Capítulo 16: Sentimientos

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—¡Traeré a Chuuya aquí y verás como me ama! —La menor la señaló acusatoriamente. —¡Lo recordarás! ¡¿Y sabes qué?! ¡Le haré un hijo!

Con un portazo salió del lugar, dejando a la de pelo largo con una sonrisa nostálgica en su rostro.

—Espera un momento, ¡Hayami, aún no te he dado permiso de salir! —La mayor corrió hacia la puerta de su oficina, saliendo a toda prisa del lugar. —¡HAYAMI!

—¡Nunca me atraparás, perra! —La nombrada corrió más rápido al tiempo que doblaba una esquina. —¡Chuuya, voy por ti!

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—Hemos derrotado a Guild... ¿Eh?

En un lugar totalmente aparte de la pelimorada, tres adultos miraban la gran ciudad de Yokohama desde las alturas mientras servían en sus copas vino de la mejor calidad.

—Nunca dudé de nosotros, para empezar.

—Eso es obvio, jefe —El más bajo de todos llevo la copa a sus labios, degustando el sabor dulce del vino.

—Pero aún no te noto satisfecho, Chuuya. ¿Puedes decirme que te molesta? —Mori dirigió su mirada al pelirrojo, fijándose en el ceño que traía en la cara.

—No es nada de importancia, jefe. Sé que lo resolveré pronto.

—¿Tiene algo que ver la chica sobre la que me preguntaste el otro día? —Kouyou habló, viendo coquetamente al chico.

—¿Q-Qué? —Chuuya se atragantó con su bebida. —¡Claro que no! ¿P-Por qué crees eso?

—Oh, ¿así qué es eso? —El pelinegro sonrió también. —¿Y qué pasa con la pequeña Hayami? ¿No te hace caso?

—¡No es eso! —exclamó el chico. —Solo...

—¿Te da vergüenza expresar tus sentimientos? —El líder de la Port Mafia dejó su copa de vino a un lado. —Creí que ella ya había dado el paso.

—No ha aparecido aún —Un resoplido escapó de sus labios. —Como no hemos conseguido algún cadáver o algún rastro de ella, creemos que regresó a Corpse.

—Así que eso es —El pelinegro suspiró. —Entonces solo debemos mover nuestras piezas de nuevo. No es difícil conseguirlos, es una organización pequeña sin el ingenio suficiente para permanecer totalmente escondido.

—Concuerdo —La mujer en la sala asintió. —Será pan comido.

—Entonces daré la orden —A pesar de la expresión neutra en la cara del pelirrojo, sus ojos demostraban agradecimiento hacia su jefe.

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—¿Por qué mierda estaban en una colina? —murmuró Hayami volteando a ver el gran montículo de tierra que había bajado y dejado atrás ya hace unas horas. —Si querían esconderse entonces mejor vivan en las cloacas.

Llevó su vista al frente y retomó su camino, limpiando las gotas de sudor de su frente.

—Si Chuuya por lo menos no me besa cuando me vea, lo voy a castrar y usaré sus bolas para un bebé. Estas dos horas y media de caminata solo para bajar de allí no serán en vano.

La chica no detuvo su andar hasta llegar a su objetivo. Y en cuanto la edificación de la Port Mafia se hizo presente a sus ojos, suspiró de alivio.

—Por fin llegué —murmuró en gloria. —Ahora, a por mi macho.

Se adentró al lugar sin pensarlo, agitando su mano de manera frenética cerca de su cara para intentar refrescarse un poco.

—¡Chicos, ya regresé! —giró su cabeza en busca de seres humanos, pero por alguna razón, la sala de estar estaba completamente vacía.

Uniones Oscuras [Bungou Stray Dogs X OC]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora