Mini relatos eróticos

La Fruta

"La fruta no siempre tiene que ser prohibida"

Siempre me ha gustado leer relatos eróticos y como toda adolescente o la gran mayoría tuve un diario en su día en el que me desahogaba, por así decirlo, es como la que está necesitada y se hace un dedillo por las noches, para poder dormir, pues más o menos.

[venga si estás leyendo esto no me digas que nunca lo has hecho, y si es así lo haces desde que lees estos relatos...]

Hoy me apetece escribir sobre este tema que a todas les cuesta tanto reconocer.

La masturbación, no es solo masculina nosotras también nos masturbamos, nos excitamos pensando en culos o tetas o bueno lo que cada una se quiera imaginar, o incluso recurrimos a libros eróticos o al porno.

[ No eres peor persona por satisfacerte, "No te vas a quedar ciega eee..." ]

¿Tanto cuesta reconocerlo? "pues si yo me toco, y me encanta".

[así de simple]

"24 de marzo 11 de la noche"

Hace calor, humedad...
Estoy sola en mi habitación.
Se siente el silencio de la casa y el ambiente de tranquilidad. Cierro los ojos porque quiero dormir, pero mi mente se siente inquieta y juguetona.

Daba vueltas en la cama, boca arriba boca abajo, con los pies en el almohada y nada.

[Había sido un día movidito y no podía dejar de pensar que si fueses estado en mi cama estaríamos follando como conejos... y me quede con las ganas]

Decidí buscar una película subida de tono y ver si me calmaba o me ayudaba, más bien.

[A quién voy a engañar a los 10 minutos ya estaba con la mano sobre mis bragas.]

Empiezo a tocarme, primero suave, estoy muy húmeda así que sigo con más fuerza...

Me recosté y metí un dedo pero sabía a poco, así que metí otro y otro, mientras masajeaba mi clítoris.
Seguía mojada por supuesto, cada vez más cachonda y decidí apagar la tele...

[Solo quería cerrar los ojos y no parar hasta correrme pensando en como podría haber sido y no fue.]

No pude evitar gritar, sentía todo mi cuerpo tensionarse del placer.
No paraba de gemir.
Metía y sacaba y cuando sabía que estaba a punto de acabar me detenía.

[ No quería que aquello terminase, era una sensación de "quiero y no puedo". Que hacía estremecerse hasta el último bello de mi piel]

Recuperaba el aliento y volvía a masturbarme.

Hice eso un par de veces hasta que ya no pude más. 

Me los dejé dentro y me toqué como loca el clítoris para llegar al clímax. No paraba de gemir y cuando finalmente exploté en un orgasmo grité.

[ Grité de un placer que me inquietó, por que no sabía el placer increíble que uno mismo puede darse]

Tócate por que si tu te conoces la otra persona puede llegar a conocerte mejor y sino pues eso que te llevas ¿No?

"Por que todas las frutas no son prohibidas y esta debería ser obligatoria, Quémate con tu fuego que nadie mejor que tu sabe lo que puedes llegar a arder "

[me gustaría saber si te has sentido identificada con esta historia ya sabes que hacer 📩]