capitulo 20

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Los hombres le miraron con temor sin embargo sus alfas se alteraron no sabían cómo responder ante el omega. --eres un..-- aquel hombre no podía ni hablar la voz le temblaba y por dentro solo quería huir.

Leo río un poco para luego afirmar con la cabeza -- estúpidos  alfas siempre tienden a subestimar a los omegas-- una carcajada más para que sus pequeños caninos salieran a relucir.

--es imposible que seas puro.. para ello se necesita un linaje que aquí no existe-- grito otro más.

Leo caminó con pasos calmados al rededor de ellos como un cazador estudiando su presa. -- ¿Acaso no me vez?--

Algunos pasaron saliva y otros solo bajaron la cabeza en muestra de respeto. -- debe ser solo una artimaña, aquí hay alguien más, es imposible..- Tirito el primer hombre, retrocediendo y mirando a toda dirección en busca de alguien más o incluso un olor.

-- Es raro no? Que el cazador se vuelva la presa..-- un pequeño resoplido departe el castaño seguido de una mirada hacia los hombres. -- es que a caso son lo suficientemente idiotas para creer que la pureza no existe?.. (jumm) estúpidos alfas --

-- No es posible y basta de esto hay que terminar nuestro trabajo-- griyto otro detrás de varios alfas

Leo se irguió y sonrió con sorna -- en tonces ven enfrentame y doblegate ante mí--

Los alfas atacaron a leo lo que aún inicio fueron solo uno a uno pronto se volvió un uno a 10 no podían contenerlo y ya habían varios cuerpos en el suelo que el mismo leo ocupaba como armas, desmembrado los cuerpos para con esas partes dar una pelea justa para 10 hombres.

La anciana veía todo con miedo con terror tal vez se había equivocado en solo ocultar a este su proceder, leo parecía estar vencido para solo poco después reír y con una sola mano quitarse a otros tantos mientras con la otra estrangulaba a aquellos sucios alfas.

Las horas pasaban y los cuerpos sin vida seguían cayendo, sin embargo los alfas no se cansaban de intentar doblegar al omega. La rabia controlaba al omega sin embargo solo en un descuido, un alfa fue a dar a la cocina y encontraron a la anciana.

El instinto del omega le pedía proteger a la anciana, así que paro y camino hasta ellos para intentar tomar a la indefensa anciana.

--No te atrevas a hacerle daño-- gritó cabreado Leo.

Sin embargo él otro solo negó con una sonrisa -- calma mi querido Leonardo o debería decir Lionel.. sabes que tu cabeza tiene precio? Y uno muy elevado a si que te sugiero que te dejes de tonterías y te doblegues--

Leo miro a la anciana con furia y dolor a la vez.. si ella no era su madre entonces quién era él.

Pronto una aguja se incrustó en su piel, leo jadeo un poco comenzando a toser y a caer de rodillas, no podía ver con claridad y su cabeza parecía querer explotar.

La anciana corrió hasta él y se hinco a su lado, tomo su rostro entre sus manos y llorando le pidió mirarla.

-- Yo, no seré tu madre pero estos días han sido fabulosos hijo, te quiero tanto no fue mi intención hacerte esto.. te qu..--

La anciana no termino de hablar o eso creyó leo ya que cayó en una profunda obscuridad.

Una arma se detonó en dos ocasiones y con ella todo término.










Ambos alfas se miraron con miedo y comenzaron a jadear.. pronto ambos cayeron al frío suelo sudando frío sin posibilidad de poder levantarse debido al fuerte dolor que estaban sintiendo, algunas personas a su alrededor corrieron en su ayuda y llamaron a emergencias, los morenos gritaban como si se les estuviera torturando, las personas les miraban con horror.

Un aroma pútrido e indestructible lleno el ambiente era intolerable por la gente los omegas caían desmayados y los alfas comenzaban a vomitar no podían tratar a los agonizantes seres que se retorcían en plena explanada.

-- debemos hacer algo ya!!-- gritó un medico que había llegado ahí después de el llamado de ayuda de varias personas --oh perderemos a ambos -



-- ambos perdieron a su omega, desgraciadamente ambos al ser puros sin su omega no tendrán control alguno-- mencionó el médico mirando a los familiares. -- debemos ser precavidos en cuanto despierten--



.(◍•ᴗ•◍) Os amo chao.

Mil Pedazos De Mi CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora