Capítulo 03 [Actualizado]

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Dereck

Había conseguido poner a salvo a la manada junto con los demás miembros que me habían seguido para proteger a los más débiles que quedaban en el fragor de la batalla, cuando cumplí con esa importante labor me uní a Luck que se encargaba de cuidar el lado Sur, Junto con los otros Omegas de la manada se encontraban los betas bajo mis órdenes, protegiendo el territorio de la parte Este y Oeste. Los lobos betas bajo mi mando también protegerían a los omegas que luchaban con ellos. Lo sabía, ellos eran fuertes.

Sinfonía se encargaba del lado Norte, y desde donde yo estaba podía apreciar cada movimiento que hacía, pudiendo ir a salvarla si veía que no era capaz de manejar la situación. Aunque eso raramente pasaba, era mi deber que nada le sucediera incluso si eso costaba mi propia vida.

Me tiré encima del lomo de uno de los lobos renegados, clavé mis garras fuertemente en sus costados, incrustando las con maestría entre sus costillas-la parte más débil de cualquier lobo-. Mordiendo el cuello desde mi posición conseguí tirarlo el tiempo suficiente para hacerme cargo de dos Roguers que se acercaban a mí con un fuerte instinto asesino. Los esquivé tan bien como pude, elevando mis garras en dirección a sus cuellos peludos. Eliminando a uno de ellos me preparé para el siguiente combate a muerte. Incorporandome sobre mis cuartos traseros recibí el golpe del oponente, usando el peso de mi cuerpo a mi favor para llevarlo hacia abajo, hacia el suelo, inmovilizando lo para atacar su garganta. Al tener sujeta su garganta dí un fuerte apretón con mis mandíbulas causando un potente chasquido y seguido de ello la inmovilización del lobo enemigo.

Un aullido resonó en el claro de las tierras de la manada, ganando mi atención y la de los demás miembros. Luck y yo llegamos al lado de nuestra Alfa al instante, comprendiendo porque nos quería a su lado. Si, la comprendemos. El fuerte vínculo que nos unía a ella rebosaba una aterradora sensación. Sinfonía parecía muy enfadada, y cuando estaba así, era mejor no meterse en medio. Prefería mi cuello donde estaba, y algo más de paso. Se notaba que estábamos ganando, aunque el pelaje de nuestros cuerpos lobunos estaba cubierto de sangre podíamos saber perfectamente que no era nuestra. Sino de los enemigos que habían osado atacar a la manada creyendo que sería fácil obtener nuestras cabezas.

Sinfonía gruño a un grupo bastante grande de Rogers que aparecían por la primera línea de árboles rugiendo hacia ellos para darles una última oportunidad de marcharse sin más heridos o muertos.

Los otros Rogers -quienes habían sobrevivido a la defensa de la manada- marcharon cojeando o debilitados hacia el grupo que se había detenido en la línea de los árboles, siguiendo a estos últimos cuando se giraron para irse. Eso solo dejaba un fuerte mensaje en el aire. Ganamos. Habíamos ganado aquella lucha por el control del territorio. Sinfonía aulló bastante alto para avisar de que habíamos ganado a los miembros que permanecían ocultos de la vista, indicandoles que ya podían salir y regresar a sus casas.

Me acerqué a Luck, que estaba posicionado en frente de los espectadores, quienes nos miraban sorprendidos e incrédulos ante nuestra rápida reacción ante el ataque enemigo, además de que posiblemente estarían averiguando cómo éramos capaces de ganar contra unos lobos que estaban -supuestamente- completamente locos. Al estar al lado de Luck tenía una ventaja y esa era que podía apreciar a la hermosa mate que había conocido hace solamente 1 día, por la cual daría mi vida. Sin embargo, sabía que era un lobo renegado con una manada propia, pero al fin y al cabo un renegado, al igual que los otros miembros de mi -ya considerada- familia. Sin Sinfonía nosotros nos volveríamos locos, atacando con mayor agresividad a cualquier cosa que se moviera, matándonos los unos contra los otros, creando un verdadero caos. Lo único que nos impedía cruzar esa línea invisible y temible era el vínculo que habíamos obtenido de nuestra Alfa. Sin ella, no eramos nada. Estábamos completamente agradecidos.

Alfa Roger - ActualizandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora