X

1.6K 166 10
                                    

Judas:
Le tendí un casco a Sahara.
-Pero bueno, no tengo tiempo para conseguir a alguien más. Te dejaré en tu colonia dorada.- le miré serio mientras ella debatía si subir o no a mi Daisy.- Vamos, Dorothy, el camino amarillo nos aguarda.
La niña tomó el casco que le ofrecía sin decir nada, simplemente se subió detrás de mí, emprendimos el camino a su castillo esmeralda.
*******************
Sahara:
Y sigo cayendo...
Una vez más estaba en la parte trasera de su motocicleta, con su ancha espalda obstruyendo mi visión y un sentimiento de impotencia en el pecho. En ese momento tomé una decisión. Jalé a Judas de la chaqueta de cuero.
-¡Detente, detente ahora mismo!- le grité con mucha fuerza.
Él se detuvo.
-¿Qué quieres, mocosa? Me asustaste ¿Estás bien?- se quitó el casco para poder verme.
-Bájate de la moto.- lo empujé un poco para la derecha.- Yo conduzco.
Judas parecía aguantar una risa pero bajó sin decir nada. La moto era más pesada de lo que creía, pude lidiar con ello.
-Sube si quieres.- me dirigí a Judas mientras encendía a "Daisy", ella me saludó con un ronroneo feroz.
-Prefiero estar aquí, así cuando caigas podré ir corriendo a auxiliar a Daisy.- cruzó los brazos con el casco en mano.
-Bien, haz lo que quieras.
Bajé la mascarilla del casco, la avenida estaba sola. Me acomodé bien, estaba lista. Arranqué sin dificultades y me seguí por buen trecho hasta llegar a mi vuelta. Si Judas dijo algo, no lo supe.
****************
Judas:
¡Maldita perra, se había escapado con Daisy! Corrí Inútilmente detrás de ella, así me quedé parado en medio de una ancha avenida sin mi amada motocicleta. No podía dejar que eso sucediera pero ¿Cómo pasó? Todo fue muy rápido, un minuto iba a 90k/h y al siguiente ya me encontraba incrédulo en medio de la noche.
Ese desierto tenía más agallas de las que creía, pero eso no la salvaría de mi furia. Nunca le quites a un hombre su motocicleta, y menos si esta es Daisy. Lo pagará caro esa mocosa.
Decidí llamar a César.
***************
Sahara:
La adrenalina me inundaba, en mi rostro había una sonrisa enorme, nunca me sentí tan capaz de algo en mi vida. No quería ir a casa en ese momento, quería guardar ese sentimiento por mucho más tiempo.
Mientras el viento frío envolvía mi cuerpo me di cuenta porque a Judas le gustaba tanto la motocicleta, existía cierta libertad al estar sobre ella, te daba fuerza y...
Frené en seco. Mierda. Judas buscaría a Daisy en mi casa. Mierda. Mierda. Mierda ¿Cómo no lo pensé antes? Me quité el casco y saqué mi celular, con rapidez encontré al contacto que buscaba.
Dio tres timbrazos antes que respondiera.
-¿Sahara? Son las once de la noche ¿todo bien?
-Mario, hola emmm, todo bien. Yo de hecho llamaba para pedirte un favor.
-Claro, lo que necesites.- un bostezo vino después de esa frase.
-Necesito que guardes una motocicleta por mi, llego a tu casa en veinte minutos.- colgué sin esperar su respuesta.
Okay, ahora a disfrutar un poco más. Encendí la moto y arranqué sin preocupaciones.
**************
-No mames.- dijo Mario cuando me quité el casco.- No jodas que es la motocicleta de Judas, no mames, no mames, no mames.- se tomó el cabello frustrado.- Cuando dijiste que te guardara una moto nunca creí que sería "la" moto.
-¿La moto?- Me hice a un lado mientras mi compañero metía rápidamente a Daisy.
-Sí, la moto.- con una actitud totalmente paranoica revisó ambos lados de la calle antes de cerrar la puerta del garage.- ¿No te siguió? Dime por favor que no te siguió.
-¿Qué? Claro que no.
Mario tomó una lona y justo cuando estaba por tapar a Daisy se detuvo a mirarla, suspiró.
-Es hermosa ¿No te parece?- no sabía que responder así que no lo hice.- y no es solo por su aspecto físico, es hermosa por toda su historia.
Mi mente trabajó rápido, salté de Mario a Daisy, de Daisy a Judas, de Judas a su ex y de ahí a Mario de nuevo. Él sabía cosas de Judas. Su pasado.
-¿Y tú qué sabes de Daisy?
-Bueno, digamos que la mayoría de su historia.- Mario sacó dos bancos y me ofreció uno, ambos nos sentamos.- Yo no solo estoy relacionado con Judas por mi hermana. Mi tío era su padrastro.

Oh, Dios. Esta sería una noche interesante.

**************************
Dos días después

Al llegar a los salones me di cuenta que había algo raro, ningún alumno estaba en los alrededores ¿Era muy temprano? No me parecía posible, incluso se supone que venía tarde ¿Era fin de semana o día feriado?
Entré a mi aula, las cortinas no habían sido corridas aún pero podía ver una silueta grande y fornida. Oh, no...
-Si quieres verme solo debes pedir mi número,- había enojo en su voz.- no robar mi jodida motocicleta.
Unas manos fuertes me empujaron dentro del salón y la puerta se cerró, pude oír un candado del otro lado.
-¿Donde está ella, Sahara?- Judas me acorraló contra la puerta de metal con un rápido movimiento.- ¿Donde dejaste a Daisy?
No sé que me aterraba más, si el hecho de no haber olido alcohol en él (y por ende que su furia fuera pura), o  que pudiera correr a la mitad de mi facultad para poder armar su desplante.
-Está bien, ella está bien.- lo empujé y misteriosamente se apartó.- Fue una lección para ti, nunca me pongas en un nivel inferior al tuyo, idiota.
Me giré para tratar de abrir la puerta, al ver que no cedía decidí gritar y patear. Frustrada me senté en el suelo.
-Soy Judas, cariño, yo te pondré donde yo quiera porque eres un pedazo de carne.- me miraba desde arriba, altanero.
-Sí, bueno, pero si fuera tu hermana no sería un pedazo de carne ¿o sí?- su cara reflejaba confusión y, por un segundo, pude ver debilidad en sus ojos.- ¿Cómo se llamaba? ¿Daisy?

Buenooo, capítulo corto jeje. Perdón por eso pero créanme que estar en un bloqueo creativo no es divertido. Anyway, mi imaginación ha levantado la huelga y ya tengo varias ideas sooo espérenlas pronto (y recen para que mi creatividad no se vaya de nuevo)

Sin más que decir... Valgo fuera 👀

Judas|| En procesoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora