⚔️𝑇 𝑟 𝑒 𝑠.⚔️

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Hoseok entró en el castillo, y lo primero que recordó fué su hogar, intentó calmar su respiración mientras sus costillas presionaban el corset que lo estrechaba. Suspiró una vez más preguntándose si se le permitiría montar a caballo aquí, “Al menos hay terreno suficiente para explorar” pensó para si mismo antes de preguntarse si podía siquiera hacerlo.

Comenzó a alejarse en el momento en que TaeMin se distrajo, no le importaba dónde se encontraban las cocinas, tampoco dónde se encontraba el salón o el cuarto de costura, quería explorar y entrenar.

Tan silencioso como pudo y recogiendo su falda para que no se arrastrara por el suelo, comenzó a caminar rápidamente por una esquina.
Echó un vistazo a la escalera, sabiendo que tenía que rodearla si quería ocultarse, y en su prisa no se dio cuenta que había un hombre allí, no lo notó hasta que fué demasiado tarde, y escuchó una fuerte inhalación de aire cuando pisó el pie de alguien.

—¿A dónde va con tanta prisa?—

Preguntó, y Hoseok miró al apuesto hombre, su atuendo era como el de los hombres de su padre,  instantáneamente hizo una reverencia “Maldición” percatándose de su error, su mirada firme y curiosa nunca se apartó de Hoseok, mientras él forzaba una reverencia apresurada.

— Yo.. yo no lo sé— añadió tratando de mantener la calma, a pesar que un gélido escalofrío le acababa de recorrer la espalda.

—Tengo órdenes de llevarlo a la habitación real—

—¿Ya?— preguntó él sin poder controlar ya los desbocados latidos de su corazón. ¿Quien ha dado esa orden?—

El hombre no habló, pero le indicó que echara a andar. La ira se apoderó de él, fuera lo que fuera lo que estaba ocurriendo se merecía respuestas y tenía la intención de conseguirlas.

—Soy el hijo del General de la guardia real Jung Taek Woo, déjeme en paz— Hoseok no esperó respuesta, comenzó a caminar golpeando fuertemente sus calzados con el piso de mármol, pero el hombre seguía tras él.

La frustración se apoderó de él, al llegar a la habitación real. Se acercó a un amplio escritorio y sintió que el corazón se le encogía de dolor. El tiempo pareció volver atrás hasta el punto que volvía a sentirse en una pesadilla.

Se irguió inmediatamente no tenía tiempo para dejarse llevar por los sentimientos.

—Has venido— Hoseok se dió la vuelta y contempló a un hombre muy corpulento que estaba cerrando la puerta por dónde él había entrado, era mucho más alto que él, no solo era un hombre alto, sino también de reluciente rostro, amplio torso con largas piernas e imponente físico.
Llevaba una gran túnica roja con diferentes dragones en ella de color dorado y el cabello castaño echado hacia atrás. Sus ojos eran azules grisáceos aquella tonalidad no resultaba extraña en Hayat, pero Hoseok pensó que nunca había visto unos ojos tan aterradores como aquellos, mientras los veía vió como el color azul desaparecía, y aquellos ojos enmarcados por unas cejas castañas muy rectas se volvían fríos como la bruma de las montañas, su frente era amplia, con una nariz recta. Y unos labios que indicaban claramente desaprobación.
Parecía haber salido directamente de los establos, tenía el cabello alborotado y llevaba barba de varios días. Cuando se acercó a Hoseok, él captó un ligero aroma a caballo y a sudor masculino.

—No me parece que sea un saludo muy amistoso — dijo el monarca —Tanto tus modales como tú aspecto dejan en claro que eres ajeno a este palacio, parece que no conoces las reglas, que difícil será para ti— con aquel gesto él solo había querido dejar constancia de su poder, y por supuesto también quería intimidar al que sería su futuro segundo esposo. Sin embargo no era miedo lo que hacía hervir las venas de Hoseok, era rabia.

—Lo siento Majestad— Hoseok se inclinó después del aturdimiento al ver por primera vez en persona al tan aclamado Rey Kim Namjoon su futuro esposo.

—Eres hermoso, tu padre tenía razón, te pareces a tu madre— Namjoon se alejó de Hoseok para llamar a sus subordinados —Llevenlo a recorrer el palacio, la boda será en una semana—

Y sin esperar mucho, los hombres volvieron a escoltarlo hasta alejarse de la presencia de Namjoon.

...

Hoseok intentaba luchar contra la inquietud que se armaba en su interior, era su deber obedecer a su padre, lo entendía, incluso mientras se agarra su vestido de seda y miraba hacía los establos.
En su corazón sabía que una huida sería inútil,incluso si consiguiera abandonar los territorios, su padre enviaría un ejército tras él. Taek woon no era famoso por su tolerancia, todo se hacia de acuerdo con sus órdenes, y pobre de aquel que llegara a desobedecer.

“Puede que el matrimonio no sea tan malo” pensaba una parte de él, Namjoon podría ser un hombre amable además de atractivo, que le diese libertad para hacer las cosas que le gusta hacer.
Pero cerró la ojos. No, era poco probable, la primera impresión que tuvo fué igual de mala como la sola presencia de su padre.

La noticia de que la reina Shin Su-Ran habia dado a luz a dos niños se había regado por todo el reino, llenando de felicidad al pueblo, por  conocer a los herederos al trono de Taaek

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La noticia de que la reina Shin Su-Ran habia dado a luz a dos niños se había regado por todo el reino, llenando de felicidad al pueblo, por  conocer a los herederos al trono de Taaek. Pero el azar jugaba una trágica partida, la alegría por el doble nacimiento  se vió pertutbada. pues al poco tiempo del nacimiento de los gemelos la fiebre se apoderó de ellos, y sin saber cuál fué la razón, una noche fría ambos niños murieron en brazos de su padre el rey Agust.

Fueron meses de infelicidad, el rey Agust pasaba las noches en vela con el corazón abatido, enfurecido por su oscura suerte. Pero su inesperada muerte puso el reino Min de cabeza, ya no tenían un rey, no había un heredero.

Yoongi estaba angustiado al recibir la información, tales muertes y nacimientos podrían acarrear otras consecuencias. Pues era evidente que el trono necesitaba un heredero legítimo y ese heredero solo podía dárselo el destituido príncipe Min Yoongi, y para ello tenía que volver a su trono de nuevo, pero está vez no como Yoongi, el que fue desterrado por su familia por aquel fatídico accidente.  Si no como Min Agust su gemelo y único heredero de la familia real.

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𝐸𝑡𝑒𝑟𝑛𝑎𝑙 𝐹𝑙𝑎𝑚𝑒 (𝑌𝑜𝑜𝑛𝑠𝑒𝑜𝑘)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora