Nadie Por Las Calles

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"La Luna de repente nos habló:
"Creced menguantes"
me gustaría saber
si esta ciudad tiene más luz"


Lunes, 16:50

- Flavio

-¡GÈRARD!

-PERDÓN perdón perdón perdón

Cerró la puerta tan rápido como la abrió. Apoyó la espalda en la puerta e intentó borrar de su mente la imágen que acababa de presenciar. Sabía que Flavio estaría en su despacho y que no tenía ninguna reunión a esa hora, lo que no esperaba era encontrarse a su amigo y a Samantha tumbados en la mesa y dándolo todo de puta madre, el próximo día verás como llamas primero, campeón.

Tras varios minutos Samantha salió del despacho. Saludó a Gèrard con un simple "hola" sin mirarle a la cara por más de un segundo y se fue a paso acelerado. Él tampoco esperaba tener una conversación profunda tras verla con su marido en pleno tema. Con suerte en una semana se habrían olvidado de este incidente, o dos, seguramente en menos de un mes la rubia podría cruzar alguna palabra más con Gèrard sin morir de vergüenza en el intento.

Pasó al despacho y cerró la puerta tras si mismo. Tenía la certeza de que su mejor amigo no se iba a enfadar con él, por dios era Flavio, o en otras palabras la persona más maja del mundo. Se acercó a su mesa esperando a que el murciano dejara de mirar la calle por la cristalera, si pretendía hacerse el ofendido no era muy buen actor.

-La próxima vez compro el pestillo más grande de toda la tienda, cabrón- Flavio se empezó a reir nada más terminar la frase, a lo que Gèrard se le sumó, era obvio que no iban a aguantar más de de un minuto serios el uno con el otro.

-Pues ya podeis estar agradeciendo al cielo que haya sido yo el que haya entrado y no cualquier otro, joder ¿Cómo se os ocurre hacerlo con la puerta abierta? ¿Estais locos o qué?

-No había peligro, eres el único que entra sin llamar al despacho del jefe. Lástima que fueras tan oportuno. Me voy a plantear lo de bajarte el sueldo, que lo sepas- señalo amenazante a su amigo con su dedo índice.

-Discúlpeme, no volverá a ocurrir señor Augusto. Ahora en serio, ¿Crees que Sam estará cabreado conmigo?

-No creo, se habrá quedado cortada como yo pero se le pasará. Has cerrado la puerta en nada, de verdad no te ralles por eso, además nos hemos bañado juntos en pelotas miles de veces, no creo que ninguno de los tres vea algo que le sorprenda. Y ahora venga, di que quieres, ¿ha pasado algo con los permisos de construcción?

-No, están todos bien. Es sobre otra cosa - se sentó ante la atenta mirada de Flavio que le acompañó sentándose.

-Te quería preguntar sobre una persona que estuvo en tu boda. Un tal Arnau.

-Hombre, el Arnau. Más majo que es ¿Qué pasa con él?

-¿Tiene una discográfica, no? ¿De qué le conoces?

-Si, es nuestro vecino, el de la casa de al lado justo.

-¿Y tú me podrías dar la dirección de la discográfica? O no se, algo para contactarle aparte de su número de teléfono.

-¿Y para que lo quieres? No habrás vuelto a...

-No, nada que ver. Es por un conocido que tenía que hablar con él por trabajo y quería verle en persona- venga dale que cuela.

-Ah, claro pues le pregunto y te la envío luego. ¿Le digo quien es tu amigo?

-Preferiría que no. Ya hablarán ellos mejor.

Como Si Fueras A Morir Mañana | GeranneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora