XV

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Sahara:

Entre los rostros pude ver a Santiago, con él habíamos empezado la rodada antes de separarnos del grupo. Era un sujeto amable. Pareció reconocerme.

—Tú eres la que venía con Judas ¿no? 

Yeshúa se giró a verlo, esperando una explicación. Por sus movimientos podía deducir que él era el líder del grupo. 

—Yeshúa, ella es la chica de la que te hablé. Judas la trajo, pero un día ya no aparecieron así que el grupo siguió sin ellos, fue justo antes de que tú te integraras. 

—¿Cómo te llamas?— Me preguntó el líder. 

—Sahara Ende. 

—Bueno, Sahara Ende, me parece que los matorrales no son el lugar al que querías llegar ¿Te podemos ayudar en algo? 

Les conté, de forma muy resumida, lo que había pasado. Mi necesidad de regresar a casa, mi plan y el ataque del taxista. Yeshúa y los demás escucharon atentos toda mi historia. Cuando terminé, él se ofreció a llevarme al pueblo y le dio la orden al grupo de cazar al taxista, ellos obedecieron sin chistar. Nos quedamos solos, él se subió a la motocicleta y la encendió.

—Ellos nos alcanzarán en el pueblo ¿Ya desayunaste? 

—No, pero no tienes que molestarte, con que me indiques para donde queda el pueblo está perfecto, no quisiera interrumpir su itinerario. 

—Ahora eres el itenerario, Sahara Ende y estamos más que encantados de ayudarte. 

Me ofreció su casco, una parte de mí no quería tomarlo pero otra parte de mí sentía mucha paz al estar al lado de ese hombre. Me vio dudar así que apagó la motocicleta y se bajó.  

—Podemos caminar, si lo prefieres, realmente no estamos lejos y puede ayudar a que me conozcas mejor. 

Asentí. Caminar me haría bien así que emprendimos el rumbo. La motocicleta iba en medio de los dos, avanzabamos  justo al lado de la carretera. El sol subía poco a poco y el aire fresco me daba en la cara. No había ruido a nuestro al rededor. 

—Hablame de ti, Sahara, tu historia. 

—Pues ya sabes porque estoy aquí, pero yo no sé con quién voy caminando. 

Soltó una risa, tenía facciones amables, no como el rostro de Judas. 

—Cierto, lo lamento. Mi nombre es Yeshúa Camargo, esta es Madeline y me gusta organizar estas rodadas para conocer personas. 

—¿Para conocer personas? Nunca había escuchado eso.

—Sí, me gusta conocer a las personas y sus historias, soy psicólogo así que a veces hago consultas en los pueblos, no me puedo quedar a dar una terapia completa pero a las personas les gusta sentirse escuchadas aunque sea un rato. 

—¿Y los demás también son psicólogos? 

—No, tienen diferentes trabajos pero les gusta unirse a mi misión. 

Pensé en Judas y lo tenso que se había puesto después de hablar con Santiago el día que nos unimos a la carabana, esa misma noche nos separamos cuando todos se fueron a dormir. Me había parecido raro que aceptara tan rápido mi propuesta de ir a un pueblo diferente. Él sabía que Yeshúa terminaría llegando. 

—Pues parece que te son muy fieles. 

—Son fieles a sí mismos, pero supongo que esto les da un sentido.

—Te escuchan. 

—Porque los escuché a ellos primero, creeme que es difícil crear un vínculo si solo una de las personas muestra interés.

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⏰ Última actualización: Jun 09, 2020 ⏰

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Judas|| En procesoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora