★Capítulo O6★

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Los hombres vieron salir al chico e inmediatamente lo identificaron gracias a la foto que tenían.

- Ese es el muchacho. Es el hijo de Pancho López. Por fin lo encontramos - Ambos sonreían.

Temo fue a la tienda sin percatarse que un coche negro lo estaba siguiendo con sigilo. Entró &' salió de ésta sin prestar atención a los hombres que bajaban del auto.

Ambos hombres salieron del coche &' se acercaron al chico. Uno de ellos lo tomó por el brazo &' lo empujó hacia la pared, provocando que éste golpeara fuertemente su espalda contra el muro, lo que lo hizo gritar de dolor. Teniendo al chico a su merced, sacó una navaja &' la colocó en el cuello del castaño, justo en la yugular.

Temo se encontraba realmente asustado. - ¡Suéltenme! ¿Quiénes son ustedes? ¿Por qué hacen esto? - Trataba de soltarse del agarrre de esos hombres pero era inútil. Lo superaban en fuerza &' en tamaño.

- Sabemos que tu papá es Pancho López, el millonario... Así que tú nos puedes dar todo el dinero que nosotros necesitamos - Acercó más la navaja al cuello del castaño e hizo salir una gota de sangre.

- N-No les voy a dar nada. Si quieren dinero, busquen una forma honrada &' digna de conseguirlo - Una mueca de dolor se hacía presente en su rostro.

- ¿Estás seguro que no nos darás nada? Sabemos dónde vives &' quién es tu familia. Si no cambias de opinión, lo vas a lamentar - Levantó su brazo &' con su puño, golpeó deliberadamente la mejilla del castaño, haciéndolo caer bruscamente al suelo.

Al momento de caer, Temo golpeó su cabeza contra el concreto, quedando aturdido. Intentó gritar, pero aquel hombre se lo impidió al golpearlo en repetidas ocasiones en el estómago.

El castaño gemía por el intenso dolor. Cuando su vista comenzaba a nublarse, a lo lejos pudo divisar una silueta que se acercaba a él. Quizo ver quién era, pero entonces se desmayó.

Ambos sujetos seguían agrediendo al muchacho, cuando de repente fueron sorprendidos por tres hombres que los apuntaron con armas. Cortaron cartucho, estaban a punto de disparar pero otro hombre apareció &' lo impidió.

Ese hombre era nada más &' nada menos que Ubaldo Ortega.

- ¡Alto! Los quiero vivos. Llévenselos, ya saben a qué lugar. Yo los veré después - Se notaba el enojo en los ojos de Ubaldo. Pero este no era momento de pensar en esos tipos. Rápido corrió hacia Temo. No lo pensó más &' tomó al castaño en sus brazos, llevándolo apresuradamente al departamento.

Al llegar, Aristóteles los vió &' corrió hacia ellos. - ¿Q-Qué pasó? ¿Por qué está Temo así? - Angustiado preguntaba pero no recibía respuesta alguna.

Ubaldo estaba en shock ante tal escena. El ver a Temo inconsciente entre sus brazos le hacía hervir la sangre. Quería matar a esos dos sujetos que se atrevieron a golpear a esa persona que, aunque no sabía muy bien el motivo, sentía que se estaba convirtiendo en lo más importante en su vida.

- ¡Papá! ¿Qué le pasó a Temo? - Gritaba el oji-verde a punto de llorar.

- ¡Rápido, Diego! Llama al doctor de la familia &' dile que venga urgentemente aquí. ¡Pero ya! - Gritó desesperado.

Aristóteles guió a Ubaldo hasta su habitación. Ahí el mayor recostó con sumo cuidado al castaño, mientras el rizado iba por algodón &' alcohol para limpiar las heridas.

- ¿Qué sucedió, señor? ¿Me puede explicar qué hacía usted con mi novio en brazos? - Limpiaba cuidadosamente el rostro del castaño.

- Iba camino a una reunión, pero noté que no traía conmigo mi celular. Así que deduje que lo olvidé aquí. Regresé, pero en cuanto iba llegando, ví que dos hombres estaban golpeando a Temo. Me bajé del auto pero lamentablemente esos sujetos escaparon al verme - Suspiró.

°•Obsesión•° [Aristemo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora