Me dolió, bonito -

- No te golpeé tan fuerte, exagerado - Besó la zona que golpeó. - Vayamos a comer -

Los chicos se sentaron en la mesa &' empezaron a comer. Pero Temo sólo jugaba con la comida.

°•Obsesión•° [Aristemo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora