Era un día caluroso de verano. Saori aprovechaba la siesta de la tarde de Koga para ponerse al día con sus pendientes de la fundación y algunas cuestiones del santuario. Había pasado un año ya desde que Seiya había desaparecido y que la vida de Saori y Koga cambió. Si bien los planes de criar al pequeño no habían cambiado del todo para ella que en ese momento fungía como madre del niño, sus deseos de formar una familia con el hombre que amaba se hicieron añicos y le costó lágrimas, dolor, noches en vela... y aún a esas alturas seguía siendo difícil para ella, aunque un poco menos. Con forme el tiempo pasó aquella falta de Seiya se había hecho un poco más llevadera, sin embargo siempre guardaba la esperanza de volver a verlo. Había decidido concentrarse en su hijo, esperando que eso le ayudara a dejar de lado su herida, sin embargo el pequeño le recordaba tanto al caballero que a veces pensaba que se estaba volviendo loca. Podía jurar que los ojos avellana del niño eran verdaderamente los del amor de su vida. No sabía si era que ella misma se empeñaba en verlo así y cada que el niño reía o se rascaba su cabecita podía ver al caballero de pegaso. Otras veces, soñaba con él y lo veía feliz criando a Koga junto a ella y esa era una de las cosas que más le dolía. Sabía que el pequeño necesitaba un padre que lo amara y lo ayudara.
Saori se encontraba firmando unos documentos, absorta de aquellos pensamientos dolorosos, cuando el llanto del bebé Koga irrumpió en la casa de playa de los Kido. La jovencita que se encontraba del otro lado de aquella propiedad se puso de pie de golpe y se echó a correr en dirección del cuarto del niño. Cuando llegó ahí se llevó una gran sorpresa al descubrir lo que ocasionaba el llanto de su hijo: el caballero de unicornio, Jabu, sostenía a Koga en brazos y lo mecía, intentando acallar sus gritos.
— ¿J-Jabu? ¿Pero que...? ¿Qué haces aquí? —exclamó ella asustada. Hacía algo de tiempo que no había visto a Jabu, ni en el santuario ni en su mansión y el hecho de que se encontrara ahí con Koga en brazo sin haberse anunciado con ella le dio mala espina. No quería desconfiar de él pero su forma de actuar era muy extraña—. Dame a Koga por favor —pidió ella con mirada severa, él accedió.
— Disculpa mi atrevimiento, tienes todo el derecho a estar enojada, te juro que no iba a hacerle nada malo —Saori acunó a Koga en sus brazos y comenzó a mecerlo. Los gritos del niño cesaron de inmediato.
— ¿A qué has venido? ¿Por qué no llegaste directamente conmigo? Me vas a perdonar Jabu pero esto es muy extraño y solo has logrado asustarme—dijo con recelo comenzando a caminar en círculos por la habitación, arrullando al pequeño que ahora bostezaba.
— No me mires así por favor es sólo que, tenía ganas de ver al niño... llegué en bote por la playa y al entrar a la casa lo primero que descubrí era su cuarto y no pude evitar querer sostenerlo en mis brazos... —explicaba él temeroso a sabiendas de que había comentido un error.
— Jabu... el motivo, por favor... —lo interrumpió ella con tono serio.
— Bueno... es que, vine porque quería saber tu respuesta a la propuesta que te hice. Ha pasado un año ya, Saori —ella se mordió el labio y desvió la mirada del joven.
— Jabu, yo no...
— Sé lo que vas a decir, lo puedo ver en tus ojos, pero necesito intentarlo, dame una oportunidad por favor —ella miró al pequeño Koga entre sus brazos que ya se había quedado dormido, con cuidado lo depositó en su cuna, le acaricio la cabecita y se volteó a ver al caballero de unicornio.
— No puedo... no está bien.
— ¿Para quién no está bien? ¿Para Seiya? Perdona mi dureza pero él no está aquí.
— Eso no es su culpa. Lo estaría, si pudiera.
— No comparto esa opinión pero el hecho es que no está y no sabemos si va a regresar —a la joven madre se le llenaron los ojos de lágrimas—. Sólo te pido una oportunidad —le pidió, acercándose a ella y tomándola de las manos—. Quiero ver por el niño, él necesita un padre que lo quiera y que lo ayude a crecer. Sé que no soy Seiya, que jamás lo seré pero te amo Saori y lo sabes perfectamente... sabes que los protegeré de todo.
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De la A a la Z Saint Seiya
RomancePequeñas historias de la A a la Z sobre Seiya x Saori y algunas otras parejas de Saint Seiya.