Capítulo 18

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Una hora después Perth seguía en la habitación con Saint, y aunque su amigo le había advertido de que no despertaría aun, tenía la esperanza de que lo hiciera, después de verlo llorar por sus palabras creía que lo haría, por lo menos tenía el consuelo de que muy en su estado de sueño, Saint, su pequeño, lo estaba escuchando.

Había cambiado de posición luego de un rato, ahora su cabeza estaba apoyada en el hombro de Saint, tenían sus manos entrelazadas, aunque el agarre de Saint era flojo, se había quedado así no sabía desde cuándo, no le importaba la incómoda posición y ni si su propio hombro saldría resentido después, lo único que quería era estar cerca de su pequeño.

Sus ojos estaban cerrados, escuchando la respiración calmada del contrario, hasta que sintió un leve apretón en su mano, abrió los ojos cuando el agarre se hizo mas apretado y el cuerpo de Saint se movió un poco. Su sorpresa fue grata cuando aquellos ojos color avellana reparaban todo en la habitación, con el entrecejo un poco fruncido.

Incluso si estaba un poco desorientado aquellos iris no perdían aquel bonito brillo en sus pupilas.

— Hey — la sonrisa de Perth fue instantánea cuando aquella mirada fue dirigida a él

— Hola. — Saint corresponde de igual forma con una sonrisa, que acelera el pulso del mayor.

— Hola mi pequeño, ¿estas bien te duelen algo? — cuestiona Perth y Saint niega con la cabeza haciendo que el contrario lo mire con dudas — ¿estás seguro?

— Si, — afirmo acomodándose mejor en la pequeña camilla, con cuidado, Perth le acomodó la almohada y colocó mejor su cabeza — tengo sed — Perth se inclinó un poco para darle un poco de agua y retiró la pajita de su boca cuando Saint se dio por satisfecho y esta vez, el mayor se sentó en la silla a su lado.

— ¿Qué pasó? — e incluso si no quería, Saint dio una mueca de dolor cuando intento inclinarse más.

— Esta bien, no puedes moverte todavía Saint.

— ¿Qué me pasó? — esta vez preguntó al darse cuenta el lugar en donde se encontraba.

— ¿No recuerdas nada de lo que pasó Saint?

— Emm — dudó cerrando los ojos con fuerza, porque sentía el cuerpo adormilado — bueno, yo estaba con James viendo una película. recuerdo que quería unos libros y decidimos salir, estaba comprando los libros y luego salí de la librería, después nada todo está borroso, ¿Qué fue lo que pasó, porque estoy en el hospital — Saint estaba confundido, incluso. ¿Cuántos días habían pasado?

—Tranquilo — Perth besó el dorso de su mano — quizás es el shock que sufriste, tu mente está bloqueando lo que te lástima. Pero no quiero que pienses en eso ahora, ¿de acuerdo? — Saint asintió mirándolo — tengo una sorpresa para ti.

Y aunque sabia que estaba mal en evadir lo ocurrido, no quería que su pequeño se agobiara con ello ahora, por lo pronto quería al menos, mirar una bonita sonrisa en aquel lindo rostro.

— ¿Una... una sorpresa? — Saint le miró

— Si, una sorpresa. — Perth que hasta ese momento tenía sus manos entrelazada con Saint lo soltó solo por un momento y buscó entre sus bolsillos sacando su celular, luego de desbloquearlo, busca las fotos que su amigo le había mandado y le muestra las fotos, a un confundido Saint.

— ¿Qué te parece esta casa?, ¿te gusta? — Saint no quitaba la mirada de aquellas fotos, donde aparecía el interior de una bonita casa, su patio con piscina, la sala, las habitaciones, el exterior y la grande y hermosa cocina.

— Es una casa hermosa, — dijo cuando las fotos se repitieron — sí me gusta, pero ¿Por qué me preguntas si me gusta?

— Porque si te gusta, será nuestro nuevo hogar.

Eres Mío Pequeño Vol.1 [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora