Shall we Dance? *Edición*

My mother told me

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       Acto IV

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POV Universal

—son 350 dólares— menciona un joven con una chamarra negra y la capucha puesta, aparte de unos lentes de sol y una mascarilla negra con una sonrisa impresa.

Toda su descripción entra en lo sospechoso, pero su anatomía delgada, aparte de una aura inocente que lo cubría, hacía que lo descartaran de esta descripción.

Este chico se encontraba cobrándole a uno de sus clientes, el cual era un chico rubio con un rayo en su cabello que sacaba el dinero de su pantalón para dárselo a Izuku.

—Kaminari, se puede saber ¿por qué tanta cantidad?— Kaminari solamente se ríe para luego ver a su dealer favorito.

—es Denki, Deku y es para una sorpresa, por cierto Sero y Sen te manda saludos— dice Kaminari mientras se va dando saltitos y tarareando.

—Kami... Denki— Izuku no puede evitar intentar detenerlo.

—¿mmh?— Kaminari se voltea para verlo e Izuku solo traga pesado.

—cuídate, no vayas a hacer tonterías— Denki sonríe lleno de ternura ante su pequeño dealer, el cual le causaba inmensa ternura y duda ¿Cómo un ángel como Deku terminaría como dealer?

Jamás se lo había preguntado, respetaba su privacidad, aparte él era el menos indicado para juzgar las vueltas del destino ¿Quién era para juzgar?

Él era un niño que vive en un orfanato pese a no ser huérfano, con un padre en prisión por asesinato.

Él había madurado muy joven, pero pese a lo difícil que fue su infancia, no tenía nada que reprochar, ya que tenía su propia familia, la cual siempre estaría a su lado.

Él ya había pasado por otro dealer, pero era frío, tosco y desinteresado, aparte que siempre le daba mala espina cada que cerraba un trato.

Su camino por el mundo de las drogas había iniciado apenas hace unos años, quién lo había metido en ese mundo sin querer fue Mirio, un amigo un par de años mayor que ellos y que actualmente ya no vivía en el orfanato.

Mirio siempre los vió como hermanos pequeños, por lo que solía protegerlos, pero un día, cuando Mirio se escapó del orfanato para ir a una fiesta, Denki decidió seguirlo, ahí supo que era una fiesta de las clases altas.

Mirio salía a escondidas con un chico de una escuela privada llamado Tamaki, y ese día había ido a verlo ya que sabía que su novio no soportaba las fiestas.

Denki por otro lado se encontraba fascinado con la música del lugar. Siempre le había gustado la música, pero jamás había visto todo lo que podía lograr, había encontrado su pasión.

Terminó topándose con Deku ese día, se hicieron amigos e incluso intercambiaron números. Deku era un chico tímido y muy amable, pero no tardo mucho en saber qué hacía en la fiesta.

Ese día se dejó llevar, tomó, ligo, probó todo lo que la vida le pudo ofrecer, y decidió que quería transmitir esa libertad con su música.

Mirio tardó bastante en darse cuenta que su hermanito se encontraba en la fiesta, lo regaño y regresaron inmediatamente al orfanato.

Obviamente Kirishima veía intrigado a su amigo y cómo este le contaba lo que había sido la mejor experiencia de su vida.

Después de ese día empezó con la música seriamente, logró ahorrar suficiente para comprar instrumentos, incluso arregló varios que se encontraban en la basura y también frecuento con los amigos que consiguió en aquella fiesta, fue a otras y finalmente conoció a Sen y Sero y se volvió el DJ por excelencia de todas las fiestas de la UA.