IX

1.6K 141 3
                                    

Judas:
-Maldita zorra.- susurré mientras trataba de incorporarme de nuevo, esa patada dolía hasta mi negra alma.
Cuando por fin me pude sentar me sentí ridículo ¿Cómo es que esa niñata había derribado al gran Judas? Casi podía ver mi dignidad junto a mí, en el suelo; pero esto no se quedaría así, ella me las pagaría de una forma u otra, me buscará y me rogará por algo, entonces perderá su orgullo y dignidad.
Me levanté con mucho dolor en la entrepierna, al ponerme el casco noté algo importante: aún tenía su mochila cruzada en mi pecho.
Solté una sonora carcajada, esa perra rica caería más rápido de lo previsto y eso me encantaba.
Salí lo más pronto que pude de esa colonia, antes que ella pudiera percatarse de la ausencia.

***************************

Justo estaba abriendo la puerta de mi departamento cuando sonó un celular dentro de la mochila púrpura, lo saqué sin mucha prisa, en la pantalla ponía "Casa". Me senté en el sillón después de cerrar la puerta y contesté.
-Funeraria.- dije con voz ronca.
-Devuélveme mi mochila, ladrón.- se le escuchaba alterada al desierto ese.- Llamaré a la policía.
Solté una risa incrédula.
-¿Me estas amenazando, Desierto?¿Con quién crees que estás hablando? Nadie me amenaza primor, y menos con los uniformados esos; no soy uno de tus compañeros idiotas a los cuales puedes mangonear a tu antojo.- metí una mano en la mochila para ver que me encontraba, lo primero que salió fue una toalla femenina.- ¿Eres un desierto rojo en estos días del mes, querida?
Un gruñido se escuchó al otro lado de la línea.
-No revises mis cosas.- me dijo enojada.
-Como si tu comentario me detuviera, solo te aviso que mi moral y la tuya son muy diferentes, cariño.- lancé la pad a un lado y volví a mi expedición en la mochila, esta vez saqué un libro: La melancólica muerte del Chico Ostra por Tim Burton.- ¿Realmente lees esto o es solo para parecer única y diferente?
-Okay, ya entendí ¿Cuanto quieres por la mochila? Tengo para pagar eso y más.- se le notaba un tono altanero y prepotente.
-Quiero tu dignidad, además de tu, no tan grata, compañía para mi rodada.- abrí el pequeño libro, eran poemas cortos.
Al notar que no respondía tomé su silencio como una rendición.
-En el bar, a las diez, apartaré un lugar para tu lindo trasero, el cuál será mejor que traigas enfundado en licra o coronado con una falda corta.- terminé la llamada sin darle tiempo de contestar.
Lancé el teléfono al interior de la mochila junto con el libro. Después de un rato revolviendo las cosas me di cuenta que no había nada relevante ahí así que perdí el interés rápidamente.
Al intentar levantarme un dolor en los testículos me detuvo.
-Será mejor que use hielo.
Así, con mucho pesar, me quité el pantalón y me dirigí a la nevera.

*****************

Sahara:
¿Cómo pude ser tan estúpida al dejarle mi mochila? Debí decirle a José que se la quitara, pero no, mi reacción fue lenta.
"Tu lindo trasero [...] coronado por una falda corta"
Bien, si así conseguiría mi mochila lo haría, pero solo para cerrarle la boca a ese malparido. Era un machista.

**********************

Al bajar del taxi me di cuenta del gran error que cometía.
El lugar estaba lleno de chavorrucos gordos, grasos, con barbas enmarañadas, pañuelos en la frente, ropa negra y escoltados por cuarentonas que no aceptaban su edad.
Me sentí ridícula con mi falda rosa pastel, la blusa negra ceñida y mis botas de estampados florales.
-Bien, Sahara ¿No la pudiste cagar más?- susurré para mí mientras me dirigía a la entrada.- Un día de estos te secuestran y apareces al lado de un motel.
Al abrir la puerta me encontré con tantas chaquetas negras de cuero que casi no se notaban los espacios entre ellas. Busqué con la mirada un rostro familiar, solo pude encontrar el de Angela. Como si de un oasis se tratara, fui hasta la barra en medio de un fétido olor a sudor con alcohol.
-Niña, no deberías estar aquí.- me dijo Angela al verme llegar.- No sabes dónde te estás metiendo.
-Solo quiero mi mochila.
Mi compañera rodó los ojos al mismo tiempo que se alejaba para atender a un cliente al otro lado de la barra. Y así volví a quedar sola.
Al mirar mi reloj de muñeca pude notar que había llegado diez minutos antes, genial, ahora tendría que esperar.
-¿Cuanto por hora, nena?- el hombre grasiento a mi lado me miraba con lujuria.- Pareces una zorra cara pero puedo pagarte.
Le di una sonora cachetada, la cual no pudo ver venir por la cantidad de alcohol que tenía en el cuerpo, pero a pesar de usar toda mi fuerza no lo moví ni dos centímetros.
-Bueno, una zorra difícil, eso me gusta más.- me intentó sujetar de la cintura.
Forcejé contra él, en medio de mi enojo e indignación le lancé un puñetazo en la manzana de Adán, lo cual surtió efecto pues se lanzó para atrás; al ver mi oportunidad jalé el banco alto en el cual estaba sentado y cayó aparatosamente, para rematar le metí un puntapié en la entrepierna.
Mi respiración estaba agitada y mi orgullo por los suelos, ese hombre me acababa de confundir con una puta barata.
-Idiota.- susurré mientras trataba de recomponerme.
El abatido hombre se alejó arrastrándose como la cucaracha que era, algunos curiosos miraban incrédulos y otros tantos se reían de aquello.
-El ratón sabe morder ¿eh?- aquella burlesca voz llegó acompañada por un perfume áspero.
Me giré enojada y le solté un par de puñetazos en el pecho a Judas.
-¡Dame mi jodida mochila!- le grité al tiempo que él se acomodaba tranquilamente en un banco desocupado de la barra.
-¿Podrías dejar de ser tan molesta? Siéntate.- acomodó el banco del cual acababa de tirar al hombre.- Si la patada que le diste a ese gordo fue con la misma fuerza que me la diste a mí entonces lo compadezco.
-No estoy de humor para tus juegos, solo dame la jodida mochila para que me pueda largar de aquí.- dije rechazando el banco.
Judas giró los ojos y tomó de un vaso que tenía entre las manos, parecía vodka.
-Mira pequeña Sandy, no sé de dónde sacaste esa ropa pero yo no seré tu Zuko, así que deja de ser tan ridícula y compórtate como la universitaria que eres. Dios, haces más alegatos que una niña de ocho años.- se estiró por encima de la barra y sacó mi mochila, me la lanzó sin ningún cuidado.- Ya tienes tu maldita mochila ahora deja de chillar porque me darás una jaqueca.
Volvió a tomar del pequeño vaso, se le notaba indiferente. Revisé la mochila, todo estaba ahí, un poco revuelto pero todo estaba.
-Tu foto de credencial es horrible, deberías demandarlos.- Judas terminó su licor, dejó un billete entre el vaso y el porta vasos.- En fin, tengo una despedida de solteras que tengo que cubrir a las once y media, adiós.- se bajó rápidamente del taburete y salió con gracia.
Me quedé parada como estúpida en medio de todos los motociclistas sudorosos. Una idea cruzó por mi mente, me pareció peligrosa pero antes de darme cuenta ya estaba en mi camino a la salida.

************************

Judas:

Y cinco, cuatro, tres, dos...
-¡Judas!- levanté el dedo al mismo tiempo que la arenosa salía del bar y me llamaba.
-No arenosa, hoy no soy Uber, lamentó decirte que el servicio acaba a las nueve.- encendí el motor de Daisy con tranquilidad.
-No era eso... era, bueno, es sobre la rodada.- avancé con Daisy y di un derrapon antes de quedar frente a frente con Sahara, incliné la cabeza para que prosiguiera.- Es que, quiero ir a la rodada, iré voluntariamente como habíamos quedado.
Solté una carcajada, esto era relativamente gracioso para mí.
-¿De que te ríes? Es lo que querías.- me dijo frunciendo las cejas.
-Me río por dos cosas.- sequé una lagrima imaginaria.- Primero que nada no creí que fueras tan fácil de convencer, te quería llevar porque me representabas un reto pero ahora de haz puesto de tapete para mí, al igual que muchas chicas, eso hace que pierda mi interés.- su cara de indignación me lo decía todo, en este momento ella me odiaba por ponerla al mismo nivel que otras zorras.- Segundo: Somos un cliché. O bueno, nos estás haciendo un cliché; eres la típica niña buena superficial que quiere sentirse como La Niña mala solo por desobedecer a sus padres ¿Y que mejor que hacerlo con un motociclista? Mírate pequeña, das lástima.

^^^^^^^^^^^^^^^^^
Okay, regresó Judas, espero que por un largo rato porque extrañaba escribirlo.
Gracias por la paciencia, espero que les guste y eso.

Valgo fuera 👀

Judas|| En procesoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora