Capítulo 4

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No sabia por que lloraba, no sabia si era el hecho de no saber a ciencia cierta qué pasó con Josh que pasará con él, o el hecho de haber presenciado aquella escena de Perth con esa mujer, de lo único que estaba seguro Saint era del apretón en el pecho que no podía soportar, Saint estaba seguro que ese había sido el día en que más había llorando después de mucho tiempo.

Se sentía perdido por sus sentimientos, nunca se había sentido así tan lastimado y no sabia que hacer para detener sus estúpidas lagrimas provocadas por el imbécil que tenía en frente.

Retrocedió cuando Perth da algunos pasos entrando a la habitación con la mirada llena de desconcierto al verlo así.

— Saint no llores, yo no debí traer a Miranda lo siento...

— ¿Dónde está Josh, que le hiciste? — Saint corta, lo que para él es una estúpida explicación, preguntándole lo que de verdad a él le importa.

Y su expresión de sorprendido a enojado cambia en un dos por tres.

— ¿Josh?, ¿Quieres saber del imbécil de Josh? ¿es por él que estas así?

— Por favor dime que le hiciste, por favor no lo lastimes haré lo que me pidas pero no le hagas daño por favor amo — se atreve a rogarle y si es necesario hacer lo que él quiera lo hará con tal de que con eso asegure el bienestar de Josh.

— No se puede lastimar algo que ya no existe. — Perth suelta con frialdad que hace estremecer a Saint, no tardando mucho en asimilar y entender sus palabras.

— ¡Eres un maldito!, ¡te odio! ¡te odio! Con todas mis fuerzas. — se avienta sobre él y lo golpea en su pecho con rabia, Perth no hace nada para detenerlo, sólo se queda allí recibiendo los golpes que Saint le da, viendo como estos cada vez son más débiles, sus pequeños puños se detienen y cae de rodillas llorando sin fuerzas ya, no pudiendo creer que Josh este muerto y todo por su culpa.

— Saint deja de llorar por ese estúpido que no vale la pena. — no lo escucha, Saint piensa en el último momento que estuvo con Josh y sus sollozos se hacen más audibles. ¿Cómo aquella noche pudo cambiar tanto en un abrir y cerrar de ojos?.

Perth frunce el ceño molesto, y agarra el brazo de saint fuertemente haciendo que se levante para mirarlo de frente. — ¿Tanto lo amabas eh, Saint? ¿Tanto lo querías como para que estés así; llorando como una maldita perra por su jodida polla? Pues que crees, él solo quería joderte el maldito culo, no te amaba.

— ¡Eso es mentira! Josh me amaba. y si, ¡lo amaba! lo amo, lo amo con todo mi corazón, no veo la hora en la que te mueras para poder largarme de este maldito lugar, y escapara de ti maldito imbécil hijo de puta. — Saint le grita con rabia sin dejar de mirarlo; sus ojos estaban rojos, llenos de lágrimas y de puro odio hacia Perth

— ¿Ah sí?, Pues hasta que ese día llegue me tendrás que aguantar, — le dice de igual manera ya jodidamente fastidiado — vamos. — lo hala fuera de su habitación y Saint jadea al ser casi arrastrado, saliendo por el pasillo

— ¿A dónde vamos? ¡suéltame, suéltame! por favor, Perth, suéltame — se retuerce Saint golpeando su brazo en un intento inútil porque lo soltara.

Perth gruñe mas molesto que antes, tanto por los golpes recibidos como por la maldita voz de Saint pronunciando su nombre. Perth había descubierto años atrás que escucharlo decir su nombre con aquella voz dulce, hacia a su mente tener pensamientos demasiado obscenos para su propio bien, por lo que lo obligó a llamarlo por el estúpido apodo de "Amo" no podía soportarlo mucho; si seguía escuchando su nombre de aquella boca, con aquella voz tan dulce y angelical estaba seguro perdería los estribos. Y la noche que llegó del club y Saint lo estaba esperando como todas las noches para cenar después de compartirla con Saint, este  se había quedado dormido en el sofá mientras estaba llorando, teniendo una pesadilla, Perth solo pudo quedarse paralizado al escuchar lo que decía en sus sueños.

Eres Mío Pequeño Vol.1 [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora