Eran las once de la noche y nos encontrábamos en el vestíbulo. Era momento de cumplir con nuestro castigo. Filch ya estaba allí junto con Neville y Malfoy.
-Siganme -dijo Filch, encendiendo un farol y conduciéndonos hacia fuera-. Seguro que lo pensaran dos veces antes de faltar a otra regla de la escuela, ¿Verdad?-dijo, mirándonos con aire burlón-. O tratar de envenenarme la cara-me miro fijamente.- Oh, sí...trabajo duro y dolor son los mejores maestros, si quieren mi opinión...
-No la queremos, gracias-lo interrumpí. Filch me miro furioso.
-Tú niñita malcriada...eres igual a tu padre-se acerco a mí-. Arrogante y soberbio. Eres la que debería de recibir el peor castigo de todos. ¡Casi muero por tu estúpida broma!
-Pero no murió ¿verdad?-sonreí hipócrita.
-Es una pena que ya no los castiguen como antes. Los colgaban de sus pulgares con una cadena...como extraño esos gritos. Bien, allá vamos, y no piensen en escapar, porque será peor para ustedes si lo hacen-se digirió especialmente a mí.
Marchando cruzamos el oscuro parque. Neville comenzó a respirar con dificultad. Presentía que el castigo sería algo horrible, es Filch. Tan horrible como su cara.
La luna brillaba, pero las nubes la tapaban, dejándolos en la oscuridad. Delante, pudimos ver las ventanas iluminadas de la cabaña de Hagrid. Entonces oímos un grito lejano.
-¿Eres tú, Filch? Date prisa, quiero empezar de una vez.
-Esta noche sus castigos serán con Hagrid, tiene un trabajo que hacer... -dijo Filch tratando de meternos miedo.
Pero al contrario de Malfoy. Estaba feliz porque estaríamos con Hagrid.
-Son todos tuyos, Hagrid.- le aviso Filch.
Escuchamos un pequeño sollozo de Hagrid. Nunca lo había visto tan triste, siempre tenía una sonrisa en su cara o mostraba una actitud alegre, en cambio se le podía sentir lo decaído que se encontraba. Estaba segura que era por Norberto.
-Oh...por favor. No sigues lamentando lo que paso con el dragón. En un momento entraras al bosque, comportate como eres. Necesitaras tu valor-dijo Filch, con voz radiante.
-¿El bosque?-repitió Malfoy, y no parecía tan indiferente como de costumbre- Lo esta diciendo de broma. Nadie entra ahí, los estudiantes lo tienen prohibido y hay...hombres lobo.
Neville dejo escapar un ruido ahogado.
-No solo hay hombres lobo en ese lugar...te lo puedo asegurar-nos miro a cada uno-. Hasta luego -y se retiro con una sonrisa burlona en su rostro.
-Bueno. Andando-nos dijo Hagrid.
Hagrid comenzó a caminar hacia el bosque, con Fang pegado en los talones. Llevaba una gran ballesta y un carcaj con flechas en la espalda.
Entonces Malfoy se volvió hacia Hagrid.
-No iré a ese bosque-dijo con miedo notable en su voz.
-Lo harás, si quieres quedarte en Hogwarts-dijo Hagrid con severidad- Hiciste algo mal y ahora lo vas a pagar.
-Pero eso es para los empleados, no para lo alumnos. Yo pensé que nos harían escribir unas lineas, o algo así. Si mi padre supiera que hago esto, él...
-Te diría que es así como se hace en Hogwarts-gruñó Hagrid-. ¡Escribir una líneas! ¿Y a quién le serviría eso? Harán algo que sea útil, o si no se irán. Si crees que tu padre prefiere que te expulsen, entonces vuelve al castillo y toma tus cosas. ¡Vete!
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Violet Scamander y la piedra filosofal
FanfictionTras recibir la carta de Hogwarts la aventura y el peligro la acechan. Sin saber que es lo que le tiene preparado este mundo mágico, Violet Scamander enfrenta su primer año con sus mejores amigos y un poder oculto que apenas puede reconocer. Una ver...