Chicago Il, 1920
Narrado Por Candy.
Las hojas de los árboles caen, dando paso a una nueva estación del año, una que sin duda alguna trae amargos recuerdos a mi vida. Fue precisamente durante esta misma estación que perdí a dos seres maravillosos en años diferentes, a quienes llevaré en mi corazón a pesar de haberme despedido de ellos, ese 7 de mayo de 1918, frente a la colina de Poni, el día que cumplí veinte años.
Aún recuerdo ese día como si hubiese sido ayer. Annie en compañía de Archie me entregó el periódico donde pude leer en letras grandes, que después de 2 años finalmente "él" regresaba a los escenarios como protagonista y no como un actor secundario.
Mi corazón se regocijó al leer la nota, a pesar de saber que estaba con "ella" quien durante los meses que se ausentó en el pasado, declaró que lo esperaría todo el tiempo que fuera necesario y cumplió con su palabra.
Recorté aquella nota y la coloqué junto al resto de recortes que comencé a coleccionar desde el día que me enteré por los chicos, que "él" vendría a Chicago y hasta ese día seguí coleccionando a escondidas de todos a pesar del dolor que me causa saberlo tan cerca y a la vez tan lejos e inalcanzable.
Hoy, después de años de no hacerlo, he vuelto abrir mi pequeña y desgastada maleta en donde he guardado celosamente los recortes de periódico desde sus inicios como actor, su desaparición, su regreso a los escenarios, y las cartas que "él" me envío, en donde a pesar de no decirlo abiertamente, dejaba claro entre líneas la profundidad de sus sentimientos, fotografías de nuestra visita al Blue River, fotografías de la escuela de verano en Escocia, cartas de mis amigos, el relicario que la señorita Poni me obsequió y....
Miré una vez más aquella carta que "ella" me envió tras mi regreso a Chicago durante el invierno de 1916, la cual hasta el día de hoy permanece en su sobre y me he rehusado a abrir y leer posteriormente. A pesar de mi negativa a hacerlo, por alguna razón que no comprendo, y a pesar de haberlo intentado, no la he podido destruir.
No puedo evitar que los recuerdos de aquella noche fría que congeló no solo mi piel, sino también mi corazón y mi alma, me golpeen una vez más. Por mas que he intentado rehacer mi vida no he podido conseguirlo.
Días después de la fiesta de cumpleaños sorpresa en el Hogar de Pony en donde descubrí que Albert mi padre adoptivo era además el Principe de Colina, recibí la visita de la señora Elroy en mi pequeño departamento. Cuando la vi frente a mi puerta creí que había llegado para insultarme como muchas veces lo había hecho en el pasado, pero no fue así, sino todo lo contrario. Luego de disculparse por su mal proceder para conmigo, me agradeció el que a pesar de haber expuesto mi reputación hubiese cuidado de Albert durante todo el tiempo que estuvo amnésico. Pero las cosas no quedaron ahí, la señora Elroy me sorprendió cuando me dijo que nada la honraría más que yo ocupara el lugar que como hija adoptiva de los Ardley me correspondía. Acepté su propuesta porque estaba cansada de enfrentar la vida sola y no porque en realidad lo estuviera, contaba con el apoyo de las dos mujeres a quienes considero mis madres, pero ocultaba frente a ellas mi dolor refugiándome en el trabajo y otras ocupaciones para que no notaran mi tristeza, lo menos que deseaba era preocuparlas por mi condición; sino porque necesitaba distraerme de otra manera y consideré que las clases de refinamiento, música, bordado en las que estaba segura sería sometida, me ayudarían a despejar mi mente. Y no me equivoqué, me ayudaron por algún tiempo hasta que llegó la fiesta de mi presentación oficial como la hija de los Ardley. A partir de ahí mi vida se convirtió en un caos. Vinieron las fiestas y los compromisos sociales en donde debía acudir junto a Albert y por último y lo que mas temí, llegaron los pretendientes y propuestas de matrimonio las cuales rechacé una a una hasta el día de hoy con la esperanza que "él" volviera a mi algún día, pero hace unas semanas, Elisa se encargó de hacerme saber que finalmente "ellos" habían anunciado su compromiso y su pronto enlace matrimonial. La muy víbora se tomó la molestia de viajar desde Florida solo para mostrarme la nota del periódico y decirme:
ESTÁS LEYENDO
Yo Me Opongo
FanfictionUna sucia trampa al descubierto y una carta sin leer son el detonante para quien renunció en el pasado al gran amor de su vida, haga algo que nadie imaginó, dejando a muchos con la mandíbula desencajada y a otros con una gran sonrisa tras gritar a t...