Violet Scamander y la piedra filosofal

Capítulo 15.

En estos últimos días Quirrell se veía peor. En las semanas que siguieron se fue poniendo cada vez más delgado y pálido, pero no parecía que su voluntad hubiera cedido.

Cada vez que pasábamos por el pasillo del tercer piso, mis amigos y yo apoyábamos las orejas contra la puerta, para ver si Fluffly estaba gruñendo, allí dentro. Yo siempre proponía entrar, pero me decían que era muy peligroso. Snape seguía con su habitual mal carácter. Cada vez que Harry se cruzaba con Quirrell, le dirigía una sonrisa para darle ánimo, y Ron les decía a todos que no se rieran del tartamudeo del profesor.

Yo en cambio. Lo evitaba a toda costa. Me seguía dando escalofríos y recordaba aquel sueño que tuve la primera noche en Hogwarts. Con una extraña cabeza en su nuca. Incluso aún recordaba las palabras que decía.

"Harry Potter....nos encontramos de nuevo".

Hermione, sin embargo, tenía en su mente otras cosas, además de la Piedra Filosofal. Había comenzado a hacer horarios para reparar y a subrayar con diferentes colores sus apuntes. A Harry y Ron eso no les habría importado, pero los fastidiaba todo el tiempo que hicieran lo mismo.

-Hermione, faltan siglos para los exámenes- dije cuando veía que se estaba preparando otros apuntes.

-Diez semanas-replicó Hermione-. Eso no son siglos, es un segundo para Nicolás Flamel.

-Pero nosotros no tenemos seiscientos años-le recordó Ron-. De todos modos, ¿para qué repasar si ya te lo sabes todo?.

-¿Que para qué estoy repasando? ¿Estas loco? ¿Te has dado cuenta de que tenemos que pasar estos exámenes para entrar en segundo año? Son muy importantes, tendría que haber empezado a estudiar hace un mes, no sé lo que me paso...

-Nicolas Flamel. Eso fue lo que paso-le dije con una sonrisa burlona.

Pero desgraciadamente, los profesores parecían pensar lo mismo que Hermione. Nos dieron tantos deberes que las vacaciones de Pascua no resultaron tan divertidas como las de Navidad. Era difícil relajarse con Hermione al lado, recitando los doce usos de la sangre de dragón o practicando movimientos con la varita.

Tampoco era fácil para mi. Pues la mayoría de los alumnos de primero venían a pedirme ayuda con las materias de Pociones, Herbología, Encantamientos, Transformaciones y Astrología. Principalmente pociones, ya estaba harta de explicar una y otra vez, pero al mismo tiempo lo veía como un "beneficio" pues repasaba todo y me apuraba con mis deberes. Aunque ya me sabía todo de memoria.

-Nunca podré acordarme de esto-estalló Ron una tarde, arrojando la pluma y mirando por la ventana de la biblioteca con nostalgia. Era realmente el primer día bueno desde hacia meses. El cielo era claro. Se estaba anunciando el verano.

-Ya te dije Ron, no es de que lo aprendas. Es que lo comprendas- le dije mientras hacia un parte de anotaciones en los apuntes de Harry. Quien le estaba ayudando con Herbología.

-Es fácil para ti. Tienes memoria fotográfica, Violet-dijo algo molesto.

-Claro que no- dije sin levantar mi cabeza.

-¡Violet! Lo lees una vez, y ya te lo sabes de memoria-dijo irritado- A veces pienso que tienes poderes mentales.

Por primera vez lo mire. Pero el parecía hacer caso omiso a mi mirada nerviosa, en cambio Hermione era quien tenía su mirada fija en mí.

-¡Hagrid! ¿Qué estas haciendo en la biblioteca?

Escuche la voz de Ron, interrumpiendo la mirada de Hermione.