Capítulo 5

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Una semana después de aquella noche, Saint se encontraba en su habitación leyendo un libro sin poder dormir, esa horrible noche en donde salió corriendo a encerrarse en el baño de su habitación en donde se había quedado dormido en el baño; había despertado al día siguiente en la cama, él no estaba seguro de haberse levantando esa madrugada para acostarse en su cama su mente bloqueó sus recuerdos después de encerrarse en el baño y dormirse.

Un día después de aquella noches, Perth irrumpió en su habitación diciéndole que ya no era necesario ir mas a el club y sin importar que Saint se encontraba aun medio dormido entró a su armario y sacó toda la vestimenta que él mismo en alguna ocasión le había obligado a usar para bailar para esos asquerosos.

Y Saint no va a mentir, estaba agradecido de no tener que volver a ese lugar nunca más, aunque la misma rutina en la que se había acostumbrado no cambió mucho, excepto por las salidas a el club, Saint se la pasaba encerrado día y noche en ese departamento. de su habitación a la cocina de la cocina a el patio y del patio de vuelta a su habitación, y ya no sabia que era peor, si el club o ese maldito encierro.

Aunque cualquier cosa era mejor, mucho mejor que estar pasando frio y hambre en las calles.

Suspiró profundo al escuchar el auto llegar en la lejanía y miró el reloj a su lado de la cama; eras las once de la noche.

— Maldito perro — gruñó Saint al saber de quien se trataba, Perth parecía un jodido perro en celo esas semanas.

Cada noche traía a una mujer distinta y se las follaba en la habitación de el frente, se preguntaba la razón del por que tendría que ser esa jodida habitación y no la suya, y aunque no quería darle vueltas a el asunto, le molestaba el por que por que mierda no lo hacía, todas las noches Saint tenía que escuchar los malditos gemidos de gatas en celo de esas mujeres.

Pero el problema venia cuando Perth terminaba de fornicar con ellas, porque después de eso comenzaba a destrozar la sala de estar, Saint se preguntaba si Perth tenía bipolaridad y una muy grave.

Y esa noche no era diferente, Saint escuchó la puerta de en frente y luego los jodidos gemidos, aunque esta vez no fueron suaves gemidos era uno alto y varonil por lo que esta vez la curiosidad le pudo mas, por lo que se levantó de la cama abriendo la puerta de su propia habitación suavemente y se dirige a la habitación que está en frente viendo la luz encendida al estar la puerta un poco semiabierta se asomó con cuidado y lo primero que ve es a Perth sentando al borde de la cama con las piernas abiertas y una chica arrodillada ante él, Saint frunce el seño al darse cuenta que es la misma mujer de la otra noche, se da cuenta por que esta frente de Perth y este le daba la espalda a Saint en la puerta, pero puede darse cuenta de cómo su cuerpo está tenso y está respirando hondamente.

— Vamos Tigre ¿por qué te contienes?, ¿por qué no dejas que tu mente se imagine lo que te dije hace un momento?, crees que no me di cuenta antes — la voz de aquella mujer llegó a los oídos de Saint quien se encontraba espiando en mitad de la noche aquello — sé que te gusta ese niño, además ya es la segunda vez que me llamas por ese nombre, — Saint arrugó su ceño, al escucharla. — no entiendo porque haces todo esto, y no me interesa, yo sólo quiero ayudarte.

Acto seguido alza la cabeza solo un poco para después pasar su lengua en la polla de Perth, este no le responde nada, aquella mujer miró hacia su dirección haciendo que Saint se asustara, sin embargo, no le da tiempo de ocultarse, Saint entra en pánico, pero en vez de enojarse, como piensa la chica le sonríe disimuladamente y después le guiña el ojo. Al parecer Perth no la estaba mirando por que no se da cuenta de nada, y Saint, aunque quiere irse de nuevo a su habitación, le intriga saber por qué aquella mujer hizo eso.

— Aquella noche ni si quiera acabaste, me corriste como un perro, — suspiro con leve puchero —pero esta noche quiero que acabes, sólo no te contengas; imagina que no soy yo... — su mirada bajó hacia la polla de Perth y pasó su lengua desde la base hasta la punta... — sólo imagina que es ese niño, sabes que a mí no me molesta que disfrutes pensando en otra o en otro, ya que muchas veces te he utilizado a ti en el pasado ¿Lo harás, no vas a contenerte? — le pregunta a Perth, su respiración es más errática ahora, a pesar de que no pareciera estar prestándole atención sus palabras calaron muy hondo en sus pensamientos, por lo que agarra su cabello y hace que se meta la polla de lleno en su boca. ella solo sonríe satisfecha para sus adentros, después de eso comienza a chuparle la polla a Perth, y sus gemido son suaves y excitantes, Saint no puede evitar deleitarse con ellos nunca lo había visto en esa faceta y lo cierto es que después de aquella noche en la cocina tenia curiosidad, y ver y escucharlo decir su nombre lo llenó de un sentimiento extraño porque justo esa noche, fue que pudo ser consciente de que Perth gemía su nombre mientras esa bonita mujer le hacia una mamada y después de escuchar su conversación, ahora está seguro que Perth lo estaba imaginando a él de rodillas ante él y no a esa mujer.

Eres Mío Pequeño Vol.1 [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora