III

2K 160 3
                                    

Judas:
El ronroneo de Daisy era constante y tranquilo como siempre, el sol ya se estaba ocultando, el viento me daba en la cara y de no ser por la pequeña presión en mis corvas por las rodillas de Sahara, hubiera jurado que estaba solo. Desde que había terminado de hablar por teléfono público no me había dirigido la palabra, tampoco es como que me importara, sus comentarios podían llegar a ser muy molestos, incluso si no decían nada malo.
********
Al llegar al bar ya había por lo menos 20 motocicletas y los tres chiflados no estaban por ningún lado, la camioneta tampoco estaba. ¿Qué clase de primos tan estupidos dejan a su pequeña prima en manos de un motociclista que acaban de conocer y encima de que ella les hace un favor, la abandonan a su merced? Esto era muy divertido para mí, ahora ella tendría que rogarme que la llevara de vuelta al pueblo y así yo podría cobrarle la gasolina o alguna estupidez así.
Apague a Daisy en medio del estacionamiento, ella se bajó rápidamente y miro para todos lado; mientras tanto tranquilamente yo sacaba un cigarro y empezaba a darle caladas poco profundas.
-Lo bueno es que yo soy el traidor ¿eh?.- sin contenerme solté una carcajada. Adoraba hacer chistes de mi nombre, era... sublime.
Sin mirarme Sahara entro al bar, era su decisión así que no iba a detenerla. Estacione a Daisy en su lugar habitual y baje tranquilamente mientras me terminaba el cigarro; al entrar al bar lo pude ver lleno de su bullicio habitual de viernes por la noche, parecía la típica escena cliché del film americano: tipos grandes, gordos y sudoroso con barba, mujeres rubias y morochas de buen cuerpo aunque con más de un pliegue en sus rostros, y las típicas parejas cincuentonas que quieren hacer todo lo que no habían hecho... Me daban lastima, todos y cada uno de ellos, pero al fin y al cabo era mi ambiente natural. Llegue al taburete en el que me había sentado unas horas antes y levante la mano para que Ángela me divisara.
-Tu mocosa entro al baño, Bety está ahí.- me informó Ángela dejando un vaso de agua delante de mí.
-No es mi jodido problema. ¿Otra vez está mierda? Vamos Angi, yo sé que tienes algo mejor para mí, intenta buscando a mi gran amigo José Cuervo.- le guiñe un ojo mientras le regresaba el vaso de agua.
Rodó los ojos y se fue al otro lado de la barra, dejando el vaso de agua delante de mí. Okay, no era estupido, captaba el mensaje. De un solo trago me bebí el líquido vital y deje con fuerza el vaso vacío sobre la mesa.
-¿Eso es todo lo que puedes hacer, pequeña zorra?- se escuchó alguien gritar desde la zona de los baños. Oh sí, pelea de gatas borrachas, eran las mejores.
Me giré sobre el taburete y tome el trago del sujeto a mi lado, era ron y por suerte sus labios grasientos no habían tocado el vaso. Se escucharon gritos que animaban la pelea al otro lado del bar, levante la mirada y pude ver a dos chicas: Bety y Sahara. Esta noche no se podía poner mejor, di un trago al ron y mire con burla la situación.
Las "sin cerebro" de Bety rodeaban a Sahara mientras ella le gritaba todo tipo de groserías; yup, así de corriente era Bety, ni siquiera luchaba ella sola, se acobardaba y necesitaba el apoyo del público, por eso cada que podía hacia una pelea en medio del bar o en el estacionamiento. Bety se lanzó sobre Sahara y le jaló el cabello, apuesto que sus uñas postizas mal  hechas se le habían quedado clavadas en el cráneo a la mocosa. Pobre criatura, esta no era su noche, ni su día y probablemente ni su semana; ella no tenía la culpa de que sus primos fueran imbesiles pero bueno. Al final de todo yo estaba disfrutando este pequeño show con un buen trago en la mano.
-Deberías ayudarla.- me susurró Ángela por sobre todo en ruido.
Ni siquiera me giré para responderle, solo incline un poco la cabeza para que entendiera que le hablaba a ella.
-No es mi bebe, no es mi problema. ¿Ahora por favor podrías traer a mi amigo José? Y créeme que es la última vez que lo pido de favor, que la siguiente yo me meto al almacén.- deje el vaso vacío a un lado y seguí disfrutando de la pelea.
Cuando Bety estaba por irse de nuevo contra Sahara, esta se las ingenió rápidamente para escabullirse, Bety quedó con el trasero al aire y Sahara le atino una patada justo en medio, la rubia callo al suelo y la niñata le dio un par de patadas.
-Y eso no es todo lo que tengo, maldita lerda* salida de la escoria de la sociedad, regresa al jodido agujero del que saliste y no me busques nunca más, porque si me encuentras no sabes de lo que soy capaz.- dijo Sahara con voz potente dándole otras dos patadas en el estomago- ¿Y ustedes que me ven, copias baratas de Lindsay Lohan? Váyanse de una vez antes de que les pase lo mismo, bakas* faltas de personalidad.
El bar quedo en silencio mientras Sahara lo recorría y las "sin cerebro" levantaban a su líder, pisoteada. Todos la miraban, estaba seguro que ninguno había entendido la mitad de lo que había dicho; me levante y empecé a aplaudir y victorear, además de soltar algunas carcajadas mientras lo hacía. La niñata me miró confundida y salió por la puerta como un rayo; me giré con Ángela y le solté un billete para cubrir mi poco consumo de la tarde y su vasito de agua.
-Ella sabe lo que hace, se ha ganado que la lleve a mi departamento.- le grite a Ángela mientras ella solo negaba con la cabeza.
-Deja a esa chica en paz, Judas. No te metas en problemas.- me tomo el billete y se giró para dar por terminada nuestra conversación.
El bar ya había regresado a la normalidad cuando salí de el. Busque con la mirada a Desierto y no tarde mucho en encontrarla, estaba de cuclillas buscando algo en su mochila.
-Nunca creí que fueras así de arenosa, Sahara.- me reí de mi propio mal chiste.- Te has ganado una noche en mi departamento, con el paquete todo incluido.
Levantó la mirada, le salía un poco de sangre del labio inferior, tenía coraje acumulado, se puso la mochila y empezó a caminar hacia la carretera.
-Oh vamos ¿Otra vez la escena de "chica única e independiente"? ¿Es que no te sabes otra rutina?.- le grite mientras me montaba en Daisy y la seguía despacio.- Creo que debes dejar de hacer eso, la gasolina cuesta y esta es la peor manera de gastarla.
-No te estoy diciendo que vengas, tienes libre albedrío por si no sabias.- siguió sin mirarme.
Esta chica era testaruda, la haría caer a mis pies de alguna u otra forma.
Adelanté a Daisy hasta quedar justo en la mitad de su camino.
-Ambos sabemos que tus piernas, por muy lindas que sean, no te llevarán hasta el pueblo y en mitad de la noche hay muchos cabrones sueltos dispuestos a satisfacer sus necesidades sexuales sin preguntar.- ella se detuvo y me miró fijamente.- Vamos a mi departamento.
Puso de nuevo el semblante serio, la sangre de su labio se estaba secando pero aún tenía un color vivo. Creo que esa fue la primera vez que la vi realmente, tenía una estatura promedio, caderas anchas, cintura pequeña, cabello castaño algo largo y una bonita piel dorada; algo me recorrió pero lo ignore, así como llegó se fue y me mantuve impasible.
-¿Y en que eres diferente a ellos?.- me esquivo y siguió caminado.
Solté una carcajada, este había sido un día de risas para mí.
-En que tú me desearas y me lo rogaras.- No se detuvo.- Okay, tú ganas, pero será mejor que me pagues la gasolina que estoy gastando en ti.
Avance lentamente detrás de ella, al igual que en la tarde. Si esta iba a ser nuestra rutina me iba a salir muy cara la pequeña Sahara.
*Lerda: Persona que es muy lenta para captar las cosas. En este caso lo uso como un sustituto de "estupida" aunque ese no es su uso totalmente correcto, solo fue para la historia.
*Baka: insulto japonés que significa estupido o idiota.

Valgo fuera 👀

Judas|| En procesoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora