Cap 4: El tigre

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—Chuuya, cállate ya, ahí vienen —exclamó la chica mientras se asomaba hacia el callejón desde el techo de un edificio. Según Mori, debían prestar atención a lo que sucedía con el tigre, y no intervenir por ningún motivo.

—¿No crees qué ver esto es mucho para ti? —preguntó con burla Chuuya al ver el momento en que una tipa rubia le dispara sin pensar a una colegiala.

—Trabajo uniendo muertos —Hayami rodó los ojos. —Esto no es nada que no haya visto ya.

La ojimorada se esperaba algo más interesante debido a lo que habían dicho de aquel extraño tigre, pero en aquel lugar sólo había tres novatos, de los cuales solo uno quedaba en pie.

—Estoy aburrida, Chuuya. Quiero ver al tigre, nunca he intentado unir a mis bebés con animales, ¿crees que funcione?

—Cierra la boca y observa —masculló el pelirrojo, fijando su atención en lo que sucedía abajo.

—¡Pensé que mis órdenes eran dejar con vida al hombre tigre! —gritó un chico de pelo negro mientras abofeteaba a la misma tipa que antes había disparado.

—Esto es más aburrido todavía, hay que dejarlo con vida —suspiró la morena. Estaba a punto de levantarse y empezar a molestar al del sombrero cuando el peliblanco empezó a evolucionar.

Digo, a cambiar su forma.

—¡Olvídalo, ya se transformó! ¡Uh, se viene lo bueno! ¡Ay no, no, no. Ya lo picaron a la mitad, ya no tenemos nada! ¡CHUUYA ERA UNA ILUSIÓN! ¡Esto es mejor que-¿¡Qué mierda!? —De pronto, un chico con muchas vendas en sus manos detuvo la pelea...

—Diablos, cuando por fin se ponía interesante...—La femina hizo un puchero. —Sólo bastó con tocar a ambos chicos para detenerlo todo, ¿es que tiene la habilidad de bloquear habilidades? Genial.

Muchos diálogos entre ellos, todo pasó demasiado rápido.

—¿Cómo esta pelea terminó contra un miembro de la Port Mafia y un ex miembro de la misma? —preguntó al aire la vigilante.

Que fuerte.

—Chuuya ahí está el chico... ¿Crees que pueda ir, tomarlo y regresarme? —preguntó Hayami mientras apretaba sus manos en puños, ahora sí que quería a ese chico.

—¿Eres estúpida? No lo lograrás —dijo el pelirrojo sin tapujos mirando fijamente al pelimarrón.

—Lo conoces, ¿cierto?

El chico miró desconcertado a su acompañante.

—Tengo una buena percepción de mi alrededor —La chica asintió. —Y puedo notar como lo miras... ah, y también puedo leer mentes, nunca lo olvides. Ya que no quiero ver en tu mente cosas obsenas y no aptas para mi mente santa.

—Tú no puedes leer mentes —masculló el chico apretando los puños. —¿Acaso nunca puedes tomarte en serio algo?

—Negativo —Hayami hizo una señal militar. —Y tampoco se seguir consejos, así que voy por mi próximo be-.

La de piel morena intentó saltar hacia la acción. Pero Chuuya fue más rápido y la atrapó en el aire, dejándola flotando arriba de todo.

—Realmente no tienes nada de cerebro —Escupió el pelirrojo antes de empezar a caminar en dirección opuesta a la pelea, llevándose a la pelimorada con él.

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—No me merecen, no me merecen para nada —sollozó Hayami mientras aplastaba más su cara en uno de los sillones de la Port Mafia.

—¿Ahora qué le pasa? —preguntó uno de los tantos subordinados del lugar.

—¡EL ABUELO NO ME LLEVÓ CON ÉL! —gritó la chica respondiendo la pregunta.

—¿El... Abuelo?

—Sí, sí. Ya saben, lleva guantes y un monóculo —sollozó de nuevo. —E-Escuché que entró a un lugar e hizo una masacre.

—¿Qué lugar? —preguntó uno.

—¿¡Y cómo se supone qué lo sepa si no me llevó!? —respondió Hayami. —¡PERO HIZO UNA MASACRE! ¡Y NI UN MISERO PIE ME TRAJO!

Ahogó sus gritos contra el sofá...

Había gente muy desconsiderada en el mundo.

—Oye, yo soy el único que puede decirle abuelo al abuelo —aclaró un chico que entraba a la sala en donde lloraba la chica.

—¡Y ahora curitas quiere quitarme el apodo para el abuelo! ¡Si quieres quítame también mi habilidad, o mi virginidad!

—¿Curitas? —ignorando lo restante dicho por la pelimorada, el chico repitió enfadado lo primero. —¡¿Qué coño quieres decir con eso?!

—¡Es porque siempre llevas esa curita en la nariz! ¡¿Por qué?! ¡No lo entiendo!

Hayami se sentía histérica. No haber hecho algo en esos últimos días la estaba consumiendo.

—¡¿Y por qué ahora la estás pagando conmigo?! —gritó de regreso el chico.

—¡NO LO SE! ¡PERDÓN! ¡SÓLO QUIERO CREAR UN BEBÉ!

El chico se sonrojó al oírla —¿Q-Qué?

—¿Q-Quieres ayudarme? —Hayami sorbió su nariz, levantándose lentamente bajo la mirada atónita del chico. —C-Creo que tú serías bueno para eso.

—¿D-De qué hablas? Y-Yo —Por primera vez en mucho tiempo, el chico no sabía que decir o hacer en frente de una situación.

—H-Hayami-san... creo que esas cosas deberían hacerse en privado y... —Por alguna razón, todos los presentes en aquella sala veían sonrojados a la chica.

—¿Ustedes también quieren ayudar? —Esa pregunta tumbó a muchos soldados. Algunos sólo negaron, otros resistieron a decir que sí, mientras otros sólo huyeron del lugar.

—Entonces... —La morena se acercó al teñido. —¿Cuándo es la próxima misión?

—¿Eh?

—Dijiste que me ibas a ayudar a crear un bebé. Y si no tengo un cadáver, no puedo hacer nada.

—A-Ah, a eso te referías —Curitas suspiró aliviado. Dejando salir todo el aire que había estado reteniendo.

—¿En qué estabas pensado, pervertido? —preguntó Hayami.

—¿Y-Yo? En nada... —El chico giró su rostro en busca de ocultar su sonrojo.

—Umm... —La pelimorada se alejó. —Te lo dejaré pasar por esta vez ya que me ayudarás. Pero te estaré vigilando.

Uniones Oscuras [Bungou Stray Dogs X OC]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora