🍂 𝒞𝒽𝒶𝓅𝓉ℯ𝓇 𝒮ℯ𝓋ℯ𝓃 🍂

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🍂 𝓒𝓱𝓪𝓹𝓽𝓮𝓻 𝓼𝓮v𝓮𝓷 🍂

🍂 𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽u𝓵𝓸 𝓭𝓮 𝓭𝓸𝓼 🍂

Nieves de vez en cuando dedicaba una mirada su albino favorito y volvía a tener la mirada fija en su copa de vino. Nunca le había gustado el vino, pero su padre decía que lo importante era con quien lo compartías.

De pronto, Willy se levantó y camino a donde estaba Nieves. Se sentó al lado de la joven que tanto le miraba haciendo que ella se concentrara ahora en el piso, pensando en él por qué Guille se había levantado. Era obvio que a platicar pero cual era él trasfondo del asunto.

—Hola, Ni.—saludó Willy mirando a donde Nieves miraba.

—Hola, Guille. ¿Como has estado?

—Bien, muy bien, ¿y tu?—preguntó mirándole al rostro. De inmediato bajo la mirada, no quería incomodar a Willy.

—De maravilla.—aseguró la joven dándole un trago a su vino. Mañana le compraría una botella del Vinito Barato De Lusu a Luzu.—¿Que hiciste hoy?

—Nada, sólo fui con Fargan y AlexBy.—señaló al que anteriormente le estaba mirando cuando llegó Willy y al chico a su lado, lo conocía de hace un tiempo.—Oí que estuviste con Auron en su consultorio, ¿qué pasó?

Nieves le comentó todo lo de la mañana, claro que como siempre omitió lo de la chamarra que tenía y Willy tampoco se lo recordó. Se saltó los detalles de lo que pensaba acerca de Guille.

—Lo lamentó, ah... a veces odio que Samuel y Rubén nos hicieran esto...—dijo Willy aun mirando al pasto.

—Ya... yo también.

—Lo único bueno es que pude tener una charla contigo muy agradable, así que cuando tengo irá contra uno de ellos dos pienso en ti.—dijo mirando a Nieves. Levantó la vista admirando las estrellas, esa noche lucían muy bien.—Ah... hace mucho frío.

Una sonrisa apareció en el rostro de Nieves, su momento había llegado con lo que dijo Guille en ese momento. Se quitó su chamarra con rapidez para entregársela a Guillermo pasándosela por encima de los hombros. El joven miró desconcertado a la chica que estaba radiante.

—¿Tu no tienes frío?—pregunto sonrojado por el detalle.

—No, este vestido es de lana, aparte, yo estoy acostumbrada al frío. No es nada comparación a donde vivía.—aseguró viendo a Willy.—Y no quiero que tú te enfermes.

—N-No... yo...—balbuceó haciendo que la chica se sintiera más tranquila, al parecer ella no era la única que estaba nerviosa.—Gracias, Ni.

—No hay de que, Guille.

Se quedaron en silencio viendo cómo los demás chicos estaban intentando hacer una fogata para mantenerse calientes y no morir congelados.

Nieves se levantó a ayudarles, les enseño lo básico de las fogatas, al parecer los héroes aún tenían que familiarizarse con que las fogatas no se salieran de control. Por lo que quedaron en un trato, ella les ayudaría con algo que no supieran y ellos le ayudarían a luchar, algo que desde hace tiempo siempre quiso.

Cuando acabo le dedico una mirada a Willy el cual había caído en los brazos de Morfeo. Le movió suavemente el hombro para despertarlo haciendo que el joven soltara un pequeño balbuceo.

—¿Que pasa, Ni?—pregunto adormilado.

—Te estás quedando dormido, anda, te acompaño a tu casa.—comentó ayudándolo a levantarse.

—Seré mucha molestia... yo voy solo, aparte, ya es tarde, no quiero que te vayas sola a tu casa.

—No será molestia alguna, tu casa queda cerca de la mía así que si corro podré llegar sana y salva, Guille.

Willy asintió, ambos se despidieron de los chicos agradeciendo toda esa comida. Alex estaba muy raro mirando a Willy y luego a Nieves, haciendo que la última nombrada se sonrojara cuando veía a donde el chico miraba.

Caminaron en silencio hasta la casa de Guillermo.

—¿Segura que no quieres quedarte?—pregunto Willy.—Ya son más de las doce...

—Tranquilo, se medio defenderme. ¿Mañana quieres ir a por un café?

—¿Me estás pidiendo salir?

—Eh... pues te puedes negar...—balbuceo la chica jugando con sus manos mirando al suelo avergonzada.

—No, no, no, no, no, no... no me iba a negar, ¿en la cafetería? ¿A las diez?

—Me parece genial. Pues nos vemos... ¿mañana?

—Mañana.—confirmó el joven.

—Mañana.—re confirmó Nieves con una sonrisa en el rostro haciéndose para atrás y así desaparecer de la vista del chico.

Al entrar a su casa, Willy se dio cuenta de que se le había olvidado regresar la chamarra a su legítima propietaria. Por primera vez se dio cuenta de que olía a moka.

🌻ℬℯ𝓈𝒾𝒹ℯ ℳℯ🌻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora