Capítulo 6: Acercamiento

964 134 8
                                    

—Así que fallaste en tu primera misión —Chuuya miró a la chica por encima del hombro, como si fuera solo una insignificante hormiga.

—Realmente, soy la única que salió sin heridas o fue derrotada... Así que creo que yo fui la única que hizo algo bien —refutó la misma mientras terminaba de limpiar sus uñas.

—¿De qué hablas? Todos fueron ignorantes al no lograr nada.

—No es como que tú nunca hubieses fallado en algo, Chuuya —La fémina miró directamente a sus ojos. —Y creo que no deberías estar aquí regañándome por eso, sino que deberías estar acompañándome al cementerio.

—¿Aún sigues con eso? Si hubieses hecho bien la misión, no tendría que acompañarte, ya tendrías algo con lo que construir.

—Eran gente con poderes, listo —Los orbes morados rodaron en ironía. —Si en verdad lograba algo, como mucho hubiera sido uno, y con eso no hago nada, necesito varias partes de varias personas.

—Creo que tu habilidad es bastante exagerada, ¿no es mejor solo darle vida a un cuerpo?

—Yo no elegí mi habilidad —Hayami alzó sus hombros. —Creo que ya terminé aquí —vislumbró sus uñas recien cortadas. —Ya podemos irnos.

—Hey, espera un momento —El de sombrero detuvo el andar ajeno con su poder. —Yo nunca dije si podías ir o no.

—¡Por eso te dije que fueras conmigo! —Hayami intentó liberarse. —Oh, vamos. Me he portado bien estos días, hasta te hice un waffle, creo que eso es suficiente para dejarme ir al cementerio.

El varón pareció pensarlo un poco, para terminar chasqueando su lengua. —Está bien, pero será sólo por una hora.

—¡¿Qué?! ¡¿Acaso tengo cara de excavadora?! Dudo que tú vayas a tomar una pala y desenterrar huesos, necesito más tiempo.

—¿Qué tanto?

—Siempre tardo alrededor de cinco horas si busco a alguien desde cero.

—¡¿Qué?! —Esta vez fue el turno de Chuuya para gritar. —¡Eso es exageradamente largo, olvídalo!

—¡Entonces sólo no vengas y listo! —A pesar de todo lo que hizo, siempre sería en vano su intento de escapar. —¡Además, sería todo más fácil si solo se dejarán usar algunos de ustedes! ¡Pero les da miedo el éxito!

—¡Estás loca! ¡¿Acaso ves a todos los humanos como juguetes?! —Ya era normal oír a esos dos pelear, por lo que todo aquel que pasaba por su lado, sólo se sentaba en frente a disfrutar del show.

—¡¿Y cómo se supone qué los vea sino?! —Hayami suspiró, nadie nunca entendería realmente el verdadero uso de los humanos.

—Solo... Solo déjalo así —cansado de seguir peleando en una batalla que no iba a ganar, se dio la vuelta. —Muévete o me arrepentiré y me iré sin ti.

—¡Por fin recapacitaste, hombre guapo! —Hayami aceleró su paso para quedar a la par del chico. —Sabía que eras una buena opción.

.
.
.

—Veamos... veamos... —La pelimorada recorrió poco a poco el lugar con su mirada. —Es hermoso —llevó una mano a su boca, tapando como pudo los jadeos que amenazaban a salir de esta junto a sus lágrimas. —Extrañé tanto esto.

—Que exagerada —masculló por lo bajo el pelirrojo a un lado de todo.

—Bien, manos a la obra.

Pasaron varias horas, en la cuales Hayami se encargó de revisar cada tumba que se le pasaba por el frente, y Chuuya se encargaba de bostezar mientras jugaba con su celular.

—¡Listo! ¡Creí que luego de tanta abstinencia podría haber perdido el toque, pero sigo haciéndolo igual de bien!

—Ya era hora —El de orbes grises suspiró. —¿Qué fue lo qu-¡Ay que asco!

El varón retuvo las ganas de soltar su almuerzo en ese lugar al ver toda clase de partes del cuerpo en una carretilla. —Eso huele espantoso.

—Bueno... Son muertos —Por un momento, el chico juró haber visto sus ojos oscurecerse por unos instantes. —Pero está bien, aún no han llegado a la etapa de descomposición, puedo hacer a mi bebé hoy, y usarlo mañana.

—¿Acaso no tienes sentido del olfato? —Chuuya tapó su nariz asqueado. —¿De verdad podrás trabajar soportando este olor?

—¿De qué hablas? Tienen un buen olor —Hayami tomó un brazo y lo acercó a su nariz, olfateándolo. —Normalmente me gusta trabajar con partes más nuevas para más duración, pero estas están en un buen punto... solo tócalas para que veas.

—¡No! ¡No, que asco! —El varón se alejó, respirando pesadamente en un intento de alejar las arcadas que arremetían con llegar a él.

—Eres una mamita —Ya acostumbrada a las reacciones del chico, la pelimorada empezó a avanzar. —Andando, quiero llegar a casa rápido y empezar a ensamblarlo todo.

—Me pregunto porque las habilidades a veces pueden ser tan raras... —dijo el pelirrojo mientras empezaba a avanzar, manteniendo una distancia considerable de las asquerosas partes del cuerpo cortadas.

—A mí me gusta mi habilidad, creo que va bien con lo que quería hacer —alegó la fémina felizmente.

—¿Qué querías hacer? ¿Trabajar con muertos?

—Exactamente, estuve estudiando para ser forense.

—¿Y por qué lo dejaste?

Hayami detuvo su andar por un momento, perdiendo su mirada en la nada. —No lo sé. Creo... Creo que eso de seguir las leyes no era lo mío —La chica sonrió, regresando a su habitual manera de ser. —Además, conseguí un buen trabajo en varios lugares con mis conocimientos básicos, y mi poder me ayudó mucho a seguir experimentando.

—¿Estás loca o algo así? —Sin percatarse de la mirada de la chica, Chuuya siguió preguntando.

—Nah, no lo creo... —Hayami miró al cielo, fijandose en como el ocaso desaparecía. —Solo soy una chica que tuvo que adaptarse a su poder.

.
.
.

—Ya estás listo, lindo —Hayami suspiró feliz, retirándose el sudor de la frente. —Te ves bien.

La chica retrocedió unos pasos, buscando ver de manera completa a su nuevo bebé.

—Uf, estás buenísimo —Un escalofrío recorrió su cuerpo al verlo nuevamente. —Debo presentarte a curitas, estoy seguro que también te amará.

Haciendo que el cuerpo se levantara, abrió la puerta y salió con él.

—Sígueme, y que no se te olvide parpadear.

Todo aquel que pasaba por su lado, miraba sin ningún disimulo al chico alto que seguía a la fémina a donde fuera.

—¿Esa no es...?

—Sí, es la novia de Chuuya-kun, pero ¿Quién es él que la sigue?

—¿Crees qué se desate una pelea?

—No lo se... Pero si es así yo quiero ver eso.

—¿Estás oyendo eso, Wilberto? La gente inventa cosas muy raras —El chico asintió en acuerdo. —Bien cariño, ya llegamos.

Uniones Oscuras [Bungou Stray Dogs X OC]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora