Como Si Fueras A Morir Mañana | Geranne

Emborracharme

“Y beber todo ese batido
Acompañarlo después con vino
Beber hasta emborracharme
Hasta caer rendido y levantarme”

—Ay, que me caigo.

—Espera, espera—la cogió de la cintura para evitar la caída—agárrate que ya lo que nos faltaba.

—No puedo, que me voy a hacer pis de la risa—ambos empezaron a reírse mientras intentaban aguantar el equilibrio—jo, que no encuentro las llaves—su intento de expresión triste no valió la pena porque fue sustituida en milésimas de segundos por la risa tonta.

—Normal, tanto bolso que llevas una de mierda ahí dentro…a ver déjame—rebuscó entre los bolsillos para acabar encontrándolas.

Se apoyaron en la puerta para intentar encajar la llave en la cerradura, en esos momentos ni escalar el Everest era tarea más complicada que esa, pasado un cuarto de hora en el que se dedicaron a encontrar la llave correcta y meterla correctamente la giraron y la puerta se abrió llevándoles a ellos detrás.

Por suerte no de dieron de bruces contra el suelo. Al levantar la vista vieron a los dos chicos hechos una bolita en el sofá, ni siquiera se dieron cuenta de que la luz estaba encendida desde antes que llegarán y se tuvieron que mirar el uno al otro para asegurarse de que esta imagen no era fruto del alcohol u otras cosas que hubieran tomado, sino que realmente estaba pasando.

—HOSTIA PUTA

—¿Qué pasa, amor? ¿Le conoces?—Bruno sentía que se había perdido algún capítulo de esa historia porque no se estaba enterando de nada.

—Hombre que sí le conozco, madre mía, voy a contárselo ahora mismo a Eva.

Maialen fue a dejar su bolso en la habitación y a sacar el móvil corriendo para contarle todo el percal. Estaba pletórica, por primera vez le salía bien una carpeta, o eso creía. Volvió corriendo al salón para ver cómo gestionaban esta situación.

—Bru, ¿Les despertamos, no?

—Más bien les despiertas, lo siento pero no voy a ser yo quien sufra las consecuencias de Anne en modo Godzilla—ambos volvieron a reír. Definitivamente quedaba un buen rato para que se les pasara el coloc…la borrachera.

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Anne empezó a sentir como le acariciaban lentamente los rizos, no le gustaba que la despertaran pero si era así tal vez se lo pensaba pero que mono que es al final me va a dar algo. Empezó a abrir los ojos para poder ver a Gèrard y poder agradecerle aquel masaje, lamentablemente no fue esa imagen la que se encontró.

—¡Maialen!

—¡Anne!

—¿¡Anne!?—Gèrard que seguía profundamente dormido se despertó sobresaltado por los gritos de las dos chicas.

—¡Gèrard!

—¿Hola?

—¡BRUNO!—las dos amigas gritaron a la vez, Anne acababa de ser despertada de una manera un tanto brusca y seguía en estado de shock, Maialen a la vista estaba que no se encontraba en plenas facultades y Gèrard miraba la escena como si se encontrara en el cine si todo es así en esta casa quizás lo de las miles de plantas sea lo menos raro.

Anne empezó a asimilar todo ¿Qué hora era? ¿Hace cuánto habían vuelto? ¿De verdad habían estado durmiendo tanto? Lo último que digirió fue que ahora tocarían las malditas presentaciones y solo quería coger el saco y retirarse, puede ser que Gèrard estuviera también un poco loco como ella pero lo de sus amigos era un nivel un tanto superior madre mía que es que me lo van a asustar.