Moonlight ;kuromahi

20 - Pesadilla.

    Al llegar a su departamento, lo primero que hizo fue tirarse en la cama, no quería ser molestado, Tsuyuki le había recomendado dormir un poco y luego volver al día siguiente, pero verdaderamente no quería estar lejos de su Servamp, pero tampoco quería causar problemas, por lo que accedió.
    Su tío no le dijo nada cuando llego, el castaño mayor vio el semblante de su sobrino, por lo que se abstuvo de preguntarle como estaba o que había sucedido. El castaño solo se acostó y perdió el conocimiento en ese mismo instante, había tenido un día tan pesado y doloroso que su cuerpo necesitaba en descanso al igual que su mente. Todavía tenía dudas pero estaba dispuesto a solucionarlas, necesitaba hablar de una vez por todas con el vampiro. Ya había pasado mucho, necesitaba que todo volviera a ser como antes. Haría hasta lo imposible si era necesario, pero quería volver.

    Había escuchado sonidos desde lejos pero se negaba a despertar, hasta que se volvieron muy fuertes, asustando al castaño. Eran golpes, pisadas, hasta gritos. Pero este sintió más temor al darse cuenta que no estaba en su habitación, para ser específicos, no sabia donde estaba, no podía ver nada, más que solo oscuridad. Froto sus ojos, desesperado por ver algo, más no lograba nada, pero si pudo escuchar pisadas, que iban acercándose, con temor retrocedió pero choco con algo, más bien, con alguien. Se volteo, quedando en frente de aquel peli celeste que estaba en su cabeza todo el tiempo, el cual tenía sus ojos negros y una mirada llena de extrema muerte. Se asusto demasiado y empezó a correr, pero en el trayecto, unos sollozos lo dejaron desconcertado, frenando en seco.

    Se dio vuelta con mucha lentitud, estaba aterrado y su cuerpo lo demostraba. Cuando sus ojos fijaron de donde provenían los sollozos, quedo totalmente confundido y triste. Su Servamp se encontraba de rodillas, mientras aquellos ojos rojos, soltaban lagrimas sin parar, mientras que de sus manos caía sangre. Trato de acercarse, más su cuerpo no se movió, trato de pedir ayuda, más su voz no salía, entonces, al igual que el vampiro, sus ojos empezaron a derramar lagrimas, totalmente abatido, por no poder ayudar.

    —Mahiru, perdóname......soy un monstruo...—hablo el vampiro, mientras empezaba a desvanecerse en la oscuridad. Trato de hacer algo pero su cuerpo seguía sin responder.

    Despertó, abriendo los ojos, cayendo a cuentas que esa horrible experiencia no había sido más que una pesadilla. Su cuerpo estaba paralizado mientras volvía a llorar, casi gritando. Ver a su vampiro llorando y pidiendo perdón era completamente doloroso, necesitaba que su vampiro volviera. Lo necesitaba tanto.

    Su tío entro en la habitación casi al instante, estaba preparando el desayuno cuando escucho ruidos desde la habitación del castaño, asustando lo en el momento. Lo primero y único que pudo hacer, fue abrazar a Mahiru, trasmitiendo calma y asegurando que todo estaba bien, aunque realmente no fuera así. Sabia que el menor estaba pasando por una situación difícil, ayer había recibido llamada de todos los demás para saber como se encontraba, pero el tenía la misma información que ellos.

    —Mahiru....¿Qué sucedió? —hablo una vez que el castaño menor había calmado su llanto.

    —Y-yo....tuve una p-pesadilla —mientras trataba de regular su respiración— Tío...¿Tu crees que Kuro volverá?

    —Mira Mahiru, para ser sincero, no tenía idea de que existían los vampiros en primer lugar, ni que tu estuvieras relacionados con ellos —para el había sido como si fuera parte de una película de acción— Pero si, tu de verdad lo quieres, va a estar todo bien...¿El amor siempre triunfa no?

Sin comentarios sobre este capitulo. Besitos.